Quién lo iba a pensar que saliera de las fauces de este valiente y añejado dirigente político que se arrima a la oposición venezolana, enratonado de malas ganas sin resacas de razón que lo empine a conseguir la paz de sus días de aspirante al poder central dentro de la MUS.
Furioso de cansancio ocioso en estas vacaciones escolares fue pescado desgraciando el castellano en un galope de vergación desleal al oído de una paisana maracucha que lo puso en apuros telefónicos y, Álvarez Olpar se derritió en frases elocuentes que trasnocharon a más de uno, dándole duro a una tal Beatriz que lo arrechó con unas lenguaradas chismosas, extraídas del ambiente político que ambos frecuentan.
Bastó y sobró verse descubierto al público en sus tres amenas conversaciones que salió de inmediato de viva voz y por escrito a pedirle la renuncia al presidente Chávez, al olfatear que el país se cae a pedazos y que no hay manera de ocultar lo que se dice y a él le resulta pertinente pensar que el todo es mayor que las partes, por lo que no queda otro camino que irse de bruces tras de Chávez.
Y es que sus “argumentos son tan convincentes” que barrió con cuanta medición se haya realizado y en la escala de su kilometraje de opción oportunista no hay asomo que haga posible que aquél se mantenga en el poder y como poder es lo que él quiere, lo ve más fácil pedirlo que ganárselo en elecciones que, lo más seguro ve que cada día que pasa se le pierde de vista en la selva intrigante dentro de las componendas de la oposición.
Quizás el desastre interno del que padece Álvarez Olpar lo mantenga de mal en peor, entonces busca un atajo que le dé brío de seguir opinando, no importa el apuro de un sinvergüenza más de los tantos que en suma creciente vagan en la oposición apátrida, y eso a él no le embragueta el alma de seguir pidiendo, aunque sea otro el que tenga que pagar las consecuencias de la derrota, por lo que su caso es: Chávez vete ya que tu mal no tiene cura que así se lo dijo Beatriz de acuerdo al manual de enfermedades sospechosas que lleva Douglas León Natera como presidente de la Federación Medica venezolana.
Mientras, hay tiempo de echarse el segundo, aunque el primero pasó de largo y, quien quita que los otros consuman la pretensión de algún día estar sobrio y le den la altísima oportunidad que no dejen de meterlo en el hoyo que lo espera en el Panteón Nacional de la IV-R como buen representante de la oligarquía criolla que hizo de Copey un chiquero provechoso que todavía el hedor los cubre.
Esos líderes como Álvarez Olpar entre más viejos más pendejos son que, debería ser lo contrario, pero en ellos priva la sutileza infantil de quítate tú, para ponerme yo.
Y entre palo y palo, Álvarez Olpar aspira ser comandante general de la barra alegre en que los líderes de la oposición dentro de la MUS consumen su tiempo.
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