Algo no se ve bien en Teves

La primera ves que le escuché decir al Presidente que a Radio Caracas se le agotaba la Concesión el 27 de Mayo, y que en consecuencia se abriría un espacio alternativo, participativo y social para el pueblo, me acordé de cuando apenas tenia 12 años y mi vieja me llevaba a casa de la señora Socorrito, una de las “ricachona” del Saladillo, donde ella planchaba y este servidor veía todas las tarde al llanero Solitario. Entonces me dije, ¿y porque no?, y porque coño no acompañar al Presidente en una tarea tan peligrosa y llena de riesgo, como esa, la de echarse al pico a la primera planta de televisión que conocieron los venezolanos; pero que en los agrios días de abril, fue también el primer chicharrón de la cazuela golpista.

A conciencia de que se le podría venir el mundo encima, y que conste que estoy hablando del mundo capitalista y no el de la bola terráquea que tengo en mi biblioteca personal, Chávez se tiró la parada no solo confiando en que el pueblo lo acompañaría; sino también, confiando en el equipo que llenaría el vació del grupo pheller. Pues bien, lo primero no le falló, con todo y el bombardeo mediático de los grandes canales y la furia desatada a nivel internacional, al venezolano de a pie no le entraron las balas opositoras, pero lo segundo si lleva plomo en el ala. Algo está borroso en la nueva televisora; y aunque el primer maíz es el de los pericos, debemos reconocer que el pueblo que acompaña al Presidente en su decisión, es el mismo que está cambiando el control y provocando el bajísimo rating de sintonía, del nuevo proyecto televisivo.

Ya lo dijo Earles Herrera, en su intervención ante la Asamblea Nacional: “la guerra es mediática, y como guerra al fin, no se le puede dejar que la dirijan los “técnicos”, sino las políticas acertadas y de hecho los políticos”. El mismísimo José Vicente Rangel, en los predios de la plaza Bolívar y con motivo del día del Periodista, señaló que a ese canal le hacia falta contenido, gerencia y calidad en su programación. Y yo diría humildad, humildad de una directiva para allanarle el camino al Presidente de hacer los cambios necesario, porque como decía mi abuela: “la medicina que va a caer bien, se sabe con la primera cucharada”, y algo no se ve bien en Teves, y mucho menos los bodrios anticuados de las televisión Argentina y las caricaturas japonesas con mas de treinta años de existencia.

douglas.zabala@hotmail.com


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Douglas Zabala


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