Ya que el estado no puede, porque evidentemente nos acusarán a nivel mundial de dictadores y extenderán los tentáculos comunicacionales de sus aliados para vociferar que la dictadura los cerró para imponer y establecer su régimen; sin embargo nos queda la alternativa del pueblo organizado en sus comunidades, buscar el mecanismo para exigir que se detenga el daño ahora, tenemos urgencia para que no continúen con la deformación, no pueden tener más días de impunidad, están haciendo demasiado daño y será irreversible en el tiempo que tenemos para establecer la revolución.
En ninguna parte del mundo un medio de propaganda de terror es permisado, como lo es en Venezuela, hay demasiadas evidencias donde se demuestran que la línea no es de información, decidieron convertir el canal en punta de lanza de un proyecto golpista; distorsionaron la moral y trasformaron la decencia de sus seguidores a través de la disociación; los delincuentes son mostrados como ejemplo de virtudes que la población conoce como delito, hoy en su afán de defender una mentira que crearon, los ladrones son decentes; sus comunicadores palangristas, que zumban a la opinión pública la impunidad, sin ninguna ley que hasta ahora evite el daño a la conciencia.
El estilo fascista que mantienen y tratan de propagar en sus seguidores es violento; la demostración de su director general es seguida por sus adeptos que se sienten omnipotentes, la provocación es el estilo impuesto ante unas leyes que se declaran indefensas por miedo a no verse en la boca de un lobo con la boca sucia, lo ejecutores de leyes tienen miedo a que prendan el ventilador, porque saben que cuando lo hacen salpican con sus mentiras la moral de gente honesta y conociendo que poseen este elemento de terror, se atreven a todo y nuestra revolución a nada.
La propuesta es esperar que se venza la concesión; pero la insistencia que muestran con el abuso para que los cierren antes y así justificar ante el mundo mediático, que en este país hay dictadura; la desesperación los lleva a cometer locuras y agresiones que no son soportables por un pueblo que espera que la normalidad sea la que conduzca una propuesta revolucionaria.
El triunfo no puede ser nunca de minoría, en esta patria hay un pueblo en lucha que está obligado a poner correctivo en el daño manifiesto que socava los cimientos de la conciencia revolucionaria, es necesario apurar lo que tengamos en lo inmediato como pueblo, porque está en juego el futuro y sin la decisión adecuada, el daño que están causando no podrá subsanarse a pesar de que, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE,
HAZTE CONCIENCIA.
machucamelo@cantv.net