La Conferencia de Paz tiene sus detractores, unos públicos y otros tras las cortinas, pero lo cierto es, que tal iniciativa de convivencia nacional goza de mucha receptividad nacional, lo cual da la dimensión magnánima de la jefatura de gobierno como también expresa la valentía de quienes se desmarcan de la violencia de la Ultraderecha como forma de hacer política.

Desde luego, apostamos al éxito de tales citas y se sumen los distintos sectores al desarrollo y progreso del país, conscientes han de estar las partes de las diferencias de los proyectos entre Capitalismo y Socialismo pero que sea la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la voz prima de tales acuerdos y entendimientos.

Eso en ningún momento, ha de ser indicio de claudicar en nuestro proyecto Socialista Bolivariano. Se trata, de entender la política como un cálculo interactivo en la racionalidad dialéctica.

Queda en evidencia, que quienes apostamos al proceso de cambio en Venezuela, nos anotamos a la paz, a la convivencia y a dirimir las contradicciones pensando en la Soberanía e Independencia del país y a la creación constante de las mejores condiciones de vida para la población venezolana.

No obstante, los y las partidarias de la violencia, del caos, de las guarimbas, de las muertes, del desasosiego, tiene sus defensores y justificadores cuando se trata de defender a ultranza el capitalismo – imperialismo como sistema político económico, pero mientras no consigan la solución a la situación de que en una línea de un extremo cuantiosa cantidad de millones de personas en el mundo sumidos en la miseria y del otro lado pequeñas cantidades de personas quienes poseen todos los recursos que pueden perfectamente sacar de la pobreza al resto de la humanidad; por lo tanto, el sistema capitalista – imperialista es la hecatombe para el destino del género humano.

Los y las Comisarias políticas de las guarimbas rechazan y desdeñan sumarse a la paz, carecen de los argumentos, políticos, éticos, legales y legítimos, electorales, así como por demás constitucionales - de allí la rabia, la impotencia - porque lo grave para los y las Comisarias políticas de las guarimbas, es cómo argumentar que la minoría electoral del país se quiera imponer a la mayoría, quien en 18 procesos electorales libérrimos, escogió en buena lid quienes han de estar al frente del gobierno, tanto, nacional, regional y municipal.

Las y los Comisarios políticos de las guarimbas ante la carencia propia de políticas y espacios organizacionales específicos de quienes dicen representar, se esconden y son dados a utilizar sectores más volubles para generar la conflictividad y propiciar la desestabilización y el golpe de Estado en Venezuela.

Podrán los y las Comisarias políticas de la Ultraderecha justificar que su política proimperial y de sumisión apátrida es la correcta ante los empresarios y comerciantes y que se los engullan el capitalismo financiero especulativo; tendrán argumentos legítimos ante el grueso de estudiantes liceístas y universitarios que suman el 5to país en el mundo en matrícula estudiantil gratuita, gratuita!; se hará sentir la ultraderecha con sus planteamientos ante las comunidades conscientemente organizadas que la Misión Vivienda del gobierno es una ficción; tendrá eco la exposición de las y los comisarios políticos de la ultraderecha que no es justo la intención del sistema de salud cuando le ha recuperado el sentido de la vista a miles de personas, o miles de personas han sido atendidas a tiempo después de sufrir un infarto o una fase de parto ha llegado a feliz término y así por el estilo.

¿Tendrá los y las Comisarias políticas de la Ultraderecha los criterios históricos y éticos para justificar ante el grueso de la Fuerza Armada Nacional la justificación, la conveniencia y la validación de un Golpe de Estado?

Los y las Comisarias políticas de la Ultraderecha de seguro apelaran a embadurnados y contorsionados argumentos porque carecen de la objetividad que requiere la política, porque la política y lo político es algo concreto y debe resolver la pregunta una vez que se implementa es a ¿Quién beneficia? Porque las Políticas Públicas de la Ultraderecha beneficia a reducidos y elitescos grupos sociales ¿o beneficia a la sociedad en su conjunto?, he allí el dilema. El Caracazo hay que estudiarlo de la siguiente manera: cuál fue el planteamiento de la Oligarquía apátrida, así como de AD y COPEI para el pueblo y cuál fue la respuesta de los y las destinatarias de las políticas fondomonetaristas y proimperialistas.

Los y las Comisarias políticas de la Ultraderecha, quieren caos, guarimbas y muertes, pues consideramos que eso es un retroceso, es que acaso ¿el propósito es colocar en el gobierno a quienes consistieron, aprobaron y aplaudieron los paquetes económicos?.

¿Será que los y las Comisarias políticas de la Ultraderecha quieren volver al menú alimenticio neoliberal para el pueblo? Perrarina en el desayuno, almuerzo y cena.