En su artículo de opinión: “Pase lo que pase el 7 de octubre…” en El nazi-onal, el cubano-venezolano Fausto Masó hace de tripas corazón con toda la mala intención de su alma agorera de retratarnos un Chávez perverso y egoísta sin mérito político alguno delante, de un Capriles al que elogia con una sensatez de madurez ética que no cabe en el interior de una botella vacía y, estima Masó que la reacción inmediata de Capriles frente al caso Juan Carlos Caldera muestra algo olvidado en la política venezolana que, imaginamos servirá de modelo o guía de cualquier catedrático que abunda en el Movimiento 2D con una especificidad esmerada que enrumbe a los nuevos líderes de la oposición a abrirse paso con el ejemplo dado por Capriles en ese sentido –según Masó- y, en cambio la actitud del presidente Chávez frente al caso de Amuay que le llevó a actuar con prudencia de cuidar su prestigio (menos mal que algo tiene) y, no echarle más gas a la candela que siquitrillara al personal de PDVSA y, sí tierra al asunto para sacarle provecho político sacando sus manos del fuego como el comediante que es en repetir su papel de gran dispensador de regalos de líder supuestamente que es, auxiliándose de los pobres y, le faltó decir a Masó y, no de los ricos. Ligo palabras de él con lo que yo pienso en todo el artículo.
Hasta allí: hace notar Masó que, Capriles es más sincero y más político honesto que Chávez, olvidando como olvida la trayectoria de éste y, no refiere, porque no le conviene mostrarnos el Capriles que todos conocemos como abusador, mentiroso, desleal, incapaz, malversador, invasor, injurioso y lo más falso: ser y representar a la oligarquía venezolana y quererla encaramar en el poder.
En el siguiente párrafo de su artículo nos hace ver Masó con una pasión loca de alabancia hacia Capriles que él mismo no calculó su conveniencia (no detalla cuál), es decir, es una conveniencia convencional, que lo hizo reaccionar con indignación y, mandó un mensaje a los suyos y al país –no se salvó ni la chiva mocha de Josefita Camacho- en que rechaza concebir la política como un medio para enriquecerse (¿en qué país vivirá Masó?) y, sí eso fuera así no existirían ese enclave de pillos de PJ y, qué decir de adecos y copeyanos que Masó lo ve más bien como un ejercicio natural de servicio –jala Masó que te quedó de lo lindo en el mundo de los cómplices y sinvergüenzas- y, además Capriles con ese gesto dignificó la vocación de servidor público (de la boca para fuera y en campaña, pero en la práctica Masó: no) y, como el plan oficial –dice, Masó-: era destruir a Capriles, lograron lo contrario, lo engrandecieron -¿Y de qué forma Masó? Chico no seas ingenuo y mentiroso que te queda feo para tu edad, Masó.
En el tercer párrafo, explica Masó: Leemos en la prensa (en El Nazi-onal seguramente) que en las carreteras del interior se ataca a los choferes de los camiones con cócteles molotov, bombas improvisadas con gasolina, literalmente los queman vivos para obligarlos a detenerse y asaltar las cavas (¿cavas o camiones, si es cava, seguro que van cargadas del Nazi-onal y la gente lo roba para poderlo leer?) y, otra cosa: qué tiene que ver esto con Juan Carlos Caldera y Capriles, Masó y, ¿cuántos quemados al mes y dónde hallar el parte de eso? ¡Hombre Masó! Te pasaste.
Sigue Masó: Asesinaron a un vecino de Altamira -¿a uno solamente?, a pesar que habitaba en una residencia fortificada (para que veas Masó que cuando hay que morir Chávez no tiene la culpa), matan dos policías -¿en su residencia o en dónde?, y ya no llaman la atención (no estaba Globovisión cerca), secuestran al hijo de un amigo nuestro. Matan y matan (como en los mataderos), al lado nuestro, a los pobres, a los ricos (para que veas Masó que en reino de dios todos somos iguales –no hay preferencia). Ahora se pregunta Masó: ¿Alguien cree que este horror continuará otros seis años? Eso te lo puede responder el pueblo como lo hará el 7 de octubre, pero lo que sí te puedo asegurar con los ojos cerrados –Masó- es que, si tu majunche gana las elecciones, la mayoría de nosotros moriríamos de hambruna. Tú no Masó, porque como jalabolas que eres: estarás siempre guindando.
Más adelante escribe Masó: El presidente supone que cuando desaparezca el capitalismo (grave error), al no existir la propiedad privada, no habrá motivos para robar (es qué acaso los adecos se van a acabar) y, además Masó, el robo es una maldición milenaria que pesa sobre el mundo- ocurre lo contrario: el socialismo se ha vuelto la gran excusa para enriquecerse. Siempre en la búsqueda de ese supuesto paraíso, se cometen las mayores atrocidades, los campos de concentración, las hambrunas, las matanzas. Epa –oye Masó: estás hablando de EEUU y Europa que no son socialistas o de quién, espero que de de Cuba no. Lo que sigue no lo entendí: En Venezuela, permite cerrar los ojos ante la delincuencia, ignorar la violencia organizada, hablar de paz y lanzar grupos armados contra la oposición. No te entendí Masó y, sólo te pregunto: ¿Y fuera de Venezuela no Masó. Acá nada más? Casi al final afirma Masó y, no sé si es un desliz o, Capriles lo llamó y le dijo: di la verdad, como: No nos caigamos a mentiras: una buena parte de la población apoya esta locura. Los recursos del petróleo financian este plan de destrucción nacional. ¡Coño: No y no Masó!, la destrucción nacional ocurría antes de Chávez y, para el pueblo no había: ni-na-ni-na y, es razonable concluir que Chávez los tiene locos y, Masó no escapó como desquiciado y, está pillao.
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