Se puso lindo El Caney

     El presidente Chávez tiene un contendor, como no lo tenía desde las elecciones de 1998.         

    No es que Capriles Radonski se haya convertido en un fenómeno político, sino que arrancó con buen pie. A ello se suman los derivados de 13 años de gobierno que, se quiera o no, provocan desgaste, agotamiento.


            Pero el proceso de primarias constituye un éxito del sistema político venezolano, desmintiendo una campaña interna y externa dirigida a hacernos ver como un país tiranizado, en el que no se reconocen derechos políticos ni humanos. Pues bien, las primarias son un desmentido palpable a esas campañas.


            ¿El nivel de participación en el evento comentado es sorpresivo? Lo es porque no quisimos hacerle caso a las encuestas. Varias de ellas nos hablaban de un nivel de participación importante para este tipo de acto, pero no quisimos tomarlas en cuenta. Craso error.


Pues aun no creyendo demasiado en sus pronósticos algún escenario debió preverlo. Sin embargo, la alta participación no constituye un hecho que pueda paralizar o colocar al borde del nocaut, como algunas reacciones, por vía contraria, están haciendo ver.


            Los cuestionamientos a las resoluciones asumidas por la Comisión Electoral de la MUD surgirán de la propia oposición: ¿Cómo reclama alguien que haya participado en ellas; si tienen dudas razonables sobre los resultados? ¿Cómo, si el elemento probatorio ha sido destruido? Okey, políticamente dirán que todo eso es secundario ante la posibilidad de “sacar a Chávez de Miraflores”. He allí una debilidad básica: Se está dispuesto a atropellar  cualquier cosa que se piense como obstáculo para alcanzar “el gran objetivo”. Equivale a decir que se vale todo.


            Uno sabe que la oposición es floja; que un juego de esas características no pudiera ser jugado por ella. El fundamento de sus cuestionamientos está, precisamente, en una supuesta ausencia de normas, como expresión de una conducta gubernamental. La norma es que no hay normas, solo objetivos políticos, según surge de las resoluciones de la MUD
    

        Esta es una Revolución que debe validarse cada vez que hay elecciones, mucho más si estas son presidenciales. Por lo tanto no pueden ser analizadas bajo el lente de las experiencias Rusa, China o Cubana. En ninguna de ellas se hacían o hacen elecciones directas, universales y secretas, como es nuestro caso.


            De allí que cada proceso electoral sea un reto planteado en términos definitivos. Pero, una derrota electoral no significaría el fin de la historia, ni mucho menos.


            Cierto que los enemigos de la Revolución buscarán introducir cambios sustanciales desde un eventual gobierno controlado por ellos. Pero, para ganar estarían obligados a establecer compromisos creíbles con el país de los humildes; compromisos que tendrían que cumplir, so pena de que se produzca una reacción indignada de ese mismo pueblo.


            No obstante, un posible triunfo opositor no está a la vuelta de la esquina. Hoy gozan de las mieles que da el haber dado un buen golpe, pero ese efecto no durará el resto de la campaña. Avanzada esta se tendrá que entrar en el terreno de las definiciones y aunque esto juegue para uno y otro, las de la oposición están muy dominadas por los grandes intereses, nacionales y extranjeros.


            Precisamente esta es una de las grandes debilidades que tiene el mundo opositor. Su exagerada dependencia de los sectores económicamente poderosos, determinan sus orientaciones, mucho más cuando se lleva un candidato que no solo está influenciado por aquellos, sino que es de ellos, nacido, crecido y educado en sus creencias y concepciones.


            Ese candidato va a tener que enfrentar a una persona que mueve gente como arroz; a un líder indiscutible de una parte grande del país, dotado, además, con la experiencia que le ha brindado el ejercicio del poder en condiciones siempre exigentes. Con un discurso, un relato, como diría Schemel, lleno de metáforas y significados que se encuentran con las de muchos compatriotas.


            Por añadiduras, los escenarios económicos pintan muy bien, al punto que no generan duda respecto a la sustentabilidad del modelo económico en términos, por lo menos, de 5 años. Un elemento que se agrega a los ya dados.


            Conclusión, la pelea es peleando, nadie tiene nada seguro, así que a apretar el culo contra el taburete, como decía mi abuela cuando las cosas se ponían exigentes.

ivanjgutierrez@gmail.com



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Ivan Gutierrez


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