Al igual que en otras regiones del país en Barquisimeto, el estado Lara y la región centro-occidental de Venezuela, no crea UD amigo lector, también tenemos a nuestros ínclitos científicos sociales; con doctorados y demás, o a punto de defender su tesis que serán de alto vuelo por su sesgo ideológico. Y los tutores y jurados, que son o ingenuos y estrellas (o estrellados) aprueban sus hipótesis peregrinas y falaces sobre cualquier cosa, con tal de apoyar sus posturas políticas, (que son asquerosamente reaccionarias y ofensivas al pueblo más humilde, pues si lloramos por nuestro amado Presidente Chávez, el líder eterno de la revolución bolivariana es que padecemos una patología y somos mesiánicos y defienden al príncipe de Nueva York, porque habla con fuerza varonil, ay papá, sobre todo eso, no digo yo, pues ) y dizque en su juventud militaron, dicen, en la izquierda rutilante y vanguardista pero ya en la edad madura se volvieron neoliberales; ¿qué tal?
Olvidando incluyo Las reglas del método de Durkheim vierten toda su subjetividad, creencias y prejuicios sobre los objetos de conocimiento y temas de estudio que analizan y que se las traen por ello (o se las llevan todas) por sus “altos criterios científicos” aprendidos en no sé qué academia, que lo que da es lástima por tanta manipulación de ellos y hacia ellos mismos como tales. No se respetan.
A la hora y punto de opinar sobre la coyuntura actual, de luto, duelo nacional y la nueva convocatoria a elecciones en Venezuela, dolorosamente, son unas estrellas y a ellos acuden los periodistas en busca de luces (¿y virtudes?), con fines de informar y orientar la opinión pública; pero, claro ¿qué ciencia y virtudes va a tener esa punta de renegados? Lo que consiguen transmitir a sus lectores no es más que pura bazofia ideológica, criterios sesgados, intentos de análisis comparado, imagínese Ud que comparar al Comandante-presidente Hugo Chávez con Juan Vicente Gómez, Pérez Jiménez y Carlos Andrés Pérez, en cuanto al sentimiento nacional de congoja por su pérdida física, pero no; cual más burdo resulta ese ejercicio y carente de la más mínima honestidad intelectual, no se diga ya de su falencia científica, pues lo que resulta es un juego de palabras, como lo hace un tal sociólogo llamado Nelson Fréitez, un supuesto experto en ciencias políticas, sociología del trabajo, cultura y no sé cuantas vainas más, todas asaz inútiles para la comprensión del actual contexto sociohistórico, según se comprueba por lo que dice. Pues bien, este sociólogo falaz y espurio, señala en El Impulso de Barquisimeto que: “Nuestra vida está llena de sobresaltos. En Venezuela los medicamentos que más se venden son los de dormir, mientras que los odontólogos señalan que nuestros dientes se están corroyendo, porque los rechinamos por falta de un sueño reparador”, (P.B3), alo que la periodista agrega que “añadió que hay muchas señales de que sufrimos una patología colectiva”, (ídem).
Jodedor el tipo, ¿verdad? Pero, ¿de dónde saca los datos que ofrece? ¿Cómo hizo la estadística que enuncia? Y lo demás es pa´ coger palco, porque vaticina escenarios de violencia por una supuesta frustración que diagnostica habría de tener la sociedad venezolana, de tan gran científico social que es y ventrílocuo de los deseos más recóndito de los agentes de la MUD, de la este falaz y renegado parece que es tonto útil, porque de otra manera uno se explica tanta estulticia en un sujeto como ese; a quien por cierto un amigo mío, que en verdad es medio pendejo, lo invitó a un foro en un ambiente académico en una universidad local y no llevaba veinte minutos hablando con cierto aire profesoral a los estudiantes de sociología de la educación allí reunidos con fines de que le explicara los métodos estructural-funcionalista y marxista; pero no sé qué le dio de repente e inmediatamente parece que recordó que debía aprovechar el auditorio para hacer su campaña política ( a favor del petrimetre y lechuguino de ojos desorbitados) y perdió los estribos, empezó a insultar al Comandante Reyes Reyes y al diputado Luí Jonás, terminando todo en un alboroto y escándalo por su falta de compostura. Pero, en fin, no se trata de pedir que los científicos sociales, como se supone es este personaje, hagan disertaciones complacientes con la revolución bolivariana, a quien él por demás nos consta que apoyara junto con Henry Falsón de quien fue su director general en la alcaldía de Irribarren, sino que tengas honestidad intelectual pero tal vez sus propias frustraciones por ascender a otras posiciones de gobierno, hayan afectado su psíquis.
Lo cierto es que el Comandante-presidente Hugo Rafael Chávez Frías no sólo es un producto histórico sino que en mucho ha posibilitado que el pueblo sea sujeto de su propia histórica y que no se la escriban los expertos.
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