Ante el llamado del presidente Maduro a la pacificación, la ultra derecha, más bien le subió 2 a la violencia; es la puesta en marcha del plan fascista tantas veces reactivado durante este proceso bolivariano y otras, tantas, denunciado y derrotado.
El gobierno llamó al diálogo
En el marco de la propuesta que el gobierno nacional le presentara al país, en aras de la paz social que clama la comunidad nacional, para darle respuesta a la violencia criminal que acogota a las familias venezolanas, se incorpora a la mismísima oposición, en virtud de que la criminalidad es uno de los problemas generales que afecta a todos por igual sin distingo de clase, credo o color; y, por tanto, amerita ser abordado como un asunto de Estado, con el concurso general de las instituciones y la participación activa de todos los sectores del país.
El gobierno de Nicolás Maduro partiendo de la premisa de que es a través de la vía consensual, sujeta a las normas constitucionales, como se puede generar la solución efectiva, humanista e integral al sentido y padecido problema de la violencia criminal, le formuló la invitación al diálogo a los gobernadores y alcaldes opositores, los cuales, en términos generales, respondieron tímida pero positivamente al llamado presidencial. Pero, no bien se había comenzado a transitar ese camino cuando los sectores de la ultra derecha hicieron sentir su rechazo a esa política incluyente.
La dupla López-Machado tenía otra agenda
Desde un primer momento, Leopoldo López y María C. Machado y los grupos que ellos representan e influyen directamente mostraron su animadversión al ensayo de diálogo que se estaba propiciando en torno a un problema de tal magnitud como el de la criminalidad o violencia social en el país, evidenciando con ello, una vez más, la agenda real a la cual están sujetas sus ambiciones y planes políticos, en los que las soluciones a los problemas de los venezolanos y venezolanas, realmente, no cuentan. La motivación primordial de estos dos agentes proimperialistas y de la derecha internacional está centrada en el derrocamiento del gobierno bolivariano y en la extinción del proceso revolucionario que inspirado en la praxis chavista simboliza los anhelos de redención de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Desde el polo de la derecha, la dupla López-Machado, es la que más nítidamente expresa, en el ámbito político, la contradicción fundamental de la presente coyuntura venezolana.
Oposición menos lacayuna
Y no es que el resto de la oposición, reflejada tanto en la MUD como fuera de ella, no se planteé la extinción del proyecto de país que encarna el chavismo, de hecho, a lo largo de estos 15 años han tenido esa tentación presente permanentemente, sólo que después de tantas derrotas que se le han propinado tanto en lo electoral como en sus arrestos insurreccionales, han comenzado a entender que el chavismo, como fenómeno telúrico que es, está cimentado en las entrañas del pueblo venezolano y llamado a perdurar, como, tal vez, ningún otro, en la Venezuela contemporánea. Y frente a esta realidad, algunos sectores opositores, comienzan a plantearse su quehacer político desde una perspectiva menos ambigua y menos aventurera; afirmarse en esa dirección pasa por tener una relación menos lacayuna frente al imperialismo y a la derecha oligárquica.
El 12 de febrero
Con motivo de la conmemoración del 12 de febrero, Bicentenario de la Batalla de La Victoria, y Día de la Juventud, se sucedieron hechos que connotan maneras antagónicas de concebir al país y al proceso político que se viene desarrollando. Mientras el gobierno lo celebró con alegría, en Caracas y en La Victoria, como acontecimiento histórico que contribuyó con la lucha independentista y con el forjamiento del gentilicio venezolano, proyectándolo en la actualidad como estímulo al relevante papel que le corresponde ocupar a la juventud venezolana en el esfuerzo constructivo de la Patria digna inspirado en el legado de Chávez.
La oposición, por el contrario, lo conmemoró como un acto de protesta a la gestión gubernamental y marcado por la dupla ultraderechista López- Machado degeneró en acciones con ribetes subversivos tanto en Caracas como en otras ciudades del interior del país, con un lamentable resultado de 3 venezolanos muertos y varios heridos, asedio a varias instituciones públicas y daños al patrimonio nacional y cerca de un centenar de manifestantes detenidos. Con estas acciones la ultra derecha más bien le subió 2 a la violencia política en el país; con un carácter claramente subversivo y apuntando a crear una situación caótica que sumada a la que han venido enhebrando con la guerra económica y la guerra mediática, intentan generar una sensación de “crisis de gobernabilidad” que pudiese dar pie para cualquier acción injerencista como las que el imperialismo ha practicado en otras latitudes. Un plan insurreccional, que deja ver al trasluz, una vez más, la carga violenta de la que está impregnada la ultra derecha antidemocrática, fascista y proimperialista que actúa en el país.
Respuesta bolivariana
Teniendo como consigna central ¡Y va a caer, este gobierno va a caer! Los catiritos y catiritas del Este pensaron que venían de picnic al centro de la ciudad, cuando, como en otras oportunidades estaban siendo utilizados por la ultraderecha en su intención de asaltar el poder. Vano intento, pues un gobierno sólido como el de Maduro va a proceder a imputar a los actores materiales e intelectuales de esta felonía, a allanarle la inmunidad a María C. y a enjuiciar a López. Respuesta bolivariana que la gran mayoría de los venezolanos y los pueblos nuestroamericanos apoyarán con la mayor decisión. Y… a todas estas… el Flaco Capriles habrá aprendido la lección.