Basta leer, ver o escuchar alguno de los periódicos, canales de televisión o emisoras de radio comerciales de Venezuela, para convencerse que después de su rotundo fracaso golpista de 2002, en ningún momento se ha detenido la conspiración desestabilizadora del imperialismo y sus aliados internos, para borrar del mapa al Presidente Hugo Chávez, desbaratar a como de lugar la revolución bolivariana e impedir a cualquier costo que cristalice el sueño de Bolívar de construir en América Latina y el Caribe una patria grande.
“El latifundio mediático”, como lo calificara el Directorio Nacional de Comunicación del Partído Socialista Unido de Venezuela (PSUV), reunido en Merida los días 12,13 y 14 de Junio, también se ha convertido en una peligrosa especie de “Corte Suprema” de la oposición para aprobar invitados a entrevistas y sus noticias e informaciones manipuladas carentes de ética en un contexto de justicia paralela, que desconoce simultáneamente las directivas partidistas y las leyes del país para confundir y envenenar las mentes de nuestro pueblo.
Irresponsablemente, estos delincuentes de cuello blanco en abierta complicidad con los planes de guerra de cuarta generación del Pentágono, apoyados por gobernadores, alcaldes y diputados derechistas, incitando a los cierres ilegales de calles, avenidas y manifestaciones estudiantiles violentas como las ocurridas en Mérida y Tachira, para que se produzcan víctimas y al mismo tiempo, hacen llamados a la insurrección escudándose en el artículo 350 de la Constitución.
Algunos de esos medios reaccionarios, en su diabólica estrategia antinacional, han llegado al extremo de reeditar la tristemente celebre “Operación Peter Pan”, inventada por la CIA en los años 60 contra la revolución cubana para provocar terror en las familias venezolanas con inexistentes leyes contra la propiedad privada o de “Patria Potestad”, para quitarle sus hijos menores y enviarlos al exterior “a estudiar marxismo”.
2… El reconocido periodista José Vicente Rangel, denunció esta siniestra confabulación y planes contra la democracia, el Estado de derecho e incluso el magnicidio del Presidente Chávez, en su artículo “Golpismo con Preaviso”. Afirmó, que los medios y la oposición tratan inutilmente de desprestigiar los logros de la revolución bolivariana, para lo cual tergiversan todas las iniciativas del gobierno para enfrentar problemas que afectan la población, como por ejemplo: su oportuna intervención en la reciente quiebra fraudulenta de nueve bancos privados o la decisión de combatir la inseguridad y la delincuencia con todos los recursos que sean necesarios, de inmediato, los medios, desplegaron un gran escándalo amarillista, para atemorizar el país, contrariando lo que la propia oposición había denunciado como un “ desmadre delictivo que hay que enfrentar de inmediato”. Por otra parte, Rangel, mencionó el caso de la Asamblea Nacional que cumpliendo los requisitos constitucionales designó los nuevos Rectores del Consejo Nacional Electoral, pero rapidamente, estalló otro capítulo de esta guerra sucia mediática, refutando todos los nombramientos, descalificándolos groseramente y sembrando dudas sobre la solvencia moral y profesional de los nuevos arbitros.
En síntesis, estos son algunos de los innumerables retos comunicacionales que debemos enfrentar en el PSUV, para construir el socialismo del siglo XXI analizando todas las propuestas existentes para recuperar el Dios de la vida y la justicia social, que el capitalismo y el neoliberalismo sustituyeron por el Dios de la guerra, del dinero y de la destrucción planetaria que se debate actualmente en Copenhague.
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