Demasiados conceptos, calificaciones y adjetivos como para dejarlos en el tintero. Quienes conocemos, bastante bien, por cierto, a Ramón Guillermo (de ahora en adelante lo referiremos como RG al mejor estilo yanqui), al leer la descripción que el periodista le inculca –por no decir el vocablo apropiado-, no solo nos sorprendemos sino que nos preguntamos si el periodista estaría “lanzándolo” al “foso de los cristianos romanos” a quien ha sido el dirigente de COPEI más, prudentemente, rechazado por sus troikas seudo-católicas por diferentes motivos y realidades que no son objeto de estas frases. RG, larense y, creo recordar, “lasallista”, es un político que se ha formado en contracorriente, leído, excelente negociador, estudioso del hecho político, anti-comunista militante, de equipo incondicional, ideológicamente difícil en definir en ese mundo de la ODCA, buen oyente, equilibrado, objetivo en sus análisis y decisiones que le sean favorables y, profundamente, adscrito a la corriente de aquel pensamiento de Luis Herrera ofrecida en Los Teques. Hombre de muchos conocidos y pocos amigos.
El otro comentario del periodista: “…politicastro bocón y autosuficiente…”, quizás sería prudente calificar la frase como de “contraste” ante la magnificencia de lo perfecto-democrático-siglo XVIII que representaría RG; según el propio entrevistador lo que expresa en la frase referida, no solo es subjetividad sino tendencia a manipular al futuro lector si éste no tiene dos dedos de frente en sus opiniones y, quizás, hasta en sus decisiones como “cordero en Isaac”. No extrañan los calificativos porque quien no tiene sensibilidades hacia el “ser creado” en “ser social”, es decir, quien no ejerce como católico lo impuesto como mandamiento por el Nazareno y, a pesar de sus referencias a lo bíblico, no entiende que es el “amor al prójimo”, además tiende a descalificar y calificar sin ética periodística a aquel a quien se le tiene encono. Pero ello no es el objeto de estas cortas palabras en líneas.
Cilia Flores calificó, con dureza pero certeza, ese escenario en el cual la MUD ha colocado a los opositores sociales y políticos de Chávez Frías cuando los ponen a reflexionar si deben votar por la tarjeta única y/o por la tarjeta de la unidad. Decimos que emplazan a los opositores de la Revolución Bolivariana a, primeramente, votar para “sacar a Chávez”, objetivo fundamental y único de la MUD, como, también, los ubican, a los votantes opositores, en una posición político-ideológica imprecisa –mal ejemplo-. Tratemos de desglosar lo que quizás son las reflexiones de ese equipo designado por RG para tomar la decisión (sic) de alcanzar, en profunda reflexión y obediencia al “gerente”, la “salida ecléctica y gatopardiana” de “si pero no y todo lo contrario”. Pareciera que RG habría consultado con su paisano, amigo y experto en discursos socialdemócratas, para precisar “los intereses de trastienda”.
Vayamos a lo concreto para evitar que nuestra amistad se moleste con tanta disertación. Nos dice RG que “…La tarjeta de la unidad es una solución inteligente hallada por los dirigentes de los partidos con posiciones más encontradas sobre el tema…” (Idem) Interesante frase política. Desglosémosla. Nos precisa RG que la “…tarjeta de la unidad…” es una “…solución inteligente…” que ha sido alcanzada por los “…dirigentes de los partidos…” que, entre ellos en conversaciones sobre la “unidad contra Chávez Frías”, buscan alcanzar una “vía intermedia” para evitar que las conversaciones se tornaran en enfrentamientos no aprobados ni por Washington ni por la ODCA.
Pero la frase es mucho más importante que las precisiones antes expuestas. Leamos con detenimiento. Nos dice RG que la decisión sobre la tarjeta de la unidad es el resultado de, primeramente, decisiones alcanzadas por los dirigentes de los partidos políticos de la MUD con “…posiciones mas encontradas…”, es decir, aquellos dirigentes políticos de diferentes partidos políticos con mayor incidencia en las decisiones de la MUD que, seguramente, por razones ideológicas y de intereses precisos y que no son descritos por RG, necesitaban tomar decisiones unitarias que alcanzaran el objetivo propuesto e impuesto tanto desde el exterior como de ese universo de factores internos que buscan “desmontar” el desarrollo paulatino y perfectible de la Revolución Bolivariana y el desgaste de Chávez Frías tanto como Presidente del Gobierno Bolivariano como líder de la Revolución Bolivariana. En segundo término, es interesante que el propio RG reconozca que la decisión de los futuros de la oposición política e ideológica a Chávez Frías la alcanzara “un cogoyo”, al mejor estilo de la política de la IV República, teniendo la prudencia de no consultar a lo interno de la propia militancia de los partidos decididos por RG para alcanzar un acuerdo pragmático y oportunista donde los dirigentes “elegidos a dedo” decidieron como tienen que obedecer las dirigencias y las bases de esos partidos y sin consultar y obtener la opinión de quienes van a votar a favor de la propuesta de la oposición en la MUD contra la Revolución Bolivariana.
Continúa RG precisando con respecto a la tarjeta de la unidad que “…Es un instrumento flexible que nos permite utilizarlo de acuerdo con los movimientos del adversario…[porque]… Si se revive el Polo Patriótico, (que no han podido) y tenemos un reguero de tarjetas del chavismo, se analizará qué resulta más conveniente porque estamos en capacidad de desarrollar nuestras potencialidades según las circunstancias…” (Ibidem). En ese orden, de lo que podemos estar seguros es que en la MUD no estaría presente quien es un verdadero experto en la Revolución Bolchevique y quien, con profesionalidad de analista político y diseñador de políticas anti-comunistas, podría contribuir, in situ, a favor del “subjetivo argumento” de RG. Nos explicamos. Tendremos que aceptar la objetividad de que la MUD le ha propuesto a la oposición a la Revolución Bolivariana, dos -2- (léase: DOS TARJETAS) a sus supuestos votantes. Esa realidad estaría condicionada a sí la elección presidencial estaría separada de “las otras” elecciones, lo cual es atemporal y subjetivo aunque un escenario que la MUD debe considerar. Tendremos que aceptar que el conocimiento del concepto: “Polo Patriótico” que, supuestamente, alcanza tener RG es, objetivamente, limitado, subjetivo y atemporal porque las “fuerzas políticas de la Revolución Bolivariana” están como conjunto revolucionario, estudiando dicho concepto, sus contenidos en el marco de las realidades actuales y futuras y en la disertación ideológica y programática que del “socialismo siglo XXI” se pudieran alcanzar en permanente perfectibilidad, en sus temporales propuestas como Polo Patriótico a corto y mediano plazo y sus conjunciones y alcances estructurales y superestructurales decididas y en “constante movimiento” a largo plazo. Es decir, considerar el futuro de la “tarjeta de la unidad” a la decisión que los conjuntos de la Revolución Bolivariana decidan como “política revolucionaria” y “temporal en los tiempos revolucionarios”, es “arar en el mar” o ubicarse en Wonderland. A decir de declaraciones de Oscar Figueras, la Revolución Bolivariana ya tiene candidato que es Hugo Rafael Chávez Frías y ello es de profunda diferencia y objetiva ventaja. Pero vayamos más allá.
Básicamente, la decisión de la “tarjeta de la unidad” fue decidida por dos corrientes ideológicas: socialdemócrata y socialcristiana; es decir, los uno más cercanos a Washington que los otros; y los otros se suscriben a las políticas de la ODCA y la de las derechas comunitarias europeas mas ahora que están en auge. Importante contradicción. Decimos que es importante contradicción porque las políticas económicas y sociales propuestas en ambos bandos políticos son como aquellas “mafias shanghainesas” que permanentemente se enfrentaban por lograr controlar los negocios del tráfico del opio, de la prostitución, el juego-casino, los estibadores portuarios, las relaciones especulación-inflación, tráfico humano, tráfico de armas, lavado de dinero, denominadas: la “mafia blanca” y la “mafia verde”.
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