“La guerra, la verdadera muerte en directo, se revela la experiencia total, el punto de inflexión absoluto en la existencia de cualquier hombre. Nada puede volver a ser igual, porque nadie sale indemne o impoluto tras tanto miedo pasado en las trincheras, a sotavento, en campo abierto o junto a los restos de un caballo destrozado por la metralla...
...Su lenta extinción es, de alguna forma, el triunfo de la amnesia colectiva frente a la dignidad que nos proporciona la memoria...”
Bertrand Tavernier
Alberto Aranguibel en un artículo publicado en www.analitica.com / Bitblio / aaranguibel / simbolos.asp titulado “Ley Escuálida de Símbolos Patrios” expone de manera categórica lo que para estos disociados oposicionistas representa la nación y los símbolos patrios. Por supuestos, no es de extrañarnos a ésta altura de la historia de Venezuela, la aptitud ni mucho menos la actitud de semejantes apátridas en simbolizar todo razón de vida de una nación, !!! de ellos ¡¡¡, cuando colocan al revés la bandera nuestra patria.
La libertad de expresión en Venezuela, es uno de los derechos fundamentales, luchada y defendida por mucho tiempo. Se trata de ejercerla puesto que el hombre tiende a ser libre por naturaleza y de ensanchar sus propios límites. Ésta se ha limitado a lo largo de la historia de la humanidad para que el logro de las igualdades del pueblo.
Todo esto es precisamente una condición sine qua non de la democracia; porque en atención a los diversos campos y derechos fundamentales relacionados con ella permitirá elevar la libre determinación de los pueblo y finalmente, porque toda vez que, no pocas veces, se ha considerado que sus límites los impone la misma sociedad.
La libertad de expresión, permite al conjunto social no solamente manifestar sus ideas que pueda compartir, sino también pueden provocar ideas impopulares incluso en ciertos sectores de la ciudadanía que se consideran apartada de la mayorías.
Por derechos de terceros, la Constitución no otorga al individuo, multitud o colectivo algún derecho fundamental a usar la bandera fuera del contexto histórico que ella representa para la nación, como tampoco da un derecho subjetivo a que la bandera sea usada para irrespetar el pensamiento nacional de la mayoría venezolana al trastocar la posición de los colores y las estrellas, al hacerlo demuestra una falta de identidad con la nación como con latino América toda, sabiendo ellos que la bandera en esa forma no le otorga titularidad de derechos fundamentales. Lo único fundamental que muestra a ese sector mentalmente desquiciado, frivolidad y clasista en contra de la mayoría nacional.
Sin embargo, la pregunta que aquí cabe es ¿resiente un perjuicio la bandera venezolana tal como es? ¿es acaso una minoría la que puede discriminar? La respuesta en ambos casos es: No, la bandera per se, no resiente perjuicio en su honra y, no, no es una minoría a la que puede discriminar, pues nadie tiene el derecho ni deber hacerlo, pero en lo que no hay duda, es que con insultos a los símbolos patrios se afecta directamente a la mayoría del pueblo venezolano provocando injuria, ofensa y ultraje al irrespetar abiertamente valores fundamentales de la nación porque esa pequeña e insignificante minoría resiente el honor y honra de lo que representa y es la bandera de Venezuela para el pueblo. ¿Puede constituir esta lesión un límite razonable a la libertad de expresión? la respuesta a esto es tan sencilla y tajantemente no, pero en manos de psiquiatras esta la respuesta complementaria.
Y como conclusión del Parágrafo Único podemos decir que el debate en Venezuela tiene menos que ver con la supuesta ausencia de libertad de expresión o los símbolos patrios, la cosa es con el problema eternamente difícil al que nos referimos mundial y localmente como es la “exclusión” de esta manera nos referirmos a “raza” y a “racismo.” RCTV no sólo era una empresa sino una organización política reaccionaria que apoyó el intento de golpe de 2002 contra un gobierno democráticamente elegido, era un canal de supremacía gringa-anglosajona y fascista en esencia. La mayoría de su personal y presentadores, en un país que es mayoritariamente descendiente de africanos e indígenas, eran uniformemente gringos-anglosajones de conciencia y razón, así como los protagonistas de las telenovelas y los anuncios publicitario. Era una televisión para colonizar y reflejar los deseos y ambiciones de un poder extranjero tirando contra el suelo lo nacional, lo latino americano.
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