Me refiero al advenedizo a la Venezuela autentica, que en su mitomanía proyecta en los demás su permanente conducta ridícula, inepta, mentirosa compulsiva, hasta el fascismo descarado. Aquel que se enreda con los nombres autóctonos, y se va de “zuapara”. Por eso escogió el término de “chácharas” que en nuestro país es lo mismo que paja, como lo es él: un soberano hablador de gamelote.
El que según estudios de la conducta humana está predispuesto a ver y escuchar cosas que no existen, por eso inventó que en su cruzada (contra Venezuela), “lo recibieron pueblos, juventudes…” pero como dice la canción, el mundo es testigo que en su frenesí fueron los fascistas quienes lo recibieron, y que su “pana” Sebastián Piñera lo mando a la cocina del vecino.
Es el mismo sujeto que se niega a ver en 100 días de gobierno del Presidente Maduro y de su equipo, un Gobierno de calle con democracia, paz, estabilidad, funcionamiento de las instituciones del Estado. Prevalece la moral de las FABV. Se regulariza adquisición de divisas. Soluciones concretas en salud, educación, vialidad, seguridad, producción, agricultura. Reales adelantos en estrategia comunicacional, en telecomunicaciones En materia socio cultural educativa. Se enfrenta la corrupción contra peces gordos o flaquitos. Al tiempo en INDEPABIS se lucha por sus objetivos dentro y fuera del organismo rector.
Se ratifica política integracionista de América Latina y el Caribe, preservando la obra de nuestro universal, y sí pues, galáctico, amado Presidente Hugo Chávez; y a pesar de la apátrida arrechera del histérico hablador de paja, Venezuela preside y se proyecta en MERCOSUR.
Ni hablar de los deportistas venezolanos quienes honran el lema que el Comandante Chávez les otorgara como la “Generación de Oro” camino a ser una potencia deportiva, ganan para Venezuela preseas de oro, plata cobre como nunca antes.
100 días, donde el Presidente Maduro con gran responsabilidad patriótica junto a su gobierno, ha enfrentado también, a este hablador de paja cuando su criminal arrechera causó el asesinato a 11 compatriotas y a centenares de heridos. Conspiración que ha seguido con sabotajes, guarimbas, desabastecimiento, especulación, campañas inútiles de desprestigio y deslegitimación el Estado de Derecho, apoyándose nacional e internacional en sus medios de comunicación y respectivos periodistas que trabajan como punta de lanza para los propósitos de una descalabrada dirigencia opositora, hasta ahora representada por el hablador de “cháchara” el ex candidato perdedor, quien por su habitual histeria, ojos desorbitados y rostro descompuesto, dicen los entendidos en la materia, que se asemeja a una vaca en celo devorando puro gamelote.
