¡Buenos días Venezuela! ¿Cómo está mi pueblo alegre y bullanguero? Hoy es un día especial para este programa, ya que vamos a desnudar a las buenas de dios, dentro de un buen rato, aunque ustedes, no lo crean, pero así va a ser, pues hemos logrado traer al canal –y no por la fuerza- al candidato Capriles –expresó el periodista y entrevistador de turno.
Antes de comenzar con el programa: debo anunciarle con todo mi respeto que es la primera vez que yo me meto en estos líos de tertulia mañanera con un candidato y de la talla política de quien nos visita en esta mañana fresca y confusa y, jamás imaginé que nuestro invitado aceptara conversar de buenas maneras, aunque eso está por verse, con nosotros como simple mortal que en lo adelante va a triturar el rato y, sin más preámbulos, abrimos el espacio.
-Buenos días, candidato Capriles, cómo está usted.
Buenos días, señor Nicolás –¿cómo qué Nicolás que, yo soy…? Usted puede ser Mandrake el Mago, aunque no se le parece, pero, para mí es Nicolás, ya que todos ustedes son Nicolás, Nicolás –respondió Capriles con sus ojos punzantes en ese momento fuera del canal.
-Por favor, amigo Nicolás, solicitó Capriles-, le agradezco que quite esa taza de café de mi vista que yo no vine a este canal a tomar café, sino a debatir ideas si es que ideas es lo que quieren oír de mí: como yo solo lo sé hacer. Y el locutor, refutó: ¿otra vez, con lo de Nicolás?
Amado pueblo de Venezuela, como es mi deber, y así debe ser, les informo que este programa es patrocinado imaginariamente por la CEV, ya que gracias al cardenal Urosa Sabino: quien no hace mucho regresó del cónclave de Roma y vino más sosegado, apuesto y presto a colaborar democráticamente con las buenas intenciones de todos los venezolanos y, en particular con los pobres sin su amistad y, más que estamos en la Semana Mayor y, así lo ha hecho al convencer al candidato Capriles a que no rehusara nuestra invitación y, también lo copatrocinan Las Damas Copetudas del Este, El Comando Simón Bolívar, Harina y Arepas Venezuela, Los Robertos, la MUD y El Comité Mayamero no te vistas que tú no vas y, además se nos ha pegado Globovisión –resaltó el entrevistador.
-Amigo Capriles, ¿si es que lo acepta así? Por qué usted nos odia tanto y, por qué no quiere saber nada del presidente Chávez que usted, ha dejado de nombrarlo como si se hubiera ido para siempre de la República Bolivariana de Venezuela –preguntó el periodista.
-Sí puede llamarme amigo: mientras esté aquí, después no, ni se le ocurra y, déjeme decirle con voluntad infinita que, yo me preparé para venir a su programa y, antes de salir para acá me metí dos platos de consomé de soapara, porque siempre tenemos que estar precavidos de las desconsideraciones de ustedes que nunca las apartan a un lado y, donde esté allá van a tratar de apartarme del camino que andamos buscando desde hace mucho tiempo que es nuestro futuro. Tú no estás convencido de eso, pero yo sí. Fíjate tú y eso yo no lo entiendo, ¿porqué ese camarógrafo tiene que tener una franela roja puesta frente de mí? ¿Es o no es eso una provocación sin precio? Yo lo creo así –fue la respuesta que dio Capriles.
-Y, otra cosa –continuó: yo puedo asegurarte que, “político gordo no camina” y, sé también, porqué lo digo. Tú no.
-Candidato Capriles, ¿por qué usted vino al programa vestido de Nazareno? Si nosotros no le impusimos ninguna condición de vestimenta –preguntó el periodista. Y, Capriles –respondió: simple muy simple, estamos en Semana Santa y, el que no es santo es profeta y como político que soy siempre ando con el telescopio de mi viveza divisando dónde está el Nicolás mentiroso, porque a ese hay denunciarlo dentro y fuera del país a ver si le da vergüenza y se retira y me deja el camino libre que si él fuera inteligente es lo que tendría que hacer.
-¿Señor, Capriles, usted es tigre o es caimán? Comparación que salió de la boca del entrevistador y, lo que Capriles –respondió inmediatamente: -yo soy las dos cosas. De día soy tigre y de noche caimán y no voy a decir ni voy a descubrir mi forma de actuar que de eso se encargan otros.
Capriles –contésteme esta pregunta con sinceridad-. Por qué usted vive obsesionado con el presidente encargado y candidato, Nicolás Maduro que, a cualquier hora del día y de la noche esté donde esté siempre lo nombra. No. No. Yo no estoy obsesionado con Nicolás. Eso está descartado. Yo estoy obsesionado es con el poder y Nicolás es la piedra de tranca que me lo impide por ser el candidato impuesto por el que fue presidente de la República por catorce años que en el pasado: “yo competí con un líder, no con lo de ahora”. ¿Cómo es eso –explíquemelo, dijo el periodista? Y Capriles, sólo, respondió: muera callado, Nicolás.
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