La estrategia de combate del oposicionismo venezolano está fundamentada en uso de sus medios de comunicación social como punta de lanza, que constituyen el ochenta por ciento de los existentes en país. A través de ellos, con mensajes estructurados en laboratorios de guerra sucia y con asesores estadounidenses, crean realidades virtuales, con informaciones manipuladas, falsas y medias verdades que tienen como finalidad, desmoralizar, y crear el escenario perfecto para gritar ingobernabilidad. Será que intentar revivir los acontecimientos de abril de 1810 y de julio de 1811, invirtiendo los roles sociales -por supuesto- y de allí la debacle. Bueno la verdad es que no creo que desconocedores de su propia historia se les ocurra algo como eso. ¿Pero, será que el desbarajuste psíquico es tal, que estos individuos se sienten pueblo?
Son tan torpes -en eso se parecen muchísimo a los gringos porque la prepotencia los ciega y ambos creen saberlo todo- que en su empecinamiento de dirigir la oposición sin ideales ni propuestas, caen en un “enmarañamiento” fatal.
El bombardeo desmesurado de información a través de esos medios y las prostituidas redes sociales, por donde se dicen las infamias mas inimaginables sin que haya control ni castigo, seguro los está envolviendo en su propia telaraña. Canalladas y vilezas, donde se contradicen, insultan la dignidad de los ciudadanos, incluyéndose ellos. De allí que sea lógico, cómo la flecha indicadora del respaldo a la confianza y credibilidad de sus mensajes se venga a pique, por el despeñadero del desprestigio y el fracaso reiterado.
Sin ir muy lejos, citamos los señalamientos masivos de que el motín y secuestro del Rodeo II, arrojaban cientos de muertes. Falsos dirigentes, especialistas, criminólogos, asomados y hasta DIPUTADOS aseguraron con desparpajo, el horror de pilones de muertos que crecían a cada minuto en las instalaciones del recinto carcelario. Claro no los hubo y ¿cuál es el nuevo comentario, ante esa abominable mentira?... Se escaparon. Ahora dice que hubo una fuga masiva.
Lo mismo pasa con la enfermedad del presidente. “El tipo se está muriendo”, pero “es mentira todo”, la vaina es una coba para retomar liderazgo. ¡Coño, pónganse de acuerdo, no joda!... Razón tuvo José Vicente, cuando se le ocurrió aquello que cada día está más vigente “Chávez los tiene locos”. Ah, pero no se pierdan a los contados estúpidos que se unen al coro de los loros. Repitiendo y repitiendo y repitiendo, sin darse cuenta de la tamaña ridiculez en la que incurren. No les da pena ni con sus amigos, padres e hijos, por lo menos.
Sobreinformación que desinforma, ingestión obsesiva que se trata de digerir pero no hay tiempo para ello, provocando en consecuencia una reincidente frustración.
En materia de comunicología, se habla de la sobreinformación como método de censura por asfixia. Se ofrece tal cúmulo de información que se pierde la noción de lo importante y necesario. Y al final lo que se quiere es ocultar información que resulta incómoda.
Por supuesto esta manera de construir matrices de opinión que descalifiquen al gobierno y más concretamente al presidente de la República, Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, pasa por incluir información no elaborada (desquicio informativo), información sesgada o parte de lo que pasa realmente (manipulación) y sobrecarga informativa, que podría ocasionar -dicen los especialista en sociología de la comunicación- fenómenos abstractos, difíciles de controlar. (efectos boomerang).
Es decir, podemos estar seguros que los apátridas están viviendo momentos de crisis extrema, (excitaciones, inhibiciones y frustraciones), locura extrema, disritmia paroxística, conflictos psíquicos, neurológicos, que se yo, dijeran en la esquina: “…están reventaos”.
Que vaina tan triste … Hay que tener cuidado… Y pensar que aún hay hermosas negras y fornidos negros (y cuando digo negro me refiero a los venezolanos todos) que aún piensan que María Corina, está muy preocupada por las madres pobre s de Venezuela… La misma Venezuela que ella ha defecado y de la que se avergüenza y asquea constantemente, cuando está entre los suyos… De la que reniega pero la que -sin vivir en ella plenamente- le permitió enriquecerse a costa de todas sus artimañas y las de su familia. Que bolas…
Debiéramos vacunarnos contra la ingesta obsesiva de información basura, ¡pinga!, no vaya a ser que esta pandilla de locos, nos “empicharque”!!!
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