Como era de esperarse de un visionario de profundidades políticas en pleno SXXI que, recorre distancias de kilómetros a diario: tocando puertas y, con las orejas bien puestas como antenas parabólicas de detección y, con la alternabilidad de siempre de pensar a futuro con sentido de innovación, el candidato presidencial de la oposición HCR, le ha solicitado al rey de España que le envíe a la brevedad sin escala, un elefante de ojos inquietos sin cataratas del zoológico de su causa en progreso que, esté bien programado para actuar sin ambigüedades en contiendas electorales de alto rango con tendencia a escalar multitudes difíciles y sea preciso también, en la obediencia de su persona hacia el calvario de la intemperie que sonría sin ganas y arranque aplausos con devoción que, él como el gran “mahout” que es, lo disciplinará en sus correrías interminables que recomienzan en la República Bolivariana del cambio, como lo será el 7-O.
Y sin ocultarle nada que lo inquiete –hace saber al rey- en la introducción de su carta peticionaria, el líder HCR, que hace años estuvo de cacerías en El Congo africano con su amigo y ahora financista de su campaña, como lo es Guillermo Zuloaga y, que más de una vez durmió con los elefantes sin ser un Tarzán americano, pero que su sabiduría sobre esos cuadrúpedos paquidermos es tal que, cree tener el olfato animal que lo lleve a recorrer a la nación venezolana con la perdurable intención de derrotar al candidato del gobierno que, por alguna intrigante razón no se atreve señalar y que, además, les satisfactorio explicarle en su favor que, con Nelson Mazerhane, estuvo escarbando las selvas amazónicas en busca de un loro apátrida que duerme de día y habla de noche y de ahí sus avances deslenguados que le provocan insomnios a otros.
Todo lo anterior narrado, dio razón al solicitante, por la cual, el rey aceptó sin menoscabo ni petulancia, la altruista intención del futuro de su elefante en tierras desconocidas que pisará firmemente con un lema extraordinario: “Capriles y el rey de España en la misma dirección sin votos” y con igual intencionalidad, conquistar el terreno perdido y, como las esperanzas son muchas es de esperarse que Capriles trepé embajadas en elefante que por su gran tamaño le será más fácil conquistarlas y, el rey habrá de darle el visto bueno y, bien juntos de tú a tú serán, uno el rey y, el otro el súbdito de la idea que coge a la UE desprevenida y se afianzará en el panorama nacional, emocionando con severa tranquilidad en sus recorridos relámpagos que habrán de sucederse en lo adelante.
La aclaratoria en la MUS ha sido sin reserva alguna y de intranquilidad lisonjera anda el jefe de campaña Guillermo Aveledo con ganas inmediatas de también trepar en el animal y darse una aventura en contiguo junto a Henrique que ambos sueñan con aplausos por venir en una escala de parcialidad política que los ponga a sudar con estrépito el lograr el poder.
Sin embargo, el rey exige, sin poner condiciones, sólo suplica obediencia a su corona y, lo que era español lo siga siendo, aunque tape cañerías de la razón socialista y sin pretensión alguna quiere formar parte de PDVSA –aunque sea de poquito.
La fuerza de la idea está que revienta a los partidarios de Capriles que se esfuerzan en programarle rutas que no desanime al elefante oposicionista que habrá, de regodearlo de afanes bien olfativos en que el líder y paquidermo hagan su trabajo en paz con planificación de contagios efímeros que se vean a gran distancia en las remotas circunstancias y recorridos aferrados a la idea de conquistar espacios perdidos.
Los lemas y pancartas de atención se asientan en vastas carteleras que llevarán el pan nuestro en cada frase y lo público con lo privado atraiga más a la meritocracia de la burguesía que se verá reflejada en la figura del rey con rifle de sapiencia de la conquista en veremos y, la terquedad de un majunche se hace consistente en los lomos de un elefante y, la oposición encandilada de regocijo al infinito dirá: “HCR y el elefante hacia la regularización de la vida nacional con pasos agigantados”.
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