Tan fría como la indiferencia, tan hiriente como el hielo, y tan espesa como la nieve. Así definimos la negativa actitud conllevada por las personas, cuando se trata de respetar los derechos de los animales. Toda la basura que atesora la mente del Ser Humano, saca a relucir la miseria espiritual que lleva a cuestas, y que encuentra en la vida de las inocentes mascotas, una vía de escape para drenar las pesadillas que enfrentamos en la infernal selva de concreto.
Mientras usted lee estas palabras, un taxista acaba de atropellar por diversión a un Cocker Spaniel en la avenida Lecuna. Un comerciante golpeó hasta matar a un perro mestizo, que descansaba sin molestar frente a su mueblería. Un padre de familia lanzó a un gato dentro del pipote de la basura, sin importarle que el animal estaba vivo y agonizando. Una señora envenenó al perro lazarillo del vecino, porque no soportaba los interminables ladridos. Tu primo compró 2 doberman para entrenarlos de cara a las rentables peleas callejeras del viernes. El carnicero de la esquina, lleva una semana sin darle agua ni comida a su rottweiler, para que los ladrones no se atrevan a robarle de madrugada.
Tu suegra espera la nueva camada de cachorritos para venderlos en mercadolibre a un precio de locura. Tu sobrinito le rompió el hocico a un dálmata, imitando los poderes mágicos de las comiquitas que transmiten los medios privados en la TV. Tu tío se fue de vacaciones a Margarita y encadenó al perro en el oscuro garaje. Tu hermana dejó al pastor alemán varado en la carretera, antes de mudarse de ciudad porque consiguió un nuevo trabajo. Y el viejo decrepito que nunca sale de su apartamento, debería estar preso por los reiterados casos de bestialismo que se ocultan en la voz del anonimato.
Por desgracia, la impunidad en contra de los animales es un problema latente, sangriento y escatológico, que supera la triste historia narrada en este artículo. Todos los casos señalados con anterioridad, demuestran la horrible realidad que malogra a las especies de fauna. Es un secreto a voces, que se revela a diario en la geografía venezolana, que se visualiza a cada momento con la apatía de sus habitantes, y que se escucha con mayor fuerza en cada gemido de dolor que sentimos por dentro. Es tan sólo un reflejo de la exagerada violencia que se acumula en el corazón del tricolor patrio, y que revienta con la ola de criminalidad en las calles (atracos, secuestros, asesinatos), con el asfixiante entorno laboral (hipocresía, soberbia, cinismo), con el hostigamiento escolar, (burlas, empujones, gritos) y con la crisis familiar (peleas, insultos y adulterio).
Entre ladridos y maullidos, es la nobleza de los animalitos la que se lleva la peor parte del conflicto. Vemos que los agravios ecológicos siempre han sido descuidados por la Sociedad Moderna, sin saber que es allí donde nacen el resto de calamidades que enfrenta el planeta Tierra. Así como las mascotas pueden sentir tu miedo, tu cobardía y tu rechazo, también pueden sentir tu valor, tu valentía y tu cariño, para ayudarlos a que sigan siendo el mejor amigo del Hombre. Aunque contamos con el gran apoyo de San Francisco de Asís, ya es hora de cambiar la actitud pasiva por un sagrado activismo de calle que represente a toda la ciudadanía venezolana.
Por suerte, la llegada de la Misión Nevado a Venezuela, es una grandiosa oportunidad de reorientar nuestra relación con las mascotas, en busca de promover el respeto, la defensa y el cuido de todas las especies de fauna que enorgullecen al país. La misión se edifica como un proyecto ecológico integral, que pretende motivar a la colectividad para que practique la tarea conservacionista en sus comunidades. En la medida que las personas se vuelvan más empáticas con el destino de los perros y los gatos que viven, deambulan y mueren en las furiosas ciudades que albergamos, se fomenta el amor por la vida de los animales y por la biodiversidad que envuelve a la Pachamama. Así, es posible despertar el interés verde en los habitantes, para que protejan las bondades de la Naturaleza, mediante la cultura del reciclaje, la eficiencia energética y el uso racional del agua potable.
En tal sentido, la Misión Nevado emplea la praxis ecosocialista como medio vinculante entre la Sociedad Civil y las actividades ambientales que desarrollan los organismos públicos, buscando que el pueblo sea el gran artífice de la nueva realidad ecológica por alcanzar. Recordemos que el irrespeto a los derechos de los animales es una problemática visible a escala global, debido al eterno veneno capitalista que mueve al Mundo a través de la televisión basura, de las películas de guerra y de los videojuegos bélicos, los cuales inyectan una serie de antivalores en la mente de la gente, para que no sientan compasión ni denuncien los casos de maltrato extremo que observan a diario. De allí, que la revolucionaria Misión Nevado rescata el espíritu humano, solidario y altruista de los hombres y de las mujeres venezolanas, que asumirán la responsabilidad socio-ambiental con el entorno.
Con el fin de lograrlo, la Misión Nevado viene ejecutando un registro nacional de voluntarios, quienes serán los centinelas dispuestos a trabajar de corazón por el bienestar integral de las mascotas venezolanas. Hasta la fecha, se han inscrito más de 23.000 voluntarios, que recibirán la capacitación necesaria para cumplir con la admirable labor. Se espera determinar el número de perros y gatos que vagan en las calles de los estados venezolanos, y que requieren ser contabilizados y atendidos a la brevedad, por los problemas de salud que padecen en el inclemente frío de la indiferencia ciudadana. No debemos quedarnos ciegos, sordos y mudos ante los atropellos que enfrenta el mundo perruno y felino en cada calle, avenida, plaza o centro comercial del país.
Lo afirmamos, pues en enero del 2014 fuimos testigos del primer juicio realizado en el estado Zulia por un caso de maltrato animal. En un tribunal penal del municipio Cabimas, se halló culpable a un hombre que mató salvajemente a un perro de la calle, tras golpearlo a palazos y luego echar su cuerpo agonizante al contenedor de basura. El hecho ocurrió en agosto del 2013 en las inmediaciones del Centro Comercial La Fuente, donde el animal llamado Fuentes perdió la vida por la cobardía de un asesino, que fue multado con 110 unidades tributarias y quien deberá realizar trabajo comunitario, como mecanismo de reinserción social para que algún día se arrepienta del crimen.
Aunque la perversión del delincuente fue castigada, siendo un acontecimiento sin precedentes para la justicia venezolana, también nos invita a reflexionar sobre la ausencia de estatutos legales que realmente permitan denunciar con premura y juzgar a tiempo el delito en contra de las especies de fauna. Si bien en Venezuela existe un marco legal que evita la impunidad, consagrado en la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica, Libre y en Cautiverio; todos sabemos que la gente desconoce la eficacia de esa vía legal, porque los gobiernos de turno tampoco se deciden a trasladarlos y difundirlos al pueblo de carne y hueso que atiborra las calles de nuestro país. El caso del perro zuliano Fuentes, tan sólo es una muestra de los miles de abusos que sufren los animalitos cada año, y que suelen perderse en el anonimato de la inacción judicial y en la apatía de la colectividad.
Creemos que la Misión Nevado aparte de ayudar a los perros y gatos que se encuentran en situación de calle, debe fusionarse con los entes judiciales venezolanos, para que las personas se atrevan a denunciar los casos de crueldad animal que hallan presenciado, sin temor a represalias por parte de los infractores, ni pensando que serán involucrados en el hecho delictivo. Por eso es fundamental el rol del voluntariado, que se adentrará en las comunidades buscando que la gente informe los casos de maltrato y así posibilitar la denuncia oportuna. Para canalizar el proceso legal, la Misión Nevado se articula con la Defensoría del Pueblo, y con la Dirección de Defensa Integral del Ambiente y Delito Ambiental adscrita al Ministerio Público.
Recordemos que muchos de los caninos que transitan sin rumbo en Venezuela, los cuales esperan ser rescatados del asfalto gracias a la Misión Nevado, fueron previamente abandonados por sus dueños quienes no sienten remordimiento de golpearlos, encadenarlos o torturarlos, porque saben que no serán denunciados por torturarlos, encadenarlos o golpearlos. Tal aseveración, manifiesta la falta de una verdadera Educación Ambiental en el país, que permita minimizar con naturalidad los delitos en contra de la fauna criolla, sin tener que invocar una serie de amenazas, multas y castigos, que suelen acabar en la reincidencia del individuo.
De allí, que la Misión Nevado podría trabajar junto a la Zona Educativa y al Minamb, para fructificar el respeto por los derechos de los animales en cada centro educativo del país. Sería interesante realizar el último viernes de cada mes, una dinámica grupal con la presencia de un perro o gato, que interactúe unos minutos con los niños y así reducir los índices de Bullying u hostigamiento escolar en los planteles. Cabe destacar, que los valores ecológicos deben inculcarse en edades tempranas, aprovechando la voluntad de los muchachos para aprender de los errores y adoptar una actitud conservacionista a futuro. De lo contrario, por cada 10 perros y 5 gatos que se rescaten hoy en la parroquia San Bernandino, aparecerán mañana otros 50 perros y 25 gatos en la parroquia San Bernandino.
No obstante, en febrero del 2014 se efectuó la Jornada Ecológica Integral, que contó con el apoyo del Ministerio Público, de la Misión Nevado, de la Misión Árbol, del Instituto Nacional de Salud Integral y de otros organismos venezolanos. En la jornada caraqueña, se realizaron actividades a favor de las mascotas, como vacunación, recolección de insumos, adopción y consulta veterinaria para los perros y gatos asistentes. Sin duda, la atención médica gratuita es un acierto de la Misión Nevado, sobre todo, viendo la especulación que existe en Venezuela para adquirir productos en beneficio de los animales, y debido a los altos costos de las clínicas veterinarias, que convierten la vida de las mascotas en una mercancía pagada en efectivo o con tarjeta. Esa lamentable situación hace que mueran a diario muchos perros y gatos de las calles venezolanas, porque los veterinarios burgueses se niegan a atenderlos sin recibir con anterioridad el pago monetario.
En conexo, nos gustó el sentido conservacionista de la Jornada Ecológica Integral, pues se reforestaron áreas verdes, se recibieron teléfonos celulares obsoletos para ser posteriormente reciclados, y se diseñaron juegos didácticos a favor de la Madre Tierra. Además, se brindó asesoría legal ambiental para que las personas expresen sus dudas, y se informen sobre las obligaciones jurídicas al momento de disponer de los recursos naturales. Es fundamental que esas actividades se fomenten a nivel nacional, sin que impere el color político, los reintegros económicos o la burocracia gubernamental.
Lo atestiguamos, pues en un país tan politizado como Venezuela, es necesario que la prioridad de la Misión Nevado sea y siga siendo el respeto innegociable por la vida de las mascotas. Sería una lástima que el alimento nutritivo, los tazones de comida, el dispensador de agua, la correa retráctil, el collar antipulgas o la inyección triple felina, dependan de un voto en las elecciones del domingo, del flash de una cámara fotográfica o de una hora de demagogia verbal. No olvidemos que en la mayoría de los estados venezolanos, existen fundaciones y organizaciones sin fines de lucro, que se dedican las 25 horas del día, al rescate y protección de los perros y gatos que viven en las calles. Es un trabajo plausible que demuestra el lado altruista de ayudar sin mirar a quien y sin esperar nada a cambio.
Sentimos que la Misión Nevado, vista como una genuina expresión del Ecosocialismo predominante en Venezuela, debe trabajar en mancomunidad con todas las ONGs del país, estimando el deseo de auxiliar a las mascotas. Es vital la búsqueda de refugios temporales y permanentes, donde ellos puedan descansar y recuperarse de las lesiones físicas y emocionales que deja el salvajismo de la calle, sin la presión de los refugios privados en los que si no pagas la estadía por adelantado, serás echado a la calle de madrugada. No queremos que las mascotas sean un negocio por explotar. Recordemos que Nevado era el nombre del perro de raza Mucuchíes que acompañó a Bolívar hasta la épica Batalla de Carabobo.
De igual manera, pensamos que la vía comunicacional es la clave para garantizar el éxito de la Misión Nevado. Una buena idea sería colocar una línea telefónica gratuita exclusiva para que el pueblo denuncie los casos de maltrato animal, e informen acerca de los perros y gatos que deambulan en sus comunidades, así como ocurre con el 0800 Potable, el 0800 Ambiente o el 0800 Reclama. Aunque las redes sociales vienen ayudando a evitar la impunidad, hay un gran sector de la población que prefiere llamar a un número específico y explicar en detalle el problema. Por eso, es urgente que los medios públicos, cooperen con la Misión Nevado mediante la transmisión de contenidos audiovisuales, programas radiales y textos impresos que inviten a la reflexión ecológica y favorezcan la participación ciudadana. Vale aclarar, que los intocables medios privados jamás ayudarán a crear un entorno conservacionista en Venezuela, debido a que tienen la marca de la bestia en sus despiadados ojos, y son los principales promotores del clima hostil, funesto y vengativo que caracteriza a nuestro país.
Si fuéramos más animales y menos Seres Humanos, el Mundo sería un lugar mucho más inocente, alegre y bien intencionado. Usted puede ayudar a conseguir el utópico cambio, donando alimento, papel periódico y agua a esa casita con ese gran patio, donde un angelito ayuda diariamente a que los perros de las calles, tengan un lugar mágico en el que soñar. También puedes apadrinarlos, y ofrecerles refugio preventivo hasta que sean adoptados por un amigo o amiga caritativa. Te aseguro que las heridas del alma, poco a poco van a ir sanando, dándole una oportunidad a ese afortunado animalito. Según la Misión Nevado la capacidad de amar es infinita, entonces confiamos que el pueblo venezolano se identificará con la noble causa revolucionaria, por el futuro de nuestras queridas mascotas. http://ekologia.com.ar/
carlosfermin123@hotmail.com