Nuestra preocupación por el buen desenvolvimiento de la paz interna de un organismo en zozobra en estos tiempos que estudiantes e interesados por enderezar el rumbo político de instituciones de la nación que, andan a la deriva de malos manejos en los controles administrativos en algunas cosas y otros de supuestos que parecen más bien infiltrados de malas intenciones, cuya finalidad consiste en enredarle el papagayo de la justicia social al Gobierno del presidente comandante.
Por ser buen comensal y con alborotado apetito alejado de la comida chatarra, me interno en ese complicado mundo invadido de huelgas de hambres que estudiantes venezolanos han puesto en entredicho en pleno desarrollo de tal arma de complicaciones conspirativas dadivosas que, apartan a una abrumadora inteligencia de nuestra juventud en lograr fácilmente lo que por estudios –aún con posgrados- no se pueda conseguir sin abrir un libro que ilustre o dirija las prácticas a seguir sin cometer errores vitales que los haga vulnerables a u cúmulo de enfermedades que poéticamente pueden poner a padecer del mal del chinchorro o del síndrome de la impaciencia prematura.
Pensando por la dinastía del bien y buscando con afán una forma que adelante todo el que entre en una huelga de hambre tenga un seguro de vida a posteriori de primera para su futuro incierto de combatiente y, su realización tenga más oportunidades de aguantar y cargar su hambruna caprichosa con dignidad, hemos descubierto un espacio dentro de la oposición democrática que nos alumbró para dictar el Manual online que sigue con técnicas didácticas de pedagogía silenciosa para no derrochar energía no necesaria en su pregrado de tortura sin excusa y, así tenemos:
-No se debe abrir al día más de dos veces la boca, ni pensar en gordos ni en flacos, porque esos invitan a comer. No masticar nada que sea duro. No desear mujeres en bikinis. No imaginar estar en la playa. Dormir con un ojo cerrado y otro abierto. No comerse las uñas. No acariciar la mujer del amigo de lejos. Pensar en Obama y no se vea al trasluz. Sueñe si puede con la luna. Jamás se persigne ni rece oraciones católicas. No imaginar nunca que puede llegar a ser rector o preso político.
Si la huelga de hambre es por obtener recursos económicos para las universidades autónomas –jamás piense en contar dinero, eso da mucho apetito de estar en restaurantes. Aprenda a dormir de lado que así su corazón lo mantiene en vigilia.
No sueñe con pollos, caraotas, arroz, carne mechada y ni se le ocurra ver un perro callejero que ese es Chávez tentándolo.
Vea al compañero como un enemigo, como si fuera un adeco o un copeyano que eso le trae a la mente corrupción implícita y, además implica hambre.
Recuerde compatriota escuálido que usted es un miserable de ganas ocultas que no tiene tiempo para ser noble. Su moral es llegar al final repuesto, vigoroso y sí sale robusto de ánimo significa que, ganó la batalla contra el régimen y, los años por venir lo graduarán de líder oposicionista a lo que venga en sumo grado.
Buen provecho –amigo y futuro huelguista- que le espera lo que usted jamás se ha imaginado que es ser recordado como un patriota que luchó sir armas, para que su país no se muera de hambre. ¡Bravo!
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