Otra vez con el mismo cuento chino, la misma estratagema, la misma mentira, el mismo engaño de quienes por nada del mundo quieren entender que el poder de todo gobierno legitimo deviene de la voluntad propia, conciente y libre de los pueblos. Para quienes por años llegaron a creerse inamovibles y por lo tantos dueños y señores de la patria Venezolana, no ha llegado asimilar y menos aún entender que el pueblo hace bastante rato descubrió el juego perverso de la oligarquía que desde siglos se había acostumbrado a mantener el control absoluto de todos los asuntos relacionados con el Estado-Nacional, lo que implicó que una casta, es decir una minoría toda poderosa amasara grandes riquezas a costa del empobrecimiento de grandes mayorías.
Oligarquías nacionales que con el pasar de los tiempos fueron perdiendo su conciencia nacional, su concepto patria, para arrodillarse, para entregarse dócilmente en alianzas desiguales con otras oligarquías transnacionales a las que entregaron a cambio de baratijas las riquezas patrimoniales de todo un pueblo.
Llevan años repitiendo el mismo argumento, la mima farsa que crea temor o terror en la conciencia de grandes sectores de la población, esto porque la derecha ha entendido que esa práctica perversa de mentir les ha dado resultados, por eso vuelven con sus andanzas al activar de manera premeditada una campaña de desinformación y tergiversación de los hechos, y para éllo cuentan con las programaciones de los medios de comunicación de la derecha que se han puesto al servicio de la mentira, sin importarle la pérdida de la credibilidad que éticamente deben adoptar para con sus usuarios, todo aquel que sea hacedor de noticia o información, indistintamente cualquiera sea el medio usado para éllo.-
Tergiversan los acontecimientos a su antojo, adaptan los hechos o la noticia a sus intereses, con tal de lograr su objetivo, importándoles menos que nada, los daños colaterales que logran hacer a la sociedad sobre la que influyen con sus descaradas manipulaciones.
Ahí los tenemos hoy como jaurías sobre un tema que seguramente a la fecha no han podido analizar en profundidad, me refiero a las 26 leyes habilitantes sobre las que han llovido editoriales, noticias, comentarios, análisis a granel, en donde los medios de la reacción sin misericordia alguna han desinformado de forma grotesca refiriéndose al contenido de unas leyes que por lo visto no han leído y menos aún interpretado en su justa dimensión.
Por eso la interrogante obligatoria ¿Dónde queda el respeto al televidente, al radio escucha o al lector de la prensa escrita? Es que acaso la verdad ha muerto en medio de esta vorágine de la simulación donde el mundo es vendido al observador de modo contrario, algo así como diría Galeano:- ´´El mundo alrevés´´.-
En todo caso, llamaría a preocupación, sin la contrarrevolución hubiera salido a reconocer algunas bondades del contenido de las Leyes Habilitantes, recordemos que el mismo zafarrancho hizo y dijo esa mismísima alocada oposición cuando el 15 de Diciembre de 1999, la gran mayoría de los Venezolano aprobamos la actual y vigente Constitución Bolivariana de Venezuela, y ahí está la máxima ley de La República, haciendo el bien, sin mirar a quien, en razón a que el producto del trabajo legislativo de éste gobierno Revolucionario está orientado a la búsqueda de el mayor cúmulo de bienestar y felicidad posible para los pueblos que por siglos han esperado su redención tal cual lo anheló el Libertador Simón Bolívar.-
La derecha reaccionaria está clara, su norte es difamar interna y externamente la labor del proceso que apunta hacía la transformación, de allí que no escatiman esfuerzos de invención de noticias o informaciones totalmente falsas, que recorren todo el espectro mediático del planeta alcanzando el daño planificado, después de nada sirve la aclaratorio o el derecho a replica.- Así funcionan los carteles de la mediática globalizada.-
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(*) Alcalde del Municipio Jáuregui.-
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