Delicada situación por la que está atravesando nuestro amada Patria, otrora tan manoseada por otros, como dijo el Cantor, y, actualmente maltratada por la simiente siniestra hereda de esos otros y sus acólitos apoyados de una u otra manera por algunos que se refugian bajo el manto corroído y cobarde de su vana religión.
Y, digo siniestra, porque no hay otro calificativo para tal acción. Mientras el Gobierno se sienta con diversos sectores a dialogar en paz para tratar de encontrar soluciones a problemas puntuales por el bien de tooodooos, un grupúsculo se niega a sentarse a dialogar y continúa apostando al arma a la que recurren los que no tienen la razón: la violencia. Grupúsculo que no ha logrado tomar el poder democráticamente, con los votos, ni con un referendo pero quiere tomarlo a juro con la intención de regalar nuestra riqueza a las trasnacionales, para que continúen con su política guerrerista mundial.
Para esto, siguiendo instrucciones de su amo imperial, herido por las dos últimas derrotas, la reunión de la CELAC en Cuba, y, la pretensión junto a los gobiernos de Panamá y Canadá, de intervención de la OEA en Venezuela, arremeten con todo contra todos y todo utilizando a una pléyade de operadores bien definidos para la macabra misión:
Los/as idiotizados/as tecnológicos que solamente ven y repican, con poca capacidad de discernimiento, tooodooo lo que proceda de las redes sociales sin medir las consecuencias y el daño que esto acarrea y que ya es casi una moda, La realidad real imita la realidad virtual que imita la realidad real, en un mundo que transpira violencia por todos los poros*. Los/as operadores/as zombis privados de su voluntad encargados de ejecutar mecánicamente las acciones de destrucción y muerte, muy bien pagados y estimulados, La violencia engendra violencia como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo*.
Los/as inoculados/as por los medios de comunicación de odio, disgusto, desaprobación, discriminación, rechazo, xenofobia y prejuicios y que apoyan ciegamente tales acciones criminales. Y, los/as politiqueros/as de oficio que están a la zaga esperando si triunfa o no el golpe suave para hacer acto de presencia mediática, Ya no es necesario que los fines justifiquen los medios. Ahora los medios, los medios masivos de comunicación, justifican los medios de un sistema de poder que impone sus valores en escala planetaria*. Los operadores ruegan, SOS EEUU: ¡Socorro!, o sea, ¡sálvame papá para tener patria demasiado!
¡Gracias a Dios!, hay voluntad de diálogo y entendimiento como también la firme intención de acabar con la sangrienta empresa en contra del Pueblo y el Gobierno. Mesas de todo tipo y con todos los sectores se han activado, como innumerables marchas a favor de la paz rebosantes de alegría y amor e insistencia de llamado al diálogo y paz del Presidente.
¡Ey! Y mientras la maligna pléyade de operadores del imperio roba la paz, mata y destruye con la tétrica bendición eclesial; los instrumentos de paz y vida, junto a nuestra generación de oro en los juegos suramericanos de Chile a punta de medallas y 2500 médicos integrales comunitarios nos llenan de satisfacción y orgullo.
No hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Ni más indigno que aquel que levanta la mano contra su pueblo.
*Galeano.