La MUD debe estar como un corral de gallinas, bien, pero bien desalentada, imaginando que allí hay un alguien responsable que debe estar rezando con toda devoción para que nazca el placer de la convivencia y por supuesto la escogencia del candidato deseado y también el más apropiado lo que nos lleva a pensar y decir: “Ay, Cumaná, quien te viera y por tus calles pasara”, para distraerlos un poco que san Francisco tiene su misa y su vela encendida.
No es nada fácil –desde donde se le mire- sacar un candidato de unas primarias con tanto diablo suelto con billetes y cheques para repartir. ¡Qué va mi compa! Y más como está el coroto en las esferas que ruedan desde diferente lugares, cuyo radios, se desplazan angustiosa y lentamente a un punto fuera del control de la imaginación que cada día se hace más distante entre cada uno de sus miembros que en avalancha buscan el centro de la esperanza que los lleve al disfrute del poder –tan ansiado- que según ellos, no es Chávez quien les va a quitar el manjar de la boca y por tal motivo, la presunción de ser el abanderado los devora y el egoísmo es tal que el menos entre ellos piensa y sueña: “Ay, Cumaná, quien te viera y por tus calles pasara”, porque a san Francisco ni de vainas y menos de madrugada.
Parece ser de acuerdo a las inquietudes que se filtran que, no todo es color de rosa en esa mesa y el reloj de sus días marca las horas y, en cada corazón suenan las campanadas de la espera y, hasta vírgenes que fueron flor de un día dentro de los vapores de una fantasía emocional aspiran a ver si una hojarasca de paciencia se cuela entre tanto macho que respira para sí el visto bueno de su preferencia y, el barajo de la logística que se desenreda en cada amanecer de penurias en el tránsito pesado que deja el sueño a las viejas figuras que tararean: “Ay, Cumaná, quien te viera y por tus calles pasara”, aunque no les dé tiempo de acercarse a san Francisco a comer sardinas en aceite de convivencia local.
Se dice que “el que madruga dios lo ayuda”, otros, por el contrario expresan que, “el que madruga se encuentra todo cerrado”. Pues no. No así nuestro candidato que madrugó y densificó las aguas del manantial de la popularidad que cada día lo acercan nuevamente al contacto abierto de sinceridad con su pueblo que, desde hace tiempo decidió que el comandante presidente tiene un lugar privilegiado en su corazón y conciencia y, que esa unión se dilata en creciente ascendencia dual de dar y hacer en grado indefinido con el conjunto de ideas a desarrollar de bienestar demográfico planificado en todos los servicios que presta el Estado a la colectividad que afiancen más: el usufructo de justicia social coordinado al marco democrático que nuestra revolución lleva adelante y, que jamás la oposición como tal reconocerá aunque se coman vivos los hechos para su disfrute.
Ese conjunto de camaleones que disfrazados de hormigas que aferrados a la MUD se encuentran en pasantías que distraen sus días sin definir aún como se van oxigenar de ilusión que de tanto nadar los saque a flote y los lleve a morir a la orilla de su fin con quien mejor le parezca –cosa nada fácil de solventar con las tormentas que les vienen- como le es el aciago compromiso de batallar democráticamente en un país que de ellos nada bueno espera, a no ser la destrucción y la quiebra moral y económica que hinche el capitalismo de su burguesía empobrecida de bondades como los apátridas de bajos sentimientos que son y que jamás con el poder del pueblo organizado podrán sustentar y realizar –aunque- las ganas de: “Ay, Cumaná, quien te viera y por tus calles pasara”, existan.
Más temprano que tarde Ramos Allup, los va a llevar suavemente sin peregrinación y sin rabietas a que acepten que el quórum de su amistad deba impartir la decisión de sacar adelante el candidato suyo. ¡Ya lo verán! Y a los demás, toma lo tuyo.
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