La prensa española no está molesta por la aplastante victoria del proyecto de Evo Morales y su Gobierno. Sabían antes del referendo que iba a ganar. Porque la guerra de mentiras mediática de los medios de comunicación del “primer mundo” contra Chávez, Morales, Correa… no es algo puntual, es de largo recorrido.
Poco le importó a la prensa estadounidense, incluido el sacrosanto The New York Times, mentir sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar una guerra. Una vez que se supo que todo era un montaje, es decir que los medios estadounidenses lo reconocieron, aunque todo el mundo sabía que era una excusa, algunos pidieron disculpas como el The New York Times, otros se callaron y pasaron a armar la próxima mentira.
El País de Madrid nos mostraba en sus páginas, dos días antes del referendo boliviano, a un Evo Morales “cercado” por los bolivianos, manchado de sangre por los muertos que se le oponían y la creciente oposición de gobernadores empapados de popularidad.
Hoy, un día después de ser ratificado mayoritariamente por los bolivianos, incluso con un porcentaje superior al que fue elegido, El País de Madrid asegura que “Todas las previsiones se han cumplido y los primeros sondeos del referéndum revocatorio celebrado este domingo en Bolivia consagran la profunda división que atraviesa el país”.
Esa es la noticia, según el enviado especial desde Buenos Aires, Jorge Marirrodriga, que todo sea dicho, para escribir eso mejor se hubiese quedado en Argentina.
Es mentira que todas las previsiones se han cumplido, porque como bien sabe El País de Madrid, ellos apostaban desde sus páginas por una perdida de Morales y la noticia del día no es la “consagración” de una “profunda división que atraviesa el país” sino la confianza de la inmensa mayoría de los bolivianos en el proyecto social y humano de su presidente.
Es un discurso gastado, en Venezuela, en Bolivia… etc, que Chávez y Morales “dividen al país, a la población”. En las democracias hay libertad de opciones políticas e infinidad de votos. Los únicos países en los que no hay “división entre la población” son aquellos que son dictaduras.
A El País de Madrid no se le ocurriría decir que el Estado español está dividido, y el culpable es Zapatero, porque once millones de votantes votan por el Partido Popular y otro tanto y un poco más por el PSOE. El gran “unificador” sería, entonces, Franco, que ganó un referéndum con el 99,99% de los votos a finales de los sesenta.
Es triste y alentador el poder leer en esta prensa amarilla millonaria y llena de intereses en el extranjero como es la del grupo PRISA y otros grupos, exabruptos propios de niños de primaria. La mala intención saluda desde cada una de sus letras. El País de Madrid se da el lujo de colocar una pequeña biografía de cada uno de los actores en juego en este referendo revocatorio con un sugestivo e inocente título: “El centralismo indígena se enfrenta a las autonomías”.
Sólo en ocho palabras hay tres agresiones a Morales y a la verdad. Morales no es centralista, mas bien las otras provincias son secesionistas. Morales no se enfrenta a la descentralización sino al montaje y al engaño que provincias ricas armaron para crear un Estado dentro del Estado.
Eso se vivió en Venezuela cuando la plutocracia de Pdvsa, no acataba las directivas del Ejecutivo y apoyó el Golpe de Estado del 11 de abril de 2002 con la escusa de que estaban “politizando” Pdvsa.
Meses más tarde la politizarían los burócratas-plutócratas de Pdvsa (un mini-Estado dentro del Estado) con una huelga criminal de más de 60 días.
Las biografías que aparecen en El País son un poema a la grosería y al mal gusto. A Morales lo ponen como presidente indígena, no salen de eso, y que quiere revertir “500 años de colonialismo”. En pocas palabras: un indio que quiere que los bolivianos vivan como antes de 1492.
De su vicepresidente, Álvaro García Linera no señala sus estudios universitarios sino su antigua pertenencia al Ejército Guerrillero Tupak Katari y una condena por lo que alegremente denomina Jorge Marirrodriga y El País como “terrorismo”.
Las “biografías” de los opositores a Morales, igual de escuetas, no señalan ningún hecho ni acto “vergonzoso”.
De ahora en adelante, imagino que El País de Madrid, cada vez que hable de Teodoro Petkoff se referirá a él como el ex guerrillero y ex preso por terrorismo. De Mandela dirá también… “el ex terrorista Nelson Mandela…” Hay una larga lisa de “terroristas” de los que puede echar mano, algunos muertos en la cárcel como Francisco de Miranda y otros camino del exilio como Simón Bolívar. En la lista no deben faltar Martin Luther King ni los “terroristas” asesinados por los nazis.
Sin embargo poco valor tiene que un medio de comunicación terrorista, como es todo aquel que tenga como norma engañar y engatusar a los lectores, defina como “terrorista” a quienes tienen el apoyo mayoritario de sus respectivos pueblos. La legitimidad de El País de Madrid, de la prensa española y de sus periodistas no creo que saldría airoso en ningún referendo.
Xurxo Martínez Crespo es el responsable de la edición de Vieiros-Venezuela http://www.vieiros.com/edicions/20/venezuela desde Compostela, Galiza.