Feria
¡A correr piojo que llegó un peine! Nos volvieron a joder los chavistas. Es increíble. Le dimos un golpe de estado en el 2002, y en menos de 48 horas los chavistas volvieron con su presidente y nosotros quedamos como los verdaderos pendejos, porque a todos nos vieron por televisión. Después le montamos un paro petrolero durante dos meses y el país perdió más de veinte mil millones de dólares, y los chavistas nos volvieron a joder. Después nos fuimos a la Plaza Altamira a echarle bolas y ahora sí vamos a tomar el poder, y allí nos cocinamos en nuestra propia salsa, como dijo el presidente que ahora no está. Y nos volvieron a joder los chavistas. Ahora salimos con un guarimbazo del carajo, y colocamos guayas y matamos motorizados, y disparamos y matamos guardias nacionales, y quemamos la Unefa en Táchira, y tumbamos un montón de árboles en Maracaibo, y otra vez los chavistas nos volvieron a joder con ese cuento de la paz y el amor y al carajo los enfermos.
Y lo peor, mientras uno anda con esa arrechera de quinto piso, con una furia del carajo, los chavistas montan una Feria Internacional del Libro por los lados del Teatro Teresa Carreño, y aquel gentío,coño, leyendo y escuchando escritores y bailando samba con la gente de Brasil, porque a ese país le dedicaron la vaina, y a un escritor falconiano que vive en Maracaibo, y que se llama César Chirinos y que escribió una cosa bien rara que se llama El Quiriminduña de los ñereñeres, que vaya usted a saber qué cosa es esa. En fin, que esos carajos están de fiesta y celebran y cantan y bailan en esa Feria Internacional del Libro, y nosotros trancando vías y quemando camiones de comida y destrozando instituciones públicas y privadas y todo lo que se nos ponga por delante porque tenemos que salir de Maduro por cualquier vía, menos por la vía democrática, porque por esa vía los chavistas nos tienen re-jodidos.
Y somos tan bolsiclones, que vamos a la Asamblea Nacional y Diosdado Cabello nombra una comisión de la verdad, y nosotros decidimos no participar en esa vaina, porque nosotros lo que sabemos es mentir, y allí no nos van a creer las vainas que inventamos. En vez de asistir y decir, “está bien, vamos a echarle bolas”, ni de vaina, nos vamos por la tangente, es decir, la tan persona, como dice un pendejo por allí.
El papá de Margot estaba viendo la vaina de la Asamblea, y cuando vio que todos los diputados nuestros estaban alrededor de María Corina Machado jalándole bolas para ver qué carajo hacían con esa comisión de la verdad, se puso de pie y fue al cuarto y le dio un coñazo tan fuerte a la puerta, que el televisor se vino abajo y se volvió mierda, y del carajazo se fue la luz en el apartamento.
- Yo tenía una luz que a mi me alumbraba.- Me canta Margot
