Las fuentes "confiables"

El descaro de cierto periodismo venezolano ha llegado al extremo de dejar de lado el precepto básico de la veracidad de la información y la necesidad de la confirmación de la noticia antes de su publicación. La manida muletilla de las "fuentes confiables", termina siendo el instrumento tras el cual se esconden las maniobras que los politiqueros del teclado utilizan hoy en día con más frecuencia para simular su perversa manipulación.

En este país hubo un tiempo en el que los medios de comunicación figuraban siempre entre las instituciones más confiables. Si la publicaba un periódico de prestigio o una emisora de reconocida audiencia, nadie dudaba que una noticia era cierta. Ahora sucede todo lo contrario. A los usuarios más cándidos habrá que comenzar a suministrarles un manual para leer entre líneas y para aprender a descifrar mensajes subliminales. Así que comienzo por recomendarles a mis consecuentes lectores, que cuando lean una información política que diga "lo supimos de fuentes confiables", empiecen por dudar de lo que les están sugiriendo.

Parta del principio de que es mentira y así estará más tranquilo y, probablemente, mejor informado.

Esta semana el mundo conoció de una noticia que le dio la vuelta al mundo. Lamentablemente, como suele suceder, el desmentido no corrió con la misma velocidad y no llegó a ninguna parte. La mayoría se quedó con la versión falsa: el presidente Chávez autorizó la instalación de bases militares rusas en territorio venezolano. El abrumador centimetraje brindado a semejante trampa no se correspondió, por supuesto, con la corrección que vino después. En periodismo, un desmentido equivale, o equivalía desafortunadamente, a una descalificación. Ahora no. Pasa a cada rato y los colegas siguen con su descarado desparpajo.

Bush se muestra muy preocupado porque Colombia tiene un vecino hostil y antinorteamericano. Pide que el Parlamento de su país termine de aprobar el Tratado de Libre Comercio con Bogotá para que se le acaben las amarguras a Uribe. ¿Qué tendrán que ver los negocios con la seguridad?, se pregunta uno como un tonto. Mucho, si el socio es Estados Unidos.

Según "las mismas fuentes confiables", aquellos talibanes que el espía Salazar tiene escondidos en Margarita, justo en las cuevas de Macanao, se han dejado ver ahora en compañía de varios miembros del "temible" (para los gringos) Hezbolá. Y allí se reúnen no sólo libaneses e iraníes, sino también coreanos (de Corea del Norte, no de Coro), chinos y palestinos. Las cabezas de misiles nucleares que han construido están esparcidas a todo lo largo de la frontera con Colombia. Eso justificaría el destello en la mirada del ministro Santos cada vez que se refiere a Venezuela en términos nada amistosos, temeroso como está de que las tales ojivas terminen de parar en las manos de la guerrilla.

Las fuentes confiables dan para todo. Suministran cualquier información que se requiera para desprestigiar, denigrar, instigar, conspirar y difamar, y están a la mano para que cualquiera las use. No hay tribunal disciplinario gremial que las ponga en su sitio, porque aquí eso de la ética se acabó hace tiempo.

minar2004@yahoo.es


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Mariadela Linares


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