Los medios en Venezuela han usurpado el papel que por siempre han tenido los partidos políticos. No obstante, esto no fuera malo sino fuera porque, los medios en Venezuela han violentado su código de ética al sesgar de manera descarada los hechos noticiosos en actitud antipatriótica, conspirando abiertamente en contra de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, del Estado de Derecho y agrediendo constantemente todos los hogares del país, promoviendo el odio, el miedo, la angustia, y el pánico en la población.
Se agrega, además, a esto que las televisoras comerciales Venevisión, RCTV, Globovisión, CMT, Televen y otras, han sido acusadas por el pueblo venezolano de convertirse en instrumentos permanentes de propaganda de una tendencia política cuyo único objetivo es derrocar al gobierno actual.
Han violado múltiples artículos del Código Civil
Penal, de la LOPNA y del Código de Ética periodístico, han incitado a cometer
delitos y actos insurreccionales. Han aplaudido el sabotaje y la destrucción de
equipos en PDVSA, pusieron su tecnología, su manejo de satélites
(sobre todo el Canal 4 de Gustavo Cisneros) al servicio de la paralización de
buques como el “Pilín León” y otras acciones terroristas y de sabotaje a la
industria no menos graves, y han alentado a perturbar la
paz de
funcionarios del Estado y de la milicia haciéndole cacerolazos en sus casas.
Y ello sin contar la campaña permanente de descalificaciones, contra el sector oficialista catalogándolos de (lumpen, hordas, turbas, sin dientes, etc.) y comparaciones despectivas (la "hermosa sociedad civil" vs. "los chavistas" u "oficialistas") que no han dejado de llevar a cabo.
Sin duda alguna, los medios de comunicación, algunos de ellos antes educadores y acompañantes de nuestros ratos de esparcimiento, a través de quienes disfrutamos de algunos programas de comiquitas y mensajes de navidad y año nuevo, se han convertido en opositores del hermoso proceso de cambio que se está estableciendo en el país y administradores de mensajes que siembran terror en la población.
Otro aspecto es la participación de los medios de comunicación, sobre todo los canales de TV, al poner el medio al uso exclusivo del envenenamiento de la población, la subversión, la manipulación, la propaganda subliminal dirigida, sobre todo, a jóvenes y niños, para manipularlos y destruirles la mente. Haciendo propaganda de guerra y utilizando mensajes subliminales prohibidos en la TV, incitando a la violencia, odio, resentimiento y miedo.
Las cuñas dirigen su lenguaje e imágenes a los afectos, a la emotividad. Sin duda alguna, exceso de información proclive al terror, con expresiones o declaraciones al estilo de “estamos al borde de una guerra civil”, exacerbadas por gestos, palabras e imágenes que refuerzan el mensaje.
Este es el “ejemplo” que nuestros medios de comunicación están dando al mundo: Usurpar el papel de los partidos políticos, pero de la peor manera, y utilizando mensajes subliminales prohibidos, para control de un fin determinado.
No soy periodista, ni conozco mucho de la historia del periodismo en América Latina, pero creemos que de ahora en adelante, el papel de los medios de comunicación no será el mismo en el mundo. Pareciera estar redescubriéndose un sector nunca antes concebido para hacer oposición política, encabezada por actores atípicos.
Deseamos que ojalá este ejemplo, sea revertido en uno que ayude más bien a consolidar la paz, la justicia, la fraternidad, el amor y el respeto mutuo, como debe ser, en nuestra Patria, ahora con una esperanza profunda en este proceso revolucionario, liderizado por el comandante Hugo Chávez Frías.
*Teólogo y Formador Sociopolítica del MPComunas
Nota: Este artículo fue escrito por vez primera en Febrero 2003, ahora 6 años después, observen su vigencia.