Vientos de la sabana

Los delirios de María Machado

Los seres humanos tenemos que saber administrar las oportunidades, virtudes y desvirtudes, aciertos y desaciertos, tropiezos y grandezas que vamos corrigiendo hacia el mejoramiento de nuestras relaciones e interrelaciones de socialización con los próximos y con las comunidades en general. En todo este camino donde vamos tomando y dejando experiencias desde nuestra niñez, pasando por la adolescencia, la juventud y ya de adulto, pues vamos madurando y deslastrándonos de todo aquello que pudiese ser molestia para cuando lleguemos a la vejez; donde esperamos detenernos y sentarnos con un espíritu satisfecho, regocijado, contemplando todo ese recorrido individual y empezar a macerar estadios espirituales que nos permitirán en el otro plano Divino reunirnos en el seno de Abraham, para nosotros los cristianos.

Es por eso que en estos días, cuando los vientos de la juventud y la adultez nos sonríen, debemos seguir aportando a ese “tesoro celestial” con una lucha por el bienestar social que, en sí mismo, no es otro que la ampliación de la acción del bien al prójimo que tanto lo recomendó el Maestro, por allá, por las empolvadas calles de Jerusalén, hace un poco más de dos mil años. Hacer el bien a los demás es sin duda ir sumando a las riquezas etéreas donde alguna vez nos preguntarán qué hemos ahorrado durante nuestra vida terrenal. Hacer el bien a los demás, en el plano meramente mundano, es también la satisfacción personal, integral, de haber compartido con el prójimo la ayuda para satisfacer las necesidades apremiantes.

Esto nos ha llevado a ser coherente con las políticas socialistas del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, quien dio todo, su vida su familia, su carrera militar, desde aquel 04 de febrero, cuando se reveló contra unos gobiernos indolentes, infames y corruptos que habían destrozado la economía nacional para el pueblo arrastrando a las mayorías a una pobreza generalizada. De allí en adelante todo el mundo conoce la realidad de la historia reciente y con los vientos a favor y en contra seguimos en una revolución que ha dado todo por equilibrar la sociedad con una notoria inclusión de los sectores pobres y populares a la educación, la salud y un mejoramiento de la calidad de sus vidas.

También todos sabemos que esta inclusión, esta inversión social que ha sido reconocida por propios y extraños trajo como consecuencia una guerra a diestra y siniestra con el grupo reducido de oligarcas y apátridas que, perdiendo sus privilegios saqueadores de la cuarta república, reaccionan con una magnitud perversa monumental creando un exacerbado odio, racismo y segregación en parte de la población que, paradójicamente, han sido beneficiado con una u otra de las tantas misiones o acciones del Gobierno revolucionario que ahora preside Nicolás Maduro.

Aunque ellos odian todo los que huela a Chávez, sea rojo o se llame Mercal , Pdval o Misiones, para no hablar de nuestro Presidente o quienes asumimos cargos de importancia en la gestión de gobierno, nosotros somos incapaces de albergar odio ni a ellos que son mínimos y a quienes penosamente se han dejado manipular por sus tantas tretas o artilugios comunicacionales donde han asumido desde hace 15 años una vocería que se opone a toda, absolutamente toda, la acción del Ejecutivo Nacional. A los verdaderos chavistas y revolucionarios no nos mueven las bajas pasiones, los odios, la ira ni las mentiras ni las manipulaciones. Nos mueve ese inmenso sentimiento de amor que hemos logrado discernir en el camino de la vida.

Dolor y tristeza nos da que esta mujer María Machado, haya enlodado su alma, en cultivar y promocionar un odio hacia los mismos venezolanos, Toda una vida, desde aquella “narco-ong” llamada Súmate, emprendió una arremetida contra la institucionalidad del gobierno legítimo de Chávez y que con profundidad arrecia contra Maduro. Engaños, mentiras, manipulaciones y ahora su delirio obsceno y aberrante de querer ensañarse con la patria desde escenarios foráneos. Apátrida. María Machado se ha ganado el desprecio de la gran mayoría de venezolanos como sus compañeros Leopoldo López, Henrique Capriles, Enzo Scarano y Daniel Ceballos, quienes han querido provocar una guerra entre venezolanos, entre nosotros mismos con la finalidad de crear la mayor desestabilización que permita una intervención militar que termine de crear una implosión social de magnitudes y secuelas impredecibles.

Acaso esta señora irresponsable y sus más cercanos azuzadores no se ha imaginado un escenario de respuesta de las grandes mayorías de venezolanos y venezolanas. Acaso ella no se da cuenta que todas las encuestan rechazan en un 90 por ciento la violencia y la guarimba, eso es muestra del rechazo también a ella y a sus ideas locas y delirantes de grandeza y de llegar a la fuerza y por capricho a Miraflores…, acaso María Machado no oye al unísono el “No Volverán” que desde el 98 gritó el pueblo de Venezuela y nuestro gigante del amor Hugo Chávez Frías. Ofrecemos disculpa a todas las mujeres de la patria, a esas nobles mujeres que con amor se suman a la construcción de un mundo mejor, por estas acciones diabólicas de este ser que golpea a la mujer Patria y a sus hijas: la Libertad, la Justicia, la Paz, la Naturaleza y la Alegría, que por estos días lloran por la intolerancia, violencia y maldad de grupos terroristas.




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Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

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