No le quepa duda a nadie que condeno la agresión a los periodistas de esta casa, no sólo porque el derecho a la protesta es legítimo, sino porque el saldo de heridos, por encima de lo que digan las fotografías, habla de una obvia desventaja que culminó prácticamente en una cayapa. No conocemos de heridos en el lado que actuó como agresor. No creo que nadie se preste voluntariamente para que le caigan a palazos, por mucho interés mediático que el asunto suscite. Que quede claro eso.
Pero solidarizarse con los colegas, no implica necesariamente que uno se anote automáticamente con los que satanizan a los muchachos de Ávila TV e intentan, a la vez, neutralizar la figura del director de este periódico, un incomodísimo personaje del periodismo que, pese a su trayectoria política de izquierda, ha podido colarse con éxito en los espacios reaccionarios. Díaz Rangel levantó este diario y lo ubicó en el lugar que hoy ocupa. Pero a la derecha mediática le molesta su presencia. De allí que la oportunidad se les ha presentado en bandeja de plata para intentar su linchamiento (de paso, absténgase de escribirme esos imbéciles que todavía piensan que uno tiene bozal de arepa o que la solidaridad con EDR es simple adulancia. No necesito ni una ni otra cosa).
Casi desde el mismo momento en que sucedió la agresión, se supo que sólo una persona de Ávila TV había tomado parte activa en la acción. A pesar de eso, muy sibilinamente los titulares de prensa daban cuenta de la acción de una horda de chavistas avileños. El domingo pasado, la colega Luz Mely Reyes dejó colar, al final de su reportaje de doble página, esta verdad. Pero ya el mal está hecho. Ávila TV está rayada. Hay un preso y se buscan otros. Nos alegra que la Fiscalía se haya convertido en un organismo muy eficiente. Ya lo dijimos hace poco, a propósito del encarcelamiento de Lina Ron. Nos complace que se haga justicia, pero cuestionamos que se aplique de un solo lado.
¿Dónde están los presos por los dirigentes campesinos asesinados o los que mataron a la pareja que rayó las paredes de Globovisión? Nos seguimos haciendo esa pregunta. Bienvenida la justicia, siempre que sea para todos.
Mlinar2004@yahoo.es