¡Qué problema como dilema: amigo opositor!
Y no es para menos que usted no deba preocuparse, que va. Y llegado el momento cuando se encuentre a solas con su conciencia entre el ensarte de candidatos de la oposición dentro de la MUD a escoger: uno o una que lo representará el próximo año 2012 en las elecciones presidenciales, tiene la opción de seleccionar o a él como el más joven o, a ella como la primera dama que podrá ser presidenta de Venezuela –una guará. ¿Cierto que se le paran los pelos del alma de puntas en su dimensión de escuálido? Lo comprendo. Y su felicidad se le aplasta cada vez que le nombran al presidente Chávez como el enemigo numer one.
Lo cierto es que lo pensarán hasta última hora sin ponerse la soga al cuello, ya que esa oportunidad no se les da cada vez que hay elecciones presidenciales y mucho menos de tener ese tino de acertar a acomodar en competencia a dos ilustres representantes de la oligarquía atragantada de vilezas y la más reaccionaria en ideas y él y ella como sus maxilares de esperanza de sexos opuestos que, como maldición del cielo se encargarán de tragarse a Venezuela en su máxima destrucción capitalista que nos dejará en la bancarrota boca abierta a merced del capital extranjero y de la banca internacional que, acabará con tanta ilusión acumulada por la prosperidad del país que ellos no tienen el más mínimo interés de acomodarse a la vía atractiva de los cambios que lentamente se vienen sucediendo por la paz y justicia social del pueblo y será alguno de ellos o ella con el huracán de sus furias el que caerá como una desgracia más a dislocar presente y futuro que con la tempestad de sus iras nos encierre.
Capriles Radonski un personajillo que siempre ha enseñado las muelas de la tentación de sus caprichos devastadores y, lo demostró cuando irrumpió y violó sin preámbulo alguno: la Embajada Cubana, buscando a Diosdado Cabello, a quien tenía ganas de comerse sin un juicio de su castigo y que como buen representante de la clase neoliberal de la derecha capitalista, ha alcanzado diversos lazos de poderes dentro del Estado que lo mantienen melindroso en el nada compartido juego democrático del chavismo del que se ha apartado muchas veces al querer jugar con ganas perversas al golpe de estado.
Por allí anda tratando de engañar al conjunto de opacos seguidores y a otros de su misma clase a llevárselos al matadero de su sed de dominar a la corriente de la oposición que aspira ser gobierno nacional y, con su lastimosa carga de angustia tratan de revivir ilusiones marchitas del pasado que los ponga donde jamás deben llegar por traidores y apátridas alejados de la sonrisa del pueblo que reclama más bienestar que ellos son incapaces de complacerle.
En cambio María Corina Machado trata de explotar un sentimiento de lealtad y franqueza que le es infiel que se le esconde en lo más profundo de su ignorancia política que la incapacita sin subterfugio alguno a arrimarse al calor del pueblo soberano, que no cae con la inmadurez de su cebo que le tira como arenga al plagiarlo de sonrisas radicales que se van con la ironía de sus sueños mal concebidos que se deshacen cuando trata de irradiar eslabones de compromisos que no puede cumplir, porque el estatus social de su estirpe, falsifica la garantía de su exquisitez en el poder y seria un infierno de remolinos brutales en donde el odio tendrá su cuna permanente como castigo infernal.
Ambos, ella y él, jamás serán líderes, sino lo que los franceses llaman un suiviste, es decir, seguidores de manadas, por eso el déraison de la oposición como insensatez, desatino de la folie es y será su trastorno psicótico compartido o locura compartida. Y es así que dos piropos de encantamientos estrujan las bondades de los que en carne propia se prestan a su juego tanto de él como de ella.
Así son ellos ilusión de un día.
Esteban Rojas
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