Que cambie la forma, es una cosa; que cambie la esencia, es otra. Hielo y agua son lo mismo respecto a su esencia.
“El Nazi(onal)”, que ayer atacó ferozmente al gobierno y al Estado bolivariano, en cambio, hoy vocifera defender a la Constitución, sencillamente porque su editor-BO(b)OM(an)-cambió la forma de hostigar al pueblo trabajador.
Que el “Nazi” avance con sus planes conspirativos contra el Estado, el gobierno y el pueblo venezolano, revela una estrategia errónea-de su editor- y, de seguro, más adelante será mucho más caro-de nuestra parte- el precio de pararlo, a menos que tal pasquín, implosione bajo los efectos de su autodestructiva marcha.
Ayer, “El Nazi” se burló del Padre de la Patria, bajo la consigna de “La batalla final será en Miraflores”. Y, desaparecieron el cuadro de Bolivar, derogaron la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y mil abusos más; en cambio, ahora dice defender lo que ayer atacaba, luego, no es creíble, y para colmo de males, en su alocada carrera hacia los abismos, ataca a nuestra digna Delegación Olímpica.
Vale reivindicar el coraje de nuestros aguerridos muchachos de altas competencias deportivas.
Y, es que hay circunstancias en las que confrontar y luchar contra algo y/o contra alguien, y salir derrotado, no avergüenza. La gloriosa performance de nuestra delegación olímpica a Pekín, es una de esas circunstancias.
Las “minorías celestiales”-que no provienen precisamente del cielo sino de las oligarquías plutocráticas e imperiales de Europa y de USA-sinvergüenzas mantenedores de la ideología de la mansedumbre, de la truculencia y del garrote en contra de la juventud rebelde, y en conchupancia con la vil oligarquía de la que BObOMan es fiel cipayo, no pretende menos que seguir esclavizando al pueblo trabajador, además de tratar de burlarse de nuestros deportistas, para intentar desmoralizarlos y, por mampuesto, ponerlos en contra de la Revolución Bolivariana, lo que es una jugada estúpida, abominable e inmoral.
Pero, tarde o temprano la errónea estrategia de esa oligarquía mediática apuntalada en “El Nazi” y, por extensión, en los demás derivados y afines, tiene que hacer crisis puesto que es autodestructiva.
Nadie que ataque, sin el menor escrúpulo, los intereses superiores de un pueblo, en este caso, a nuestra delegación olímpica, puede aguantar su propio ritmo, sin sucumbir bajo el peso de sus propias ruinas.
El quid de la cuestión reside en que el proyecto imperialista pretende dividir a Venezuela, para debilitarla porque bien sabe el gringo-tanto como nosotros-que la unidad organizada de sus factores determina el poder de una nación, luego, nuestra delegación olímpica tiene que ser defendida sin dilación alguna, de los ataques mediáticos.
La oligarquía apátrida, chupasangre, utilitaria y sinvergüenza debe saber que la performance olímpica de todo país, consiste esencialmente en el pensamiento de los cerebros y en el trabajo de las manos de los atletas, a favor de la paz y de la convivencia. Medalla suprema es el cariñito del pueblo, así que para BObOMan, sus palabras son como el filo de espadas afiladas y convertidas en boomerang.
Por otra parte, habría que revisar las idolatrías impuestas a nuestra sociedad, desde el “Cuadro de Honor de la Escuela” caduca y caducadora.
El impacto de las secuelas del miedo, un miedo que ha sido componente del currículo tradicional de la escuela venezolana, lleva a considerar que sólo la élite importa y que debemos temer no esta ahí, en el “Cuadro de Honor”.
Se trata de miedos planificados para sectores y por rangos. El miedo que ha enseñado y que sigue enseñando la escuela tradicional, tiene niveles, características y ocasiona reacciones específicas en distintas personas.
El miedo del niño es diferente al miedo del adulto. El del pescador es distinto al del periodista y, el de un sastre, es diferente al de un carpintero. El imperialismo no sólo monitorea los miedos específicos de cada etapa y de cada sector social sino que los estimula a través de sus múltiples mecanismos de dominación tales como, el periódico, la televisión, la radio, la IV Flota y, naturalmente, la escuela tradicional que apuntala el “Cuadro de Honor” para los amansados.
No es casualidad que quienes más escuela han tenido, rechacen más a la revolución bolivariana pero, no por la escolaridad propiamente dicha sino por el grado de amansamiento a que han sido sometidos los “meritocraticos”; en cambio, el pueblo menos instruido bajo esas directrices, obviamente está más claro de sus deberes hacia la patria y lo hace con sabiduría extraordinaria.
Hay que diseñar un nuevo currículo escolar en el que no haya cabida para “Cuadros de Honor”, tampoco para la mansedumbre ni para los miedos, ni para el egoísmo y donde los muchachitos puedan andar a sus anchas, rebeldes, tratados con respeto, iguales, plenos de gran libertad, como los pajaritos por encima de las montañas más altas.
“El Cuadro de Honor” es usado no solamente como una estrategia de premiar la mansedumbre de nuestros muchachos sino como castigo en contra de los niños rebeldes. Así que los planes del gringo, y en los cuales se inscribe el editor referido- BObOMan-no sólo consisten en saquear nuestros recursos energéticos sino, además, en aniquilar los factores culturales y materiales de nuestro pueblo.
Da mucha pena que BObOMan y otros tantos como él, quienes seguramente han sido muy competentes en las aulas, en cambio, no sirven para defender la soberanía de su patria sino que son derrotados antes de la batalla para defender la dignidad.
Pero, siguen haciendo daño a otros e inclusive a sí mismos. Su hostilidad enfermiza en contra del pueblo, los llevará a implosionar.
¡BOOOOOM!
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