Diego Arria a Capriles: no te envidio

La unidad democrática somos todos. Así que bájate de esa nube: si crees lo contrario que tú y sólo tú eres la última perla del mar Caribe: estás bien equivocado. Generalmente actúas como una antojosa primeriza que quiere que le den todo lo que pide y, los demás deben complacerte, pues no, aquí es dando y dando y, lo que aconsejas o sugieres ahora, ya eso era parte de mí desprendimiento de ideas cuando andaba en campaña, por lo que veo que eres un vulgar copión.

El país nos pertenece a todos y, no eres tú, el escogido permanente, para representarnos cada vez que haya elección presidencial, basándote en argumentos desabridos de toda lógica comunicacional que acierte en el blanco y, si ustedes pueden, nosotros también sabemos agarrar el Pabellón Nacional por el asta de la dignidad que, eso de andar atropellando con boberías baratas no te salva de la inocencia en que has caído y pretendes desalmar a los demás, presentándote como el relevo en todos los períodos que van y quedan por delante.

Si tú no reconoces el gobierno de Maduro, nosotros tampoco y, eso es posible que estemos de acuerdo con sus desacuerdos que, cuando no pifias no dejas de meter la pata y, te desorientas que a veces me provoca darte una trompada de lástima a ver si te comportas como un político serio si es qué, alguna vez lo has sido, que lo dudo, viéndote sonreír cuando no debes y arrechándote por demás tan vulgarmente que comprometes el acercarnos más a la gente a ver si algún día somos poder y, yo vuelvo a la ONU de donde no debí salir nunca.

Si nos trepamos en la balanza política de la dialéctica, te aseguro sin miedo a equivocarme que, ella se inclinaría hacia mí como más democrático que tú que tienes tus malos pasos de fascista que no se olvidan de un plumazo siquiera y, posiblemente, aunque te creas el Fedón de Platón sin haberlo leído, lo entiendo, ya que tu pensamiento no da para tanto, ni que medien los, Cebes y Simmias, de PJ sin experiencia a tu favor que escarban en el mismo pajonal de siempre con abundancia de lo ajeno.

Ya no encuentras de que echar mano con tal de mantenerte a flote atareado con tus peroratas sin fortificación, bien alejado de tu gobernación que has descuidado por omisión implícita metido de lleno en “Venezuela somos todos” que te quedó de lo más bello ese nombre y a lo mejor fue, Ismael García, el de la idea por lo contagioso e inflado de él mismo y, la última vez que te oí, por poco me infarto de perjurio cauteloso por alarma, temor y preocupación por lo disparatadas de tus noticias que se enroscaron en mi cerebro como serpientes nada reptantes que ni maquilladas de paz las consiento y, te atreves con osadía apática en decir que quienes no estamos de acuerdo con todo lo que tú vomitas del pensamiento inclinado, no somos nada democrático y, esa es una falsedad imaginada que te engaña y, que a mí en particular, me molestó como inaceptables.

Hay cosas dentro de ti y que tú dices con una sutileza improgramada cuando afirmas que hay dos oposiciones, una la ideal, la sustanciosa, la pletórica de emociones que es la que te sigue a ti y, otra que se lleva por delante nuestra unidad que es la que nos critica como oposición que, es que por la tanto según tu ley patronal no es nada democrática y, lo otro que te perturba es que quieres hacer lo que te venga en ganas con la MUD y, que no se te critiqué con exceso que, eso pone en peligro tu salud y talante de líder que espero que no sea “supremo”, ni lo pienses que te queda grandote por demás y, jamás te lo ganarás como el róbalo de la canción.

Y, lo otro que veo sumamente peligroso como un “apartheid político” es que nos apartemos de Twitter y te lo dejemos para ti como opositor solito que es en la actualidad el único medio que todavía nos queda en esta “dictadura” y eso, no creo que el señor Capriles, lo haya pensado que, lo acerca como un tiranillo bien incomodo que nadie se lo va a calar en vez de irse a pasar y disfrutar unas buenas vacaciones en su apartamento en Nueva york.

Por todo lo dicho anteriormente, no lo envidio ni lo puedo envidiar jamás y, sí desearle un feliz cumpleaños como el mal nacido que fue un 11 de julio de un año infiel y, él sabe porque se lo digo y, además que deje de soñar que Venezuela somos todos.


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Esteban Rojas


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