María Corina llegó intoxicada de rabia pura a Maracaibo y, sin velo de
puritanismo oligárquico se presentó ante la prensa, a la que enredó
con solo decir, “Habilitante es ilegítima porque nace de la
corrupción”. Vaya frase que pone en el camino de la duda, lo que quiso
decir esa diputada con su afirmación que como afirmación de un
pimpollo pueril que, cuando no la pone la deja en asomo y, quien
intente descifrar ese concierto maracaibero salido de su alma: tiene
que apelar a la conciencia del egoísmo que se hunde en lo presente y
se mete en un atolladero a futuro del que es experto el líder
caprichoso y, María Corina como su inmediata seguidora, se dilata de
amargura y sufre de inmadurez.
¿Pero será verdad que la ley es corrupta de por sí, se le pudo antojar
a alguien -preguntarle a María Corina? Y ella pasmada de iniciativa
propia, debió responder, sí. Y sin untarle más pasión a su decir y,
con terquedad absoluta, rellenó de firmeza, “el Gobierno Nacional con
sus últimas acciones (–tras la habilitante-) es un gobierno ilegítimo
y débil que ha buscado esconderse detrás de la corrupción del sistema
judicial para pretender callarnos”. Mejor, respuesta no pudo ser y
sobre todo para acallarla a ella es una canallada que no tiene nombre
propio, ya que a una dama en acción milagrosa hay que dejarle la vía
libre sin pretender por debilidad y miedo, taparle la boca -¿qué es
eso?
La verdad es que molesta con resaca incluida que el Gobierno Nacional
se preste a tamaña tortura que implica tener a María Corina sin
hablar, lo que vulnera su derecho a la libertad de expresión que la
consume como lengua muerta y, eso si a ver vemos está fuera de orden
constitucional, por lo que María Corina tiene toda la razón del mundo
de estar rabiosa, pálida e irritada y, tiene que ir a Maracaibo a
consolarse con los maracuchos que sí la entienden y en particular su
confesor el padre Palmar que la purifica en confianza.
Pero, aún hay algo digno de comentar como todo lo que venga de María
Corina que como una fiera herida de rencor estremece predios
occidentales y se da a entender sin ninguna señal que la haga
distraerse de su cometido de líder justiciera que predice el mal que
arropa al gobierno a diario y, ella no se queda atrás para esconder,
lo que está a la vista de quien quiera ver y, así lo proclamó con
desdén también en Maracaibo, “el 8-D tendremos el inicio de una nueva
Venezuela y el fin de una etapa que ha generado dolor (muchas
parturientas), miseria (ricos por demás acabando con los pobres con
usura, sobreprecios, remarcajes, acaparamiento), colas (todos los días
en los bancos y donde haya artículos baratos o para adquirir alimentos
y artículos de consumo diario en Mercal y Pdval) y violencia (por el
atraco a que sometieron al pueblo).
Sin mucho aspaviento se comprenderá que el 8-D se reinicia el país e
imaginamos que será que van a arrasar con todos los cargos de elección
popular en la contienda y, si pierde -¿qué pasará, ah, MC? Mentirosos.
Pura bulla y distracción a lo que pudiera ser su hundimiento
electorero.
Con el alboroto que los caracteriza como agitadores profesionales que
María Corina no se queda atrás como representante embrionaria de la
burguesía rancia, corrupta y acaparadora. Repiten y repiten sin pasos
firmes, lo que mejor que les conviene al momento y no encuentran como
traducir lo que les frunce el estómago de sus desdichas y, menos como
esconder que después de Chávez, Nicolás Maduro es el presidente de
Venezuela hasta el 2019, les guste o no. Y les arrecha cuando
repetimos con fuerza política al infinito, Chávez vive y, eso le pela
las rodillas de la impaciencia a María Corina como una torpe fascista.