Será, Leopoldo López, tal cual como se ha manifestado en público un solapado bravucón o, de verdad es un guapetón de esos que generalmente brotan de la oligarquía y, se creen unos envalentonados que nada ni nadie los detiene cuando reciben órdenes de llevar adelante la desestabilización del país fuera del país y, es tanto su cinismo político que, por las redes sociales publicó, haciendo alarde de una valentía estrepitosa y de vil desprecio hacia el presidente Maduro con una irónica amenaza: "¿No tienes agallas para meterme preso? O esperas órdenes de La Habana? Te lo digo: La verdad está de nuestro lado". Y, éste grandísimo carajo habla de la verdad. ¿De cuál verdad, Leopoldito?
Acaso, el desastre ocasionado por la intervención de tus compañeros de Voluntad Popular e infiltrados de muchas organizaciones terroristas como de estudiantes pendejos e ilusos que se prestan al juego político que ustedes, los de la oposición fascista y cobardona, llevan adelante con la planificación de organismos internacionales con financiamiento y planes de lucha terrorista incluidos bien alentados desde Bogotá, México, Miami y Washington que incentivan a través de sus medios a cada momento: la caída del "régimen" de Nicolás Maduro como dictador y, que una parte de la oposición golpista y plañidera tutela de las miles formas que contradiga el buen desarrollo de la revolución venezolana.
Como era de esperarse y sin pérdida de tiempo salió por los medios, el representante de la iglesia católica, vestido de cardenal auspicioso y juicioso como se hace ver Urosa Savino: a tratar de remendar el capote de la discordia, diciéndonos con una sapiencia peculiar que, "la violencia irracional no estaba prevista por los organizadores de la marcha". Vea usted pues, ¿y cómo lo sabe usted, oportuno cardenal? O es que acaso quiso decir que la violencia desatada el 12 de febrero en todas las principales ciudades del país es y fue por culpa del Gobierno Nacional que no se dejó tumbar, ah cardenal, o se le ocurre otra cosa y, además, quiénes de los líderes que planificaron la marcha, dieron la cara y se hicieron responsables por los actos vandálicos sin paragón de fuerza violenta desarrollados y, qué por los (estudiantes), ¿qué si esos son el futuro del país? ¡Sálvame Dios de tanto bicho malo! ¡Ay, cardenal, ore bastante!
Aparentemente hay orden de captura del principal líder que fue uno de los que convocó a las marchas para ese día infausto que nos dejó una mancha imborrable a nuestra Historia de Nación civilizada y, el principal responsable de los repudiables actos que enlutaron a Venezuela con tres muertos y decenas de heridos y pérdidas materiales por demás en una acción que disfrazaba y encubría un golpe de Estado solapado contra el Estado venezolano y, el no valentón sino cobardón de Leopoldo López como tal, se está escondiendo en alguna parte del país y, que los principales organismo encargados de su captura deben llevarla adelante por orden judicial a cómo sea que, ése es un individuo sumamente peligroso y maligno para la estabilidad democrática del país y, su sana convivencia que no necesita del estímulo del odio y el rencor que destilan los mensajeros de Voluntad Popular de la oligarquía y sus escuálidos.
Ha llegado el momento de no dejarles pasar nada después de su accionar infame tanto, a Leopoldo López, como a María Corina Machado y al rezagado de Capriles que el motivo y la intención de sus actos políticos va en contra de la paz de los venezolanos y, la justicia venezolana tiene que actuar con premura y sin dilación alguna que a esos fascistas hay que darle una lección moralizante que definitivamente acabe con tanta impunidad encubierta en que los mentirosos de la oposición se regocijan, santificándose de demócratas. Leopoldo López tiene que ser encarcelado y juzgado como el bandido solapado que es y ha sido a través de su larga pasantía como un traidor oligárquico que nos desmoraliza como "líder" golpista, atrapado por una demencia persecutoria inmadura. ¡Basta ya de complicidades extremistas y terroristas auspiciadas por el neofascismo de las élites oposicionistas del terror!