¿Hasta dónde podrán llegar las derechas en su golpe continuado?

Permítasenos comenzar este texto con una cita de Jean Baudrillard en su texto: “La agonía del Poder” (Ediciones Pensamiento. Madrid, 2006, pp. 69) que reza: “…lo que nos interesa aquí es esta virulencia de las imágenes y de la información, es decir, no solamente la violencia real, sino la del medio que se superpone a la violencia “real” y que incluso a veces [lo] neutraliza…” (Idem, pág. 47) pero también puede no solo “neutralizarla” sino “transformarle en mentiras, medias verdades e insinuaciones” como se percibe y observa con los medios privados de información y las redes sociales. Pero estamos en un escenario de “Golpe de Estado continuado” y/o, para decirlo más preciso, en la continuación del “11 de Abril” (2002) y del “Golpe petrolero” (diciembre, 2002).

Pero ¿Por qué las derechas, nacionales y foráneas, están tan empeñadas en dar un golpe de estado en Venezuela? Necesaria pregunta que necesita una obligada respuesta para que “tirios y troyanos” conozcan “donde están sentados” sí es que del diálogo no solo promovido desde antaño por José Vicente Rangel Vale y nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, sino, también, por el Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros. También nos podríamos, legítimamente, preguntarnos: ¿podría la Revolución Bolivariana dar un golpe de estado para consolidar lo conceptual-revolucionario de la Revolución Bolivariana? Entonces, nos preguntamos: ¿Qué significa, conceptualmente, el uno y el otro golpe de estado sean bien de las derechas, criollas y foráneas, bien sea ejercido por los revolucionarios?

Son dos (2) escenarios que podemos poner sobre la mesa como escenarios, ambos, posibles aunque, en nuestro parecer, no probables porque el marco constitucional de la República Bolivariana de Venezuela contiene todos los elementos requeridos para el profundo respeto de los Derechos Humanos de toda la sociedad venezolana además que no están presentes ninguno de los argumentos explicativos expuestos por Hermann Escarrá en pregunta de José Vicente Rangel Vale en el programa: “José Vicente hoy” (domingo, 16 febrero 2014, Televen) para que se justifique, legalmente, un proceso de alteración permanente de la cotidianidad del Estado venezolano en creación del “caos continuado”.

En ese orden, permítasenos precisar que en Venezuela, en las actualidades objetivas, no están implantadas las estructuras de un sistema socio-económico socialista; que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela está contenida en su totalidad con articulados para que la democracia ejercida actualmente en Venezuela sea participativa por toda la sociedad venezolana lo que implica que cada miembro de la sociedad tiene y debe ejercer todos sus derechos como no solamente ser social sino, también, como ser creado. Entonces, reiteramos: ¿Por qué las derechas insisten en alcanzar las realidades significativas del golpe de estado contra una Constitución que les garantiza todos sus derechos personales, como individuos, y como conjunto socio-económico en el marco de su característica como clase social?

La Historia de Venezuela durante la 4ta. República nos muestra un proceso socio-económico en diferentes etapas de desarrollo. Aquel Estado capitalista-burgués sostenido por una economía rentista, objetivamente, contenía sus propias contradicciones, crecimientos, enfrentamientos intra-burguesía, modelos de desarrollo ambos diferentes y contravenidos y, evidentemente, las continuas denuncias de sectores políticos de izquierda que se manifestaron en diferentes formas de expresión pero todo ello dentro del modelo de Estado capitalista “a la venezolana”. En algún momento conversamos con un miembro de aquellas contradicciones sobre las diferencias entre el “modelo japonés” que nos considerábamos como el apropiado porque incorporaba a aquellas fuerzas armadas venezolanas al aparato productivo versus el “modelo italiano” que buscaba cierta calidad de la horizontalidad en el desarrollo de la “pequeña y mediana industria” siendo la industria petrolera la columna fundamental para la promoción del desarrollo no desarrollista. Pero como dice el dicho: “una cosa lo que piense…”

Nuestra propuesta se sustentaba en consecuencia de nuestras conversas con ciertos sectores socio-económicos y militares de la República de China en Taiwan cuando realizamos aquel intenso curso de “Guerra Política” en una academia militar taiwanesa. En primer lugar, conocimos, previo a nuestra incorporación a la academia militar, la importancia del desarrollo de la agricultura como base fundamental para el desarrollo de la industrialización en aquella isla. Por nuestros años en China aquella experiencia taiwanesa también se había realizado en China lo que le había permitido, entre otras realidades, enfrentar al fracasado del “Gran Salto Adelante” que llevó a la real-quiebra temporal del sector campesino chino de China continental mientras que en Taiwan la inversión de “lo real-agrícola” había permitido sentar bases fundamentales lo que les permitió aceptar inversiones extranjeras para así poder alcanzar ser uno de los denominados “Tigres asiáticos”. Reflexionando en estos tiempos de “golpe económico” recordamos, inevitablemente, las continuas palabras de nuestro Comandante, Chávez Frías, sobre el desarrollo agrícola y la independencia. Es decir, quizás, en estos tormentosos momentos, aquellas palabras podrían ayudarnos a reflexionar que ni las “compañías de maletín”, ni “las importaciones”, ni aquella respuesta que le diera una abogada del Ministerio de Tierras a nuestro Comandante Chávez Frías cuando le preguntó sí había ido al campo a conocer aquella realidad, nos pudiera servir para profundizar en la conciencia revolucionaria bolivariano-chavista.

Nuestra Revolución Bolivariana tiene “una pata de barro” en el tema agrícola que debe ser, urgentemente, resuelto con la verticalidad del caso porque como le comenté a algún camarada cubano “…no hay revolución con hambre sino fíjate en las consecuencias de la perestroika y la glasnost en Moscú y los éxitos en Beijing…”

Entonces, nos preguntamos: ¿era previsible evitar el “golpe económico”? nos lo preguntamos porque estos son momentos cuando debemos poner todo sobre la mesa no solo para la permanencia de la Revolución Bolivariana sino para evitar la “guerra civil”.

Reiteramos nuestra pregunta en título: ¿hasta dónde podrán llegar las derechas en su golpe continuado? Para poder acercarnos a una respuesta subjetiva, evidentemente, debemos colocarnos frente al mapa de Venezuela y su entorno geográfico lo cual nos permitirá precisar la importancia geoestratégica de Venezuela sobre el mar Caribe y todo lo que ello significa. En la fachada sobre el océano Atlántico contiene las realidades objetivas que ello representa en función de aquella denuncia que expusiera nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías, a los hermanos países latinoamericanos sobre los planes de expansión y control del Pentágono sobre el Atlántico en ruta hacia el continente de África. Además de lo ante-puesto tenemos todas las cualidades naturales contenidas en todo el territorio venezolano que son fundamentales para las futuras crisis del sistema capitalista mundial.

En ese marco descriptivo, las clases burguesas venezolanas como clase adscrita al sistema capitalista en conociendo todos los paradigmas significativos referidos a las cualidades de Venezuela y su geografía están profundamente consciente de esas realidades y los obligantes roles que deberían cumplir a favor propio y del capitalismo mundial. Pero a pesar de ello, a lo interno de esa burguesía capitalista venezolana ella se encuentra profundamente dividida; hemos escrito “profundamente dividida” porque lo que los enfrenta son los modelos capitalistas que unos y otros apoyan según sus adhesiones a los EEUU de América bien se hayan adscritos a sectores importantes de la Comunidad Europea aunque es correcto lo que los une que es: “el enemigo común, Nicolás Maduro Moros”.

¿Por qué Maduro Moros es el objetivo fundamental del golpe continuado? En nuestro criterio sería por dos (2) razones: la primera porque esa burguesía en toda su globalidad lo consideran “débil”, visión profundamente subjetiva sobre el carácter de Nicolás Maduro Moros. La segunda razón es porque continúa con su política desarrollada por nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías, de la total incorporación de Cuba a la realidad de América Latina y El Caribe en este siglo de progreso latinoamericano de crecimiento y consolidación.

En ese orden, el Gobierno de Barack Obama y su Secretario de Estado, John Kerry han decidido confrontar al Gobierno de Nicolás Maduro Moros no solo y únicamente por la reunión en La Habana de la CELAC sino que frente al avance de las “huestes republicanas de extrema derecha estadounidenses” que, probablemente, alcanzarán el triunfo electoral en las próximas elecciones en puertas deben mostrar de cara al Congreso estadounidense “radicalidad”.


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Miguel Ángel del Pozo


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