RGA como secretario ejecutivo de la MUS amaneció con un hilillo de preocupación que le corría lentamente por la corriente voraz de su pensamiento y en menor grado le iba enroscando la carátula de su atención y levemente le encalambraba los nervios del visto bueno: al saber que el documento pensado y redactado minuto a minuto, sin descanso, día tras día, el que una vez logrado en su acabado farandulero que inmiscuye a todos los candidatos presidenciables que en razón de su largo peregrinaje de pensadores y analistas sagaces han hecho su carrera política en el fogaje de la oposición ventrílocua y que, uno de ellos que –él- sabe quien es, ése será el verdadero representante de la MUS y de La Casa Blanca de acuerdo a las primarias de febrero y de allí rumbo al 7 de octubre de 2012 hasta siempre.
Es de hacer notar que el malestar de RGA era porque el embajador yanqui no estaría presente ni firmaría el documento como invitado especial y lo otro que le calmaba la inquietud de su afinamiento es que de las 500 personalidades que lo leyeron, todas le hicieron observaciones y no a todas se les pudo complacer por lo estratégico del acto que fue respaldado con las firmas de 44 líderes, representantes de 23 partidos, 8 gobernadores, 6 diputados de la AN y 6 invitados de honor, además de los candidatos y por supuesto la de Ramón Guillermo Aveledo como actor secundario de la oligarquía.
En el documento firmado se refunda el Estado o sea, el nuevo Estado y se trabajará en base a nueve áreas de acción y lo más importante e insólito es que su guía será La Constitución Nacional para el novísimo Gobierno de Unidad Nacional o, lo que es lo mismo que el futuro de Venezuela se selló en el documento como quedó demostrado y se tuvo la gentileza de acordar que en esa unidad también entran los chavistas sin menosprecio alguno, tal cual lo viene ejecutando el señor “Mazamorro” en la gobernación del Táchira y si hay alguien del gobierno que no esté conforme con su contenido que coja para Cuba, porque más complacencia y consideración no hay y, además se les tratará como a un Imhotep, es decir, como el que viene en paz.
El día de ayer –lunes 26 de septiembre- quedó registrado desde ya, en la Historia Universal, como un día sin “apagones políticos” que catapultó a la oposición venezolana de ilusos irresistibles de poder, en que la visión apasionada de un efervescente grupo de soñadores que vagan en el espacio de sus ideas reaccionarias, quieren atrapar nuevamente el “sol del engaño” lo que hace años se les fue de las manos y, con una pasión sin límites buscan la cuerda del ahorcado y en esa descompresión de actividades el pueblo venezolano celebró con un silencio lento: la derrota que le espera a la MUS y a sus accionarios propagandísticos.
Ese compromiso de unidad hacia el candidato que gane las primarias: era el cheque en blanco que esperaba y exigía la Administración de La Casa Blanca para poder soltar el combustible económico que van a desperdiciar en la campaña de apátridas que son y en el apartheid de su odio.
Lo cierto es que más fue la bulla que la cabuya: y puede ser que el documento firmado en la MUS sea leído por el ex embajador Diego Arria o por ex embajador Milos Alcalay –que lo mismo da- en la ONU, para aplacar los nervios de la confrontación que allá se plantea al rojo vivo y con ello ayudar a los EEUU a salir del atolladero en que nadan ahora con unos pocos países a su costado como patios traseros de ese imperio.
Los cohetes de la esperanza se les quedaron fríos para otro día, quizás mañana o quizás…cuando se resuelva el dilema primerizo de la gallina y el huevo.
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