Ya se destapan las ollas y el olor cubre los entretelones donde la oposición trata de desenredar los nudos que se hacen cada vez más difíciles de desatar para ponerse de acuerdo en el venidero evento del 26 de Septiembre de 2010. Por ello es imposible pasar desapercibido el cuadro electoral que se viene acrecentando para las próximas semanas. En una cantata apocalíptica sorpresiva, desde varios ángulos surgen voces desafinadas interpretando con un pensamiento único las mismas tonadas contrarevolucionarias. Sin embargo, las líneas disonantes respetan siempre a sus “líderes” en esta guerra mediática o de cuarta generación, donde los dueños de los medios de comunicación tienen sus armas prestas para arrojar kilotones de explosivos ideológicos y envenenar las conciencias de los que apenas comienzan a asumir el compromiso de construir una sociedad diferente al modelo capitalista hasta ahora impuesto por las grandes potencias de occidente.
No es para menos que “Proyecto Venezuela” haya roto el silencio y como buen partido de la derecha extrema se lance en medio en medio de la tempestad, vociferando muy en alto que presenta los mejor de los mejores en candidatos a la Asamblea Nacional. Entre otros figuran el presidente de RCTV, Marcel Granier y el presidente del Colegio de Periodistas Jorge Echeverría, algo así como un patrón de FEDECAMARAS y lacayos sindicaleros de la CTV. Pero no podía faltar el representante de los militares disidentes. Es una lista de postín de la más completa, pues allí se encuentran experimentados personajes en el uso de las sofisticadas tecnologías en esta guerra de psicología social. Ellos saben que un pueblo conciente no se deja esclavizar de nuevo. Por ello es estratégico el acuerdo político-electoral del ultraderechismo con algunos magnates de los grandes canales de televisión. Hay detalles, en estas trampas puestas a plena luz. El ejemplo es el caso de globovisión, donde surge una supuesta diferencia entre sus socios y el director del canal renuncia para luego reconocer que lo hizo porque estos se lo exigieron. Ahora también acusa a funcionarios del gobierno bolivariano de presionarlo (lo expresa Federico Ravel). A su vez, surge el cantante colombiano Juanes (el que montó en Cuba, un canto por la paz) nombrándole la madre al Presidente Hugo Chávez por Internet y anteriormente el gobierno de Colombia acusando a Venezuela de ser complaciente con las FARC, al dejar campamentos de ese movimiento guerrillero en zonas fronterizas con el hermano país. Las recientes declaraciones de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, donde acusa al gobierno revolucionario de irrespetar los derechos humanos y coartar la libertad de expresión, sin mencionar la instalación de siete bases militares en territorio de Colombia, deja mucha basura en el camino.
Estas razones indican que el plato fuerte de estas elecciones parlamentarias, será la guerra sucia contra la imagen de la revolución bolivariana liderada por el comandante Chávez. Nada es casual, lo que viene es una lluvia de porquerías para enlodar a nuestro país. La cara escondida de la moneda es María Corina Machado, quien de manera precipitada renuncia a SUMATE, organización financiada por la CIA, para hacer en principio un trabajo político paralelo al CNE. Esta ciudadana se postula para candidata a la Asamblea Nacional, curiosamente, sin el apoyo de ningún partido de oposición, eso llama mucho la atención junto a la renuncia de Ravell a Globovisión. Todo este cruzado de hechos, va mostrando la verdadera faz del escenario que se quiere montar. Pero la pelea es encarnizada para ocupar los lugares salidores en esta contienda electoral. La oposición vuelve a tambalearse en el despeñadero de su existencialismo, pues muchos no creen en la salida electoral, sino en el golpe de Estado. Entre ellos, no se pondrán de acuerdo. Espero que en el sector revolucionario exista un espíritu democrático que logre distinguirse del infierno opositor y sus ambiciones.
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