A todos los que nos han levantado bajo la fe católica nos enseñaron que la iglesia es la casa de dios y los sacerdotes son sus representantes aquí en la tierra, son los encargados de recoger las ovejas extraviadas y regresarlas a su rebaño, o sea convertirlos a la fe católica.
Desde hace 15 años en Venezuela hemos visto como algunos representantes de la iglesia católica, cambiaron su oficio original que la justicia, la paz, la fe, el concilio, el perdón, la redención son palabras que las dicen como parte de la homilía pero no las ponen en práctica en sus acciones.
De la misma forma como en el año 2002, con una firma pública y guardada en archivos para no olvidarlo nunca el Cardenal Velasco aprobó y apoyó la instauración de una dictadura mediante un golpe de estado, de esta misma forma los representantes de la CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA ha venido emitiendo sus opiniones mediante comunicados, que en vez de llamar a la paz y al diálogo crea una fractura entre los creyentes católicos practicantes o no, de la religión.
Hace meses atrás el Papa Francisco tal vez observando las opiniones emitidas por la CEV quienes no esconden para nada la tendencia política que defienden, les solicitó que no participarán de temas políticos y se dedicarán a la evangelización que de acuerdo a sus palabras es la misión de los sacerdotes
En el mes de diciembre el Cardenal Urosa Savino ya había emitido un comunicado en donde claramente defendía a los empresarios y la especulación con lo que estos señores arrodillan al pueblo, nunca han dejado de invitar al diálogo y de ofrecerse como mediadores, pero cuando abren la boca ponen en los hombres del gobierno la responsabilidad de todos los conflictos que se generan en el país.
Hoy nuevamente, emiten un comunicado que pone en evidencia la descomposición de los principios de esta organización, después de dos meses de desestabilización, violencia y destrucción, atentados a la propiedad e instituciones públicas y educativas del país y un intento fallido, de incendiar a 89 niños dentro de un preescolar, en donde los organismos del estado han demostrado la injerencia de grupos violentos incluyendo paramilitares, narcotraficantes, pagados por sectores radicales de la oposición, para dar un golpe de estado y crear crisis, después de todos estos actos violentos acontecidos en el país, la Conferencia Episcopal se pronuncia en la voz de su presidente Monseñor Diego Padrón, no rechazando la violencia, sino solidarizándose con las protestas hablando de la criminalización que se le ha dado, no rechazando el acto terrorista cometido en contra del Ministerio de la Vivienda y del preescolar que allí funciona ,sino en contra del Plan de la Patria que según su palabras tienen tinte autoritario y pone en entre dicho la democracia de nuestro país, hablan de la represión que los organismos del estado han tenido en contra de los terroristas que llevan dos meses atentando contra la paz en nuestro país, pero no hablan de los 39 fallecidos que estos actos violentos han dejado en Venezuela, entendemos perfectamente que ellos como misioneros no están ni deben estar de un lado o de otro, pero debieron ser las personas más indicadas para llamar a la calma, al respeto a la vida, a la paz, a la fe, al concilio, a abandonar la protesta y retomar a la tranquilidad y seguir los canales constitucionales para dirimir las diferencias , y resulta que se convirtieron en la gota que derramó el vaso, demostrando claramente que como en el 2002, están implicados en este nuevo intento de golpe de estado, que sufre la democracia venezolana. Los llamados del Papa Francisco, no hicieron efecto en estos señores y se pronuncian justo ahora que la Secretaria del Vaticano hará presencia en el país, para asistir como mediador en el diálogo que puso como condición la MUD entre gobierno y políticos de oposición.
Hoy que nos acercamos a una importante fecha, para los católicos como es la celebración de la semana mayor, en la que las iglesias se ven abarrotadas por feligreses rindiéndole culto a Jesús de Nazaret, un pequeño grupo de sacerdotes pone a prueba nuestra fe, tal vez no la fe divina, pero si la confianza en quienes se encargan de hacer el llamado a la casa de dios, también es bueno aclarar que como todo en nuestro país quienes se ponen del lado de la violencia es un grupo minoritario y la iglesia católica no escapa de ese grupo minoritario pero lamentablemente también hacen el llamado en nombre de todos, igual que lo hacen los políticos de oposición cuando hablan en nombre de todo el pueblo y no de la minoría que cada vez se reduce más. En todos estos años los representantes de la iglesia han ido generando cierto rechazo en gran parte de población católica más vulnerable a la religión, que han dejado de sentir a los sacerdotes como esos seres que transmiten y generan paz, no lo digo solo a título personal, basta pedir opiniones y se va corriendo la voz unísona
Por supuesto este pronunciamiento fue aprovechado por sectores de oposición para hacer su llamado a los demás países a voltear la mirada al nuestro ya que es la iglesia católica quien se pronuncia de esta forma, que ha decepcionado a más de uno y alentado la codicia de otros.
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