¡Hola: Pedro Carmona Estanga: golpista y dictador!

Hasta el día de hoy no he sabido y lo más seguro que no lo sabré jamás quién fue el fulano o fulana que te escribió el decreto que te hizo famoso de tal brutalidad por las horas que estuviste en el poder que como presidente de Fedecámaras fuiste seleccionado como el más indicado para dirigir el gobierno de facto que te tocó aceptar por orden de no sé quién y apoyado por un grupo de militares de diferentes grados como gorilas del imperialismo yanqui -la mayoría alumnos de la Escuela de las Américas.

Que feliz te vimos ese día Estanguita. No cabías en tu cuerpo a pesar de lo pequeño que eres en todos los órdenes que se te examine. ¿Pensaste quizás: esto me lo mandó dios como premio a mi deshonestidad?, porque yo soy amigo del cardenal y de los obispos de la cúpula de la iglesia católica que regían en ese año del golpe. ¿Recuerdas que en el Palacio de Miraflores toda esa fatalidad de torpes como desahuciados políticos de derecha te llamaban: don Pedro y tú de lo más sonreído te babeabas de placer como el que tiene el trono de la tiranía apasionada de una obra teatral con un aforo pleno de vagabundos apátridas. Es decir, estabas en las nubes de la barbarie en su máxima expresión, pero tú no te dabas cuenta de nada: eras el rey Midas absoluto y ciego de poder, ¿compenetrado?, ¿extasiado quizás de la magnificencia del Ser que no  eres ni cerca de Apolo? Te veías exquisito, grandioso, omnipotente o quizás prepotente al saborear en tu subconsciente el honor que tenías para sí lo que jamás como político o empresario de maletín podrías lograr. ¡Jamás! Por mediocre y por pendejo.

¿Te acuerdas don Pedro de tu galantería artística y de tu agilidad de manoteo en tv? Los que te acompañaban no conseguían ni escondían lo que es tener el poder para ellos solitos, entre los presentes, Marcel Granier del conjunto de miserables que te rodeaban pisoteando leyes, tirando la Constitución al abismo de su desprecio y la Policía Metropolitana en las calles caraqueñas haciendo de las suyas bajo la conducta del traidor de Alfredo Peña como alcalde mayor y como director y subdirector los dos comisarios hoy entre rejas por asesinos y, en Miraflores esa camada de sinvergüenzas que como hienas brincaban y aplaudían la vulgarización de un acto insólito, flaco de mérito alguno con frases hirientes de sobriedad política, más de uno más que tú soñaba y acariciaba todo lo que podría obtener a través del despojo que comenzarían a hacer de inmediato a Venezuela, tal como lo habían hecho en gobiernos adecos-copeyanos  anteriores. El hábito no hace al monje –verdad don Pedro.

Hay muchas cosas que se realizaron a las espaldas de tu complicidad, muertes anunciadas sin suceder, pero que estaban planificadas por los militares comprometidos con el golpe, ministros buscados y otros maltratados, embajadas asaltadas y una serie de anormalidades que los golpistas y los medios hicieron de las suyas. Muchos de ellos no cabían en su afán se ser héroes de ese momento. ¿Recuerdas a Enrique Mendoza- ese apagó a VTV con un parche blanco en su cara? Y a Henrique Capriles Radonski quien violó a la Embajada Cubana como le dio la gana después llenarla de desmanes con su gente –ese fulano aspirará en primarias de ustedes a la Presidencia de la República. Y a Leopoldo López, te acuerdas, por allí anda después de vejar a un ministro como le dio la gana –también aspira. ¿Te das cuentas de los personeros de la oposición dentro de la MUD? ¿Tú crees qué algún bicho de esos llegue …?

Por lo tarde de la hora, te lo voy a dejar hasta aquí. Pero qué de cosas quedan al aire y que me gustaría ponértelas al frente. Pero, el pueblo las conoce y a ése no lo van a joder como lo jodieron esa vez y sobre todo tú libre en Colombia como Pedro por su casa. Y allí vas a morir como lo que fuiste y eres: un dictador de pacotilla y los tuyos que todavía siguen en la oposición, poniéndolas como todo cobarde que fueron y son –no reconocen nada-. Lo leíste, co-bar-de. Epa don Pedro se me olvidó decirte adelante que, Julio Borges, te ama y te saluda sin ningún pelo de tonto y te recuerda que eres un prófugo de la justicia venezolana.

estebanrr2008@hotmail.com



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Esteban Rojas


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