“Por sus frutos los conoceréis”, el Manso Rebelde de Galilea.
Definitivamente no se necesita ser taaan inteligente para saber a quién representa y de parte de quién está la cúpula de la iglesia católica venezolana. La respuesta, como diríamos en el argot nuestro, es una perogrullada. Como tampoco nos asombra su actitud puesto que en los anales de su historia, no pocas veces se ha visto involucrada en actos escandalosos y delicados, y, en el nombre de dios. “Lo que importa es tu conciencia, no es importante el ropaje sino distinguir a fondo los que van comiendo dioses y defecando demonios”, Alí.
La inquisición, “Congregación del Santo Oficio”, fue creada en 1542, ante la aparición del Protestantismo y dependía de Cardenales y Prelados. Su propósito fue atacar y destruir los movimientos, corrientes de pensamiento y posturas religiosas contrarios a la fe católica y quemar y proscribir libros considerados ofensivos. El filósofo Giordano Bruno, y el sabio Galileo Galilei, fueron víctimas, entre muchos, por el simple hecho de pensar diferente.
En los albores de la segunda guerra mundial, Franz Von Papen, vicecanciller alemán, dirigente de la Acción Católica y de los líderes industriales en su oposición al comunismo, negocia un concordato entre el “Estado Nazi” y el Vaticano. El papa Pío XI se alegró que “el gobierno alemán ahora estuviera bajo la dirección de un hombre que se opone inflexiblemente al comunismo”, en julio de 1933, en ceremonia del Vaticano, el cardenal Pacelli, futuro papa Pío XII, lo firma.
Y durante la guerra, “La complicidad del Papa y de la Iglesia en la persecución de los judíos fue mucho más allá de lo que habíamos creído hasta ahora. Sabían perfectamente que se estaban llevando a cabo asesinatos en masa. No se declararon en contra, ni prestaron ayuda. La autoridad moral de la Iglesia católica se ha visto profundamente desacreditada por su virulento antisemitismo”, Goldhagen.
En nuestra historia reciente, la “impoluta cúpula católica”, estuvo implicada en el golpe de Estado de 2002. Festejaron su efímero éxito y las mieles de gloria que pronto se les convertirían en hiel. Uno, firmante de la lista del dictador y que dará cuentas al Señor, sería el encargado de darle los santos oleos, frustrados, al Presidente. Amén, de su desvergonzado oposicionismo a todo lo que huela a Pueblo y a Revolución.
Por eso no es de extrañar su comunicado: “La causa fundamental de la actual crisis es la pretensión del partido oficial y autoridades de la República, de implantar el llamado Plan de la Patria, detrás del cual se esconde la promoción de un sistema de Gobierno de corte totalitario, que pone en duda su perfil democrático”. “La brutal represión de la disidencia política, el intento de pacificación o apaciguamiento por medio de la amenaza, la violencia verbal o la represión física”. "Rechazamos la criminalización de la protesta. Denunciamos la abusiva represión y la persecución judicial a alcaldes contrarios al oficialismo". "El Gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza. La salida de la crisis es clara: el diálogo sincero del Gobierno con todos los sectores, y con gestos concretos que señalen la rectificación". “Nos solidarizamos con la población de las ciudades que más han sufrido la violencia y las consecuencias de la militarización, es especial San Cristóbal”.
Todo bien manipulado como buenos alumnos de Goebbels y del averno, calumniando al cargar sobre el gobierno los propios errores del “oposicionismo neo-nazi-fascista” y pecando por omisión: amarás a Di-os y a tu prójimo; no matarás; no dirás falso testimonio ni mentirás; no hurtarás, y no denunciar los constantes cierres de calles, las quemas de vehículos, parques, edificios públicos, privados, universidades, colegios; la tala de árboles; las muertes…
“Busca al cura de parroquia, no busques al Cardenal, dile que la lucha es larga que hay que aligerar la carga, que la misa de domingo con pueblo libre, es mejor. Dile que en la sacristía haremos la reunión, dile que Di-os no se arrecha que él está contento con revolución”, Alí.