Recuerda Nicolás: lo que fue consigna permanente y, que no dejó de repetir nuestro presidente Chávez: “Águila no caza moscas” que bastante fruto le dio y, siempre los dejó, volando bajo, arrastrándose en el infierno de sus ruindades (que hasta Vargas Llosa quedó en la lista de los “payasos provocadores” con la carabina ofensiva como súper-héroe-culto-fascista, esperando) y, sí en la campaña pasada, no hubiera hecho lo mismo con Capriles. Habría perdido el control por tantos disparates y mentiras en unión soltadas por aquél y, tú tienes que hacer como los buenos boxeadores en el cuerpo a cuerpo, pegar y salirte, y siempre pegar duro y de primero que, tú tienes pueblo y coraje y dignidad y un guía excepcional y, a él lo siguen grupúsculos de esquizofrénicos y de apátridas dentro y fuera del país y, los envalentonados patanes de la oligarquía.
Observa Nicolás, solamente observa y te darás cuenta que ese sujeto no anda bien del juicio, detalla con cuidado cada accionar de él, vele los ojos como los mueve buscando a alguien que le crea lo que dice y, más que todo para darle énfasis al libreto que tiene que seguir al pie de la letra, es lo que se dice un cantiflérico cansón, no hace reír a nadie y, desespera al más instruido y, sólo los desjuiciados e irrazonables moralmente pueden prestarle atención y darle cabida a sus palabras, ya que esa bestia humana es de otra escala o de otro orden primate en estudio.
Él ha tenido dos apariciones seguiditas ante las cámaras de Globovisión y, en su taima verbal no ha demostrado nada como político que aspira a ganarse el apoyo o la voluntad popular del pueblo que lo lleve a “saciar” su deseo pre-maduro de ser jefe de Estado que inyectado como está: primero de odio y después de irrespeto y desconsideración a la condición humana del venezolano: lo ha llevado a caer en el foso de sus lánguidas murmuraciones caprichosas.
Ten por seguro –Nicolás Maduro- que en un futuro o, ya, habrá o tiene que haber alguien acucioso: estudiando el enanismo cerebral de ese escatológico escuálido que vive con las pocas neuronas prestadas que le inyectan desde Miami: los traficantes de las tropelías humanas del desgaste incierto que, él o su financiadores, en dólares les pagan a la corrompida jauría perturbadora que lo inflan como un pérfido, para que juegue con frivolidad de contaminar las emociones del venezolano en un decir y no decir y, nunca negar y, presentarse como el santo Niño de Atoche: todo para él y, para los demás: lo miserable, lo visceral y con ello buscan a ver si encuentran pendejos, que se lo coman sin tragarlo, porque hasta para muchos “gusanos” es despreciable y, lo vienen ajustando en compases acelerados a ver si grita fraude en carrera y, como nada le sale bien, se sospecha que va a entregar el Testigo, porque de lo contrario va a quedar enterrado políticamente para toda la vida a no ser que Ramos Allup lo levante como a un Lázaro cualquiera y se lo llevé como su “gallo” a cogerle cría en AD. (Me niego a creer que los adecos se presten: ahora con tarjeta única a votar por lo más criticado que como líder ofende la “dignidad” que de corazón quieren a este País –lo dudo).
Entonces, Nicolás Maduro, si eres buen alumno como así lo ceo, leal, al pueblo y, al presidente Chávez hasta la muerte. Ordena bien las ideas dentro de tu pensamiento y, como líder de mayor experiencia y estabilidad emocional de principios morales incorruptibles en grado superlativo que fueron cimientos de nuestro amado Chávez, lucha con toda la dinámica política que aprendiste de él y, no caigas ni en provocaciones ni en bajezas y hazte merecedor del legado político de “grandeza cívico-espiritual” que concentró e hizo un ser especial de méritos infinitos a quien fue tu jefe supremo que te haga merecedor a la sucesión que como Presidente fue él y, Capriles de una vez mándalo para el carajo y, métete en tu alma de luchador con las puertas abiertas hacia el futuro que: “Aquila non capit muscas”. Y, lo otro sería: “Apúrate despacio” que tienes todo a tu favor y, bien sabes por quien.
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