22 mayo 2017 - Desde hace varias semanas grandes medios de comunicación se han volcado publicando informaciones en las que se alerta sobre la creciente escalada de violencia en Venezuela en el marco de las protestas opositoras al Gobierno de Nicolás Maduro.
Con titulares hablando de "muertos" y "represión", siempre en abstracto y sin detallar el origen de la violencia y los responsables de las muertes, medios como El Mundo [1], la BBC [2], CNN en Español [3] o El País [4], entre otros, sacan a relucir titulares sensacionalistas con el objetivo de generar una matriz de opinión a nivel internacional que señale al Ejecutivo bolivariano como el responsable de todos los males que vive la República.
Y es que los 'mass media', en manos de las transnacionales de la comunicación, usan tres grandes patrones a la hora de informar sobre los sucesos en la nación suramericana.
Ocultan la ideología opositora
Un hecho que resulta sospechoso es que prácticamente ninguna televisión, diario o radio, al analizar el ciclo de protestas opositoras en el país, informa sobre la tendencia ideológica de los partidos que conforman la llamada 'Mesa de la Unidad Democrática' (MUD), un conjunto de formaciones políticas ligadas a la derecha nacional e internacional. Esto tiene una clara explicación: Reconocer esta ideología en el seno de la oposición supondría asociarla directamente con los recientes gobiernos de corte neoliberal que han llegado al poder en América Latina, como es el caso de Michel Temer, en Brasil, o Mauricio Macri, en Argentina. Ambos están imponiendo duras medidas que atentan contra las clases trabajadoras en sus respectivos países y que están teniendo una reacción popular contundente con la convocatoria de movilizaciones y huelgas masivas.
Admitir que la oposición venezolana apuesta por ese mismo modelo, significaría desenmascarar sus verdaderos planes: recortes sociales, 'tarifazos', privatizaciones, en definitiva, mayor desigualdad social e incremento de la pobreza entre los sectores más vulnerables de la sociedad.
Por otro lado, la opinión pública europea, más aún el sur del viejo continente, conoce perfectamente las consecuencias de dichas recetas, puesto que desde 2007, con el estallido de la crisis económica, está padeciendo despidos masivos, privatizaciones, desahucios y un incremento notable de la pobreza entre las capas más humildes de la población.
Hay, por lo tanto, una clara estrategia mediática que busca ocultar los planes de la derecha bajo una fachada de movimiento transversal en favor de 'la libertad y la democracia'.
Mienten acerca de la falta de libertad de expresión
Otro de los patrones que figura en la prensa es que en Venezuela no hay libertad de expresión. Con esta afirmación se da por descontado que la llamada 'disidencia' es reprimida y se le niega la posibilidad de expresarse y confrontar dialécticamente con el proyecto bolivariano.
Este argumento se desmonta fácilmente si se tiene en cuenta, por ejemplo, que la mayoría de los medios de comunicación del país son privados y pertenecen a empresarios no afines al Gobierno, existiendo una red minoritaria de medios públicos que tratan de contrarrestar la avalancha informativa de la derecha. Según datos del año 2015 de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel), de las 876 emisoras de radio FM que hay en el país, 516 son privadas, 262 son comunitarias y 98 públicas (del Estado).
De las 338 estaciones de televisión abierta, 198 son privadas, 96 públicas y 44 comunitarias. En cuanto a la prensa escrita, 98 diarios son privados mientras que tan solo siete son públicos.
Existe por lo tanto un claro desequilibrio mediático que no se corresponde con el mensaje que lanzan los medios privados de cara al exterior. En Venezuela sí hay libertad de expresión y decir lo contrario es faltar a la verdad.
Censuran el apoyo popular al Gobierno
Paralelamente a las marchas opositoras, las fuerzas afines a la Revolución Bolivariana han realizado grandes demostraciones de fuerza sacando a miles de personas a las principales avenidas de Caracas [5]. Sin embargo, estas marchas han sido censuradas con un claro objetivo: lanzar un mensaje de aislamiento y de falta de apoyo popular hacia el Gobierno encabezado por Maduro. Obviar las multitudinarias manifestaciones de trabajadores, mujeres y estudiantes que se han desarrollado en el país reafirmando su respaldo al proceso bolivariano es directamente una falta de respeto a los valores más básicos del periodismo.
Un periodismo lacayo
Este fenómeno que describimos no es nuevo. La manipulación mediática siempre ha servido para articular campañas que tienen como objetivo demonizar y deslegitimar determinadas figuras y movimientos políticos no alineados con los intereses del capitalismo. El Chile de Allende, la Cuba revolucionaria o Venezuela son claros ejemplos de ello. Siempre en boca de todos, en portadas de grandes diarios, informativos y radios. Decía Eduardo Galeano que "Chávez tocó a los intocables. Los intocables dueños de los medios de comunicación". Quizás eso explique, en parte, porque Venezuela, desde el triunfo de la Revolución Bolivariana, se encuentra en el punto de mira de unos medios lacayos y mentirosos, lo que debe ser denunciado por todos los profesionales independientes del sector y calificado como un auténtico insulto al periodismo.