Un día de esos tantos en que la derecha interviene en los debates que se escenifican en la Asamblea Nacional, en cuyos discursos lo que hacen es ratificar sus carencias y su entrega cada vez más marcada a intereses foráneos, tanto el jefe como la famosa de las canillas peladas en la foto con el asesino de turno en la Casa Blanca, de eso que de Secta devino a Asociación Civil, de ésta a partido político y de allí a mafia o cartel del más puro fascismo como alguien lo denomina ahora, se autodenominaron pertenecientes a la gente decente de este país, mayor falacia, mayor cinismo, mayor curadurismo imposible, pues los hechos no pueden ser más expresivos, cuando encima de asesinos consumados ahora son la más connotados representantes de la corrupción y defienden a sus corruptos como se defendería a seres muy queridos.
Tanto, que en una demostración de su desconocimiento de este pueblo que ha demostrado en innumerables oportunidades que sabe asumir con criterio, posturas éticas hasta el punto de poder dilucidar en dónde está la verdad, convocaron a una marcha para apoyar a sus corruptos, la cual terminó, como era de esperarse en una simple y escuálida concentración en la que el protagonista fue el diputado que han dado en llamar el Robin Hood de la política venezolana quien no pudo justificar las enormes cantidades de dinero en sus cuentas y movimientos de fondos, todo sin declarar, lo cual es aquí y en la cochinchina un delito grave.
El pueblo no les respondió porque aun siendo opositores no se prestaron para marchar por lo negativo, en respaldo a delitos públicos notorios y comunicacionales y porque si algo une al pueblo es precisamente la lucha contra la corrupción, como un flagelo repudiado por todos que va de la mano con el fascismo y ambos, ha quedado demostrado, están del lado de la derecha, pero no de toda la derecha, hay que decirlo, lo cual quedó confirmado en lo pobre de la respuesta a la convocatoria en donde el asesino intelectual de venezolanos, intentó hacer malabarismos para voltear la tortilla y convencer que eran ellos quienes marchaban contra la corrupción y que ellos son los pacíficos y los revolucionarios los violentos, y su reunión se convirtió en un acto de campaña para el 08 de diciembre y para despotricar de quienes ellos suponen van a ser candidatos por la Revolución y ello porque no tienen otro discurso ni argumentos sólidos y valederos, y entonces se limitan a pedir votos de manera extemporánea y a hablar de constituyente, de revocatorios, a insultar y a hacer el ridículo como sucede cuando habla el fascista doblemente derrotado.
Este sábado pues, la calle habló y demostró en donde está la verdad y de cómo este pueblo sabe rectificar y no va a desperdiciar la nueva oportunidad que viene en diciembre, para reivindicarse de lo que sucedió el 14 de abril, cuando inexplicablemente, por haberse abstenido mucha gente de nuestras filas, casi que perdemos la República.