No cabe duda que la oposición violenta o electoral de la derecha venezolana se motiva para enfrentar, por diferentes vías, al gobierno de Maduro por su temor profundo a la implantación de un régimen socialista en Venezuela que según ellos tergiversan sería el modelo cubano o de Corea del Norte sin olvidarse de la extinta URSS o de la China de Mao y no como en realidad se trata de un modelo original, inédito y chavista. La penetración de la propaganda anticomunista, en defensa del capitalismo, es de vieja data en nuestro país. Esa política fue instaurada, por primera vez en Venezuela, por el dictador de la Mulera con la fundación del estado gomecista inspirador, años más tarde, de sectas trogloditas como la de “Tradición, Familia y Propiedad” donde se formó Leopoldo López. Los antecedentes históricos de esta secta se remontan al siglo XIX cuando se generó la corriente más contrarrevolucionaria de la Revolución Francesa llamada “Propiedad, familia, religión y orden” para combatir al proletariado imbuido de ideas socialistas y comunistas. Esta cultura contrarrevolucionaria se renueva y fortalece en la sociedad venezolana con la Guerra Fría después de la Segunda Guerra Mundial y tiene su expresión política vernácula en el Pacto de Punto Fijo dominante desde 1958 hasta 1998.
Como se ve la idea capitalista y anticomunista está enraizada con firmeza en la conciencia de quienes hacen oposición política en Venezuela que son unos cuantos, por lo menos el 40% . Chávez logró el milagro de reivindicar en la mayoría del pueblo venezolano, el 60% restante, las ideas socialistas, antimperialistas y de la solidaridad recíproca con la revolución cubana las cuales, antes de Chávez, eran ideas exclusivas de las minorías de extrema izquierda. Aunque Chávez en su evolución intelectual llegó a reconocerse además de cristiano, como revolucionario y marxista no le alcanzó el tiempo para lograr que la ideología del proletariado se arraigara con fuerza en las masas para darle una fundamentación ideológica a las ideas socialista, antimperialista y de amistad mutua Venezuela-Cuba que profesaba lo cual es, a mi juicio, el Talón de Aquiles de la revolución venezolana. Esta debilidad ideológica es aprovechada por la burguesía cuando arremete contra el gobierno revolucionario para derrocarlo y se encuentra con una resistencia democrática confundida que no entiende la esencia y el origen clasista que motivan al enemigo de clase para exterminarnos.
El lamentable crimen cometido por la burguesía en la avenida Rómulo Gallegos, sector Horizonte, del Este de Caracas contra la clase trabajadora puede ser la chispa que incendie la pradera ideológica de los humillados y ofendidos para que la defensa de la revolución asuma el contenido revolucionario de luchar por una paz con socialismo y liberación nacional y nos dejemos de esa babiecada de luchar por una paz neutra, imparcial, independiente y asexuada que, si no despertamos, continuará siendo la paz de los sepulcros para los trabajadores como lo fue para Elvis Rafael Duran de la Rosa de 29 años.
Este humilde trabajador fue decapitado cuando intentó atravesar la guarimba (barricada violenta) y lo degolló la guaya colocada, entre los postes del alumbrado, por los terroristas anticomunistas que pretenden derrocar al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. Ésta fue la gota que derramó el vaso. Ese crimen brutal quedará grabado por siempre en la conciencia sucia de quienes defienden el capitalismo, el imperialismo y la violencia contra los trabajadores. El odio es de clase, de ricos contra pobres. De vecinos acomodados en las urbanizaciones del Este contra los trabajadores que viven en los barrios populares de Caracas.
La inseguridad, la inflación, la escases, el acaparamiento y las devaluaciones, vicios capitalistas también de la IV República, son sólo excusas para dar rienda suelta al odio de clases contra el gobierno revolucionario que se ha declarado socialista. Nada puede justificar el sadismo, la nocturnidad y la planificación deliberada de esta monstruosidad clasista de la guerra de la burguesía contra nuestro pueblo.