Se hace necesaria una declaración: (…)
¡Viva Chávez! ¡Carajo!”
Por: Antonio Aponte
En: Un Grano de Maíz
(Diario VEA, 12.03.03, Pág.9)
Al preguntarle a una persona cercana a Martha Harnecker (no se trata de Michael Lebowitz) por qué no aparecen Sancho ni su rucio en la reproducción del bello dibujo de Pablo Picasso que adorna el cabezal de la columna distinguida en nuestro epígrafe (arriba), recibimos una respuesta inesperada pero tal vez lúcida; indudable y jocosamente, ingeniosa y brava: “Del buen Sancho pueblo no sé, tal vez se fue a visitar a Agustín Blanco – que tanto lo mienta - para evitarse otro compromiso… En cuanto al rucio, seguramente está en la cueva rebuznando “genialidades” de estrategia revolucionaria “al instante” con sus congéneres…”
Inquiriendo sobre la eventual razón – o razones – que pudieran justificar tan ácida respuesta, nos encontramos con un artículo que podemos calificar de libelo rastrero que bajo el título de “Marta Harnecker, reaccionaria impenitente”, los diez1 trogloditas de la cueva, como siempre bajo el ilustre nombre de Antonio Aponte2, publicaron en Aporrea en febrero del año pasado.
En tal poco edificante esfuerzo de ese colectivo para descalificar el libro de la Señora Harnecker “Reconstruyendo la Izquierda” como un trabajo escolar de corta, pega y selección expurgada, al querer ejemplarizarlo pero aparentemente no haber encontrado la necesaria evidencia – tras haber anunciado la presencia de “numerosas huellas” -, se ven obligados a recurrir a otro libro de la misma autora, reproduciendo un párrafo de aquel naturalmente ausente de éste (por tratarse de otro libro), como sigue:
“En un libro anterior (sic), “Haciendo Posible lo Imposible”, nuestra señora sostenía: (…)”
Ignoro quienes puedan ser – aunque me importa - individualmente la decena del colectivo al que los editores del periódico que el pueblo percibe como el vocero popular oficioso del Proceso Bolivariano les asignan la confianza de una importante columna de opinión política y el apoyo necesario para atacar a intelectuales tan calificados y probadamente fieles al proceso revolucionario en construcción como la compañera Marta Harnecker, pero en fidelidad al juicio por las evidencias, viejo y poco falible sistema al que soy adepto (“Por sus obras los conoceréis”), creo poder adelantar un juicio de valor ético cuya expresión considero cuestión de responsabilidad social: el troglodita colectivo de la cueva del rucio, está enquistado en el diario comercial más cercano a nuestro Proceso; para mantenerse en el quiste – y a la vez defender su aparente fama de “pureza ideológica” – “racismo intelectual”, la más jodida dimensión del racismo -, usan a fuer de disfraz ideológico y como “seguro revolucionario”, las más radicales etiquetas militantes3 con el máximo halago a lo que ellos creen sea el banal ego del Presidente Chávez; practican para-profesionalmente la cacería de brujas y brujos ideológicos y de la pragmática macartista y estalinista que tan aprovechadamente parecen haber asimilado y, desde el bastión que la cegata (¿ó?)4 dirección de VEA les permite, rebuznan y ventean mierda de supuesta y creída ortodoxia purista, interesada y destructiva, contra ciudadanos/as relevantes y funcionarios/as de relieve institucional en calculados y palangréricos ataques por sorpresa, calculando que las chorreadas respuestas, infaliblemente, pronto llegarán a la cueva la que, cuan aquella del famoso Alí-Babá, se irá colmando de las dádivas del poder mediático oculto, más valiosas que los tesoros del pirata arábigo de la vieja fábula.
(El objeto del presente escrito es: a) Procurar que en el caso que nos ocupa, “el tiro les salga por la culata”, y b) Hacer de la situación detectada un caso ejemplar de contraloría social y, de ser posible, desterrar de los medios revolucionarios la deleznable práctica del “palangre”, perniciosa y letal enfermedad contagiosa procedente del periodismo corporativo escuálido).
En el otro extremo y también, luego que los “cuadros” objetivo “piden cacao”, está la adulación frecuente y la defensa extrema y automática de la gestión pública de aquellos funcionarios que se hayan “cuadrado”… Sobretodo si manejan arcas profundas… que ellos ayudan a hacer inescrutables. V.gr.: PDVSA. Todo un plan de poder sobre un esquema sorprendentemente sencillo – que no simple – basado en algo que parecen haberse dedicado a estudiar por tierras del Cono Sur…: “En las revoluciones pacificas, como la de Chile o esta Bolivariana, existe una línea sutil que separa la defensa de la Revolución de la candidez de los ilusos.(…)”.
Como bien saben nuestros/as compas del IPIAT, del FNCEZ, de RAP-AL, Gente del Campo, etc., y nuestr@s herman@s de todos los Aracales, Costo Abajos, Chabasquenes, etc. de la patria que riega el surco con su sudor, un grano de maíz no hace arepa, a menos que estemos dispuestos y tengamos la voluntad y paciencia necesarias para preparar la tierra, sembrarlo, regarlo y cuidarlo, lo que es revolucionariamente consistente con el pensamiento del Ché que transcribimos abajo. Ambos constituyen toda una lección para la necesaria actitud revolucionaria… a propósito del cuento que les sigue.
“Creemos pero no estamos realmente seguros, que la ley básica del Socialismo es la ley de la planificación, es decir, que por primera vez el hombre es capaz de comprender la ley de la historia y de cambiar la situación existente para crear una nueva sociedad. Este cambio no se realizará enseguida, pero iremos paso a paso hacia la nueva sociedad porque esta nueva sociedad es el producto de la conciencia, y el desarrollo de la conciencia es la condición vital”. (Subrayados agregados).
Ya que nos salió al paso, unas palabras en torno a la
PLANIFICACIÓN en nuestro Proceso… y en la (¿quinta?) columna en consideración.
Coincidimos con los análisis críticos que indican que la planificación estrictamente formal en el Proceso Bolivariano, esto es, la planificación socio-económica desde el Gobierno Central, ha carecido – hasta Enero de este año – de intencionalidad socialista perceptible; antes bien, las políticas públicas han favorecido ostensiblemente a sectores marcadamente capitalistas promotores protagónicos de la globalización neoliberal. Entre tales, el sector financiero, dominado por la agresiva banca cantábrica establecida en nuestro mercado, en primera línea. Coincidimos también con la propuesta de los ciudadanos Alí Rodríguez Araque y Alberto A. Muller Rojas, en su aporte conjunto a los documentos fundacionales de PSUV, en el sentido de que nuestro Socialismo sólo será posible cuando el Proceso revolucionario controle el sector financiero…, lo que deberá suceder tan pronto como las condiciones circunstanciales lo permitan con un margen adecuado de seguridad…
Tras un bien prolongado y exasperante proceso de ensayo y error, fuerte y ampliamente criticado por los sectores técnicos más progresistas de la nación, por fin, en Enero pasado, el Ciudadano Presidente decide hacer gala de la radicalidad esperada nombrando en las carteras de Planificación y Finanzas a dos sobresalientes jóvenes bien curtidos y probados tanto profesional como ideológicamente: tras el interminable y estéril ciclo Giordani – Pérez Martí – Giordani, accede a la responsabilidad planificadora el sin duda brillante Haiman El Troudi, procedente de una estelar pasantía por el CIM (Centro Internacional Miranda), “la Forja del Socialismo del Siglo XXI”, en el que durante un par de años Haiman fue “herrero” y contribuyó con seis importantes títulos de aporte fundamental a la construcción del Socialismo Bolivariano, o Socialismo del Alba, conceptos frescos, jóvenes, altruistas, integracionistas y solidarios destinados a marcar el nacimiento en NuestrAmérica de la Era del Hombre Nuevo y en los que a muchos respetables añejos revolucionarios, un pelito más acá del Ché y Gramsci (v.gr. Cintio Vitier, Kiva Maidanik, et al) no les vendrían mal unas jornadas de “aggiornamento”.
Como era de esperar, las primeras miradas de examen del Ministro El Troudi se dirigen al bloque de negocios más alejado de la sensibilidad y la praxis socialistas: la banca, a la que, en una cuidadosa alocución realmente dirigida al pueblo, la previene en el sentido de la necesidad de que modifique y contenga sus codiciosas prácticas extractivas. Implícito: “La codicia rompe el saco”. El mensaje fue cuidado, civilizado y diplomáticamente transparente: o se acomodan, o los acomodamos…, lo que nos luce perfectamente pertinente mientras creamos las condiciones objetivas y subjetivas necesarias para poder adoptar posiciones más contundentes y radicales. Pero a los “coveros” y coberos de la mentada columna de VEA, les pareció literalmente “boba” (“Esta bobería”…) y no satisfechos con tal asnal pontificación, se mandan en una soberana diatriba de agitación panfletaria destructiva contra el Ministro. El Troudi. Un botón de muestra:
"Señaló que cerca de 40% del Producto Interno Bruto (PIB) del último cuatrienio, que se traduce en alrededor de 200 millardos de bolívares fuertes (200 billones de bolívares antiguos), quedó retenido en las arcas del sistema financiero.
Confesión gravísima por su contenido y por quién la hace. Este ministro es uno de los teóricos del proyecto pequeño burgués que impulsa el "Socialcapitalismo", una alianza estratégica de capitalismo y Socialismo, que ahora reconoce como favorecedora del capital.
El gobierno revolucionario, en boca de este ministro, en lugar de sorprenderse con el hecho de que la banca privada esté chupando sumas inmensas de la renta petrolera, de que la riqueza social alimente a los enemigos nacionales y trasnacionales del Socialismo, en lugar de sorprenderse y tomar medidas revolucionarias, lo que se le ocurre es un bobo llamado a la banca a "unir voluntades, a que piensen en las mayorías nacionales".
Consideramos que el “batiburrillo” que reproducimos arriba ha de ser más que suficiente para la formación de sus propios juicios para las personas sensatas. Cuando expresan “Confesión gravísima” se ponen en gruesa evidencia, pues obviamente, no se trata de ninguna “confesión”, sino de una información… largamente debida al pueblo. Si consideramos que “Confesión” es la palabra clave que usaron en el título de la columna en que basamos nuestro comentario, ¿qué más decir para poner en evidencia el falaz y alarmista libelo que comentamos? Y, ¿Qué decir de:”Este ministro es uno de los teóricos del proyecto pequeño burgués que impulsa el "Socialcapitalismo”? ¿Dónde están las evidencias? Y… ¿sorprenderse el gobierno de algo que desde tan largo sabe y sufre todo ciudadano/a? Si algo hay que reclamarle es el que se haya demorado tanto en asumir el problema y decirnos que se está ocupando de solucionarlo.
Cuando el Gobierno Nacional nos envía en la persona de Haiman El Troudi muy claras señales de querer iniciar una nueva fase revolucionaria afincada en hechos sociales tangibles antes que en retórica ideológica cansona, irrumpen subversivamente estos topos encovados en VEA y le torpedean al Presidente su nuevo Ministro… en quien tanta esperanza ciframos. Entonces, ¿Qué significado tienen los:
“¡Chávez es Socialismo!
¡Sin Chávez no hay Socialismo!
¡Rodilla en tierra con Chávez!
¡Viva Chávez! ¡Carajo!”
que cotidianamente profieren los ciudadanos anónimos de quienes nos estamos ocupando… tal vez en exceso…?
Los amigos Luís Vargas y Nayib Ayaach parecen tener la clave correcta: el objetivo – mal velado – es… ¡CHAVEZ! A quién realmente torpedean desde el diario que se proyecta para que el pueblo lo perciba como el principal defensor del Proceso Bolivariano… (En verdad, un pasquín cuajado de costosa publicidad oficial) es al Presidente Chávez.
Comentario Final
Cuando ayer comencé el comentario que antecede, lo hice intuitivamente, guiado por la molestia que me producía tan injusto y extemporáneo (prematuro…, tal vez a lo Bush ¿preventivo?) ataque a un amigo estimado sin apenas haberle permitido revisar el entorno de su nueva oficina – mucho menos el de la extensa geografía humana bajo su responsabilidad -. Pensé – como varios amigos – que pudiera tratarse de una reacción visceral contra quién/es los autores colectivos de la columna de opinión “Un Grano de Maíz” (Diario VEA) pudiesen percibir como sus competidores ideológicos en el ámbito del Socialismo y sus nuevas definiciones-manifestaciones en proceso de parto. En otras palabras, por la coincidencia de sus objetivos: Marta Harnecker – Haiman El Troudi, pensé que la reacción de los autores de Un Grano de Maíz estaba dirigida contra el colectivo del CIM (Centro Internacional Miranda)…y tal vez motivada por eventuales celos intelectuales. Sorprendente e interesantemente, el proceso de la necesaria documentación previa a esta rendición escrita del asunto me puso de manifiesto vertientes insospechadas hasta el día de hoy sobre lo que puede estarse tramando en un medio impreso aparentemente tan inocuo como es el Diario VEA, posiblemente el pasquín capitalistamente más rentable del mundo, a juzgar por la densidad de la publicidad oficial a full-color y a su relación prensa/publicidad.
Aparte de develarme que desde su arranque (financiado y apalancado oficialmente en forma ostensible) VEA no ha pagado ni una sola locha al fisco nacional (de hecho está siendo “revisado” por el SENIAT), tal parece que los autores de sus dos únicas columnas permanentes (Marciano y Un Grano de Maíz) sean también socios ocultos de la empresa editorial, lo que explicaría tanto sus respectivos comportamientos editoriales, como el maná publicitario que colma sus escuálidas páginas. Las informaciones que la encuesta iba acumulando fueron perfilando la más que plausible presencia de una conspiración mal velada que en la columna comentada, que toma la forma persistente de la prisa revolucionaria que en su tiempo y lugar encarnara al filósofo-agitador francés Régis Debray. (Quién tras su triste papel en la caída de Allende, acabó siendo Ministro del social-demócrata gobierno de François Mitterand). (VEAn que el Cono Sur surge y resurge…)
Explicar tal aparente conspiración ha devenido para el suscrito una asignatura pendiente.
Quedaría por explicar también… por qué – si tan bien les va y tan socialistas son - torpedean los planes de avance revolucionario del Proceso y del Ciudadano Presidente de la República.
En parte debido también a la fascinación de lo oculto, pero esencialmente por un prurito ciudadano de Contraloría Social – en este caso en el terreno político-ideológico - seguimos investigando ambos asuntos, esperando – aparte de la saludable “cola” que este escrito seguramente generará - poderlos explicar debidamente en próximas entregas.
Patria, Socialismo y ¡Vida!