Los equipos dan impresión de perfección. Jamás se les va el audio y si la imagen tiene fallas es porque se trata de un documento no profesional e insustituible, como la película casera hecha casualmente por Abraham Zapruder del asesinato de John Kennedy. Es esencial la sensación de que se habla desde la perfección. Hay fallas como en todo ser humano, pero son tan esporádicas que uno ni se acuerda. Si no hay medio no hay comunicación. Y el medio comienza con el micrófono y la cámara, que no parpadea.
Concertación mundial destinada a causar la impresión de que la verdad resuena unánimemente en cada rincón del globo. El estudioso francés Pierre Bourdieu lo llamaba “la circulación circular de la información”, la corporativización de la comunicación, ya casi no hay medios independientes. Un medio de información, The Washington Post , The New York Times , El País emiten cualquier despropósito, Chávez es un narco, un dictador, lo que sea, no importa. Los demás lo repiten hasta estereotipar la calificación en epíteto “natural”, “el dictador Hugo Chávez”, por ejemplo.
Se agrede al público con una noticia violenta. En Iraq hay armas de destrucción masiva. Ante la invasión, el público se alivia, pues por fin llegó el Llanero Solitario a liberar a la doncella.
Se miente con un desparpajo rayano en la perfección. Los 800.000 dólares venezolanos para la campaña electoral de Cristina Fernández. Claro, se excluye que el transportador está vinculado a una empresa de Pedro Carmona, que uno de los cómplices está conectado con El Nacional, de lo cual no se habla más. El portador en vez de venir a refugiarse en Venezuela, donde se supone que lo protegerían, se va a los Estados Unidos, donde seguramente lo inculparán. Una mentira desordenada y estúpida, pero ya te dije que el desparpajo raya en la perfección.
Encadenamiento con acciones políticas. ExxonMobil, la acusación contra Venezuela de una senadora gringa protectora de Luis Posada Carriles, declaración del Zar gringo de la droga contra Venezuela, nada menos que en compañía del Estado narcotraficante de Colombia.
Hay mucho más, que nos convendría comprender para combatirlo sin bandazos. Y racionalizar la comunicación, pero de eso hablaremos en la próxima.
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