Con mis presos no se metan

Está por demás entender que se trata de los presos políticos del régimen del presidente Chávez que, según cálculos de la oposición por decenas los tiene, en todas las cárceles del país y, razón tiene el ingenioso Julio Borges, en decir que: “La justicia en Venezuela está politizada”, y tiene toda la razón del universo político de afirmarlo sin tartamudear, que como se ve, está compenetrado con todos los problemas por resolver en Venezuela, y además tiene los pies sobre la tierra y eso lo hace un venezolano cien por ciento que lo aleja de los apátridas, lo que en balanza bien proporcionada le da el peso de la caída libre para gravitar en la MUD y, hacer los señalamientos a los que nos tiene acostumbrado cuando saca la pelota de la crítica descremada fuera del parque de la murmuración, lo que nos confunde y nos pone a pensar de lo concienzudo de sus argumentos teledirigidos al Gobierno Nacional y, en particular a la sociedad civil que le cree todas las mentirillas que él trata de meterles tímidamente.

La lista de los incriminados que ellos presentan siempre es recortada para su selección que, generalmente dan a la publicidad los mismos nombres que para ellos están libres de toda imputación, por lo que afirman sabiamente que han sido mal juzgados o no debieron ser juzgados, ya que pertenecen a los partidos políticos de la oposición, lo que les da el derecho de llamarlos presos políticos sin importar lo que hayan hecho para ello y, no estar en libertad, lo que es destacado todos los días de la semana por los medios que le son afines y que acogen a sus ideas y publican todo lo que escandalice de buenas a primera sin importarle el sentido común que los desmiente.

Y, es por eso la consigna: “Con mis presos políticos no se metan” que recorre al mundo en diferentes idiomas, lo que empaña los derechos humanos del selecto grupo que goza de esa pretensión calzada sin desahogo de quienes manejan la justicia del país a su modo, y lector o lectora que lo lea se lo cree y eso basta para afirmar que acá hay una dictadura que evaporó la libertad de expresión, que tiene secuestrada la justicia y, es así que, la jueza María Lourdes Afiuni está encanada por desarrollar, cumplir y hacer cumplir las leyes venezolanas de acuerdo a la Constitución y, no por lo que hizo en desacato a la autoridad que representaba vendiendo por unos millones de dólares una sentencia, pero aún así es, una presa política que al igual que José Sánchez “Mazuco” quien desde que se levantaba de la cama se ponía una bata blanca y se iba a los hospitales del Zulia a salvar vidas y no, como se dice que está implicado y ya condenado por la muerte de un ciudadano, lo que lo transformó en un diputado electo y ahora, preso político y, que no decir de Biagio Pilieri que como alcalde regaló y botó todo lo que le vino en ganas –en Venezuela no hay razones para no robar-, ¿lo recuerdan? Y todo salía de su bolsillo y ahora el Ministerio Público quiere hacer ver que es un corrupto y, eso después de haber sido elegido como diputado, lo que con todo la conformidad de alusiones la Mesa dice que es un peso político y, lo más complicado hasta el presente como son los dos comisarios: Lázaro Forero, Henry Vivas e Iván Simonovis,  juzgados, condenados  y encarcelados, quienes sin querer aparecen como presos políticos y no tal cual actuaron en contra del pueblo venezolano.

Quien esté preso y quiera acogerse a la denominación de preso político, lo único que tiene que hacer es enviar currículo y foto a la Mesa de la Unidad con una breve descripción que sea contrario a su actuación y con toda la rapidez, hechos y consideraciones será incluido en la lista de uno más y viajará alrededor del mundo sin pagar un centavo y su fama crecerá verticalmente de tal forma que, lo conocerán más afuera que dentro del territorio venezolano.

Hay algunos militares que cumplen condenas de varias formas dentro y fuera de las cárceles como presos y la Mesa aún no ha dado su opinión sobre ellos, por lo que están en veremos para ingresar al mundo de la dialéctica opositora de "ni un paso atrás" en la cuerda floja de la desvergüenza.

Y sólo resta decir, preso estoy y estoy pagando mi condena, como un político más que no puede entrar a la Mesa de la Unidad a dialogar sus penas.

estebanrr2008@hotmail.com

 



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Esteban Rojas


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