La hija del Presidente de la Asamblea Nacional y Vicepresidente del PSUV fue amenazada de muerte por uno de esos violentos de la oposición cuyo odio irracional se retuerce en el fondo recóndito de sus entrañas. Ya habíamos conocido sentimientos enfermizos de los fascistas contra los líderes de la revolución a lo largo del proceso. A diferencia de los sentimientos de amor que mueven a los revolucionarios, la ultraderecha se caracteriza por ser sanguinaria, inhumana y sin escrúpulos para cometer los peores crímenes en contra de quienes luchan por un mundo liberado de la dominación capitalista. La historia de Venezuela y el mundo guarda los más terribles testimonios de esa triste realidad.
Los familiares de los chavistas, en particular sus hijos en las escuelas privadas, han sido sometidos desde los inicios de la revolución, en forma más acentuada cuando se exacerba la violencia, al acoso y a la intolerancia del fanatismo opositor. Eso lo hemos sufrido y vivido todos de alguna u otra forma. Lo que nunca se había experimentado hasta ahora es la manifestación pública del deseo sádico y criminal de matar, por puro odio, a una joven descendiente de un chavista por el sólo hecho de su relación filial con su progenitor revolucionario. Contrasta esta malsana intención con los sublimes sentimientos de amor del pueblo venezolano que están expresados en la obra creadora “Los hijos infinitos”, grabados con letras de oro en el alma popular. Andrés Eloy Blanco supo decirlo así:
/Cuando se tiene un hijo, / se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera…/
En el pueblo venezolano siempre han existido los valores de nobleza y devoción con los hijos exaltados por el poeta con su verbo emotivo de fina sensibilidad:
/Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños / que la calle se llena /
No es la hija de Diosdado la única víctima amenazada por este terrorismo herodiano, extraño a la idiosincrasia de la patria de Chávez y Bolívar. Esa maldad pretende borrar con su ponzoña venenosa los valores más profundos y auténticos del ser humano:
/… Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro / y el corazón afuera…/
La amenaza de asesinato contra la hija de un chavista, por el degenerado que la profirió, se suma a las intenciones abiertas de magnicidio declaradas por los mismos violentos, quienes no tienen empacho de manifestarlo públicamente. Esto se parece mucho a la escuela colombiana para la formación de paramilitares, sicarios, traficantes y anticomunistas fundada por Álvaro Uribe Vélez a la cual es adicta nuestra ultraderecha opositora. Hay una transculturización de los vicios y antivalores del vecino país, importados por el fascismo criollo, que debe detenerse por todos los medios posibles sin subestimar la fortaleza de nuestros propios valores éticos, de la educación socialista y de nuestra cultura revolucionaria forjada en la obra escrita de los fundadores de nuestra identidad nacional.
Como si fuera poco el “gigante de las siete leguas” arremete contra el gobierno revolucionario exigiéndole que se entregue en manos de la oposición terrorista, violenta y facinerosa que asesina inocentes, incendia bienes públicos, promueve la desestabilización y atenta contra el sagrado amor infinito a nuestros hijos. Nos encontrarán para defender la Patria “en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes. “
/ Cuando se tienen dos hijos / se tiene todo el miedo del planeta / todo el miedo a los hombres luminosos / que quieren asesinar la luz y arriar las velas / y ensangrentar las pelotas de goma / y zambullir en llanto los ferrocarriles de cuerda. / Cuando se tienen dos hijos / se tiene la alegría y el ¡ay! Del mundo en dos cabezas, toda la angustia y toda la esperanza, / la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega, / si el modo de llorar del universo / o el modo de alumbrar de las estrellas. /
¡FELICITACIONES DIOSDADO POR EL TALENTO Y LA BELLEZA DE TU HIJA!
¡EL HORROR Y EL ODIO NO PASARÁN!