A pesar de los esfuerzos del señor de los mostachos por evitar las negociaciones con las cableras, para ver si el efímero movimiento estudiantil pro RCTV por fin levantaba cabeza, quienes ostentan la mayoría accionaria del grupo 1 Broad Casting Caracas (1BC) supieron neutralizar al arrogante, para concretar la salida al aire por la señal de TV prepagada, a partir de este lunes 16 de julio.
Sí, aunque todos sabíamos que esta gente no se iba a quedar de brazos cruzados, porque la única ley, el único principio y la única filosofía que puede seguir un empresario con fe ciega es el billete, el bigotudo sujeto estaba empecinado en trabar la reaparición por cable. En el fondo, al otrora hombre fuerte de RCTV aún le quedaban esperanzas de que la no renovación de la concesión, que mal usufructuó por tantos años, fuera la chispa que incendiara la pradera y diera al traste con el régimen, pero sus jefes le pararon el trote y la negociación se concretó.
A pesar de que la TV cerrada ofrece ingresos publicitarios de apenas un 20% de lo que ganaban antes, la verdadera plana mayor de la planta de Quinta Crespo sacó bien las cuentas y prefirió quedarse con su tajadita de anunciantes, aunque ello implicase dejar huérfana de consignas a la generación del 2007.
Pero no todo es malo, si a ver vamos esa tajadita que va ser mucho menor a la bonanza de los años dorados, igualito representará unos cuantos miles de millones de bolívares anuales. Además, con este “agarrando manquesea fallo” también le ponen fin a la relación incestuosa entablada con su hermanito menor de Globovisión.
Así las cosas, el lunes habrá concluido la abstinencia para una audiencia rabiosa, que podrá reencontrase con su Bicha y su Cranielito, para dar rienda suelta a su adicción de caca-TV. Empero, la dualidad que les aqueja va ser mayor, puesto que seguirán vociferando que les cerraron RCTV, mientras disfrutan en sus casas de la burda programación de RCTV. Entonces en que quedamos ¿cerraron RCTV o abrieron RCTV?, SOS OEA explícanos, ósea.
PD: Al señor de esa cosa que llaman Foro por la Vida le recomendaría urgentemente una sesión de psicoanálisis. No puede ser que alguien que se hace llamar periodista diga con su cara tan lavada que recurrir a las instancias legales para exigir equilibrio y ponderación de un medio determinado, constituye una amenaza a la libertad de expresión. Francamente, estos personajes que se escudan en una pompa de académicos y juristas impolutos para justificar los despropósitos que se les imponen desde arriba, son de la peor ralea. Menos mal que el pueblo dejó de ser pendejo.