Se sabía que la MUD en la tal mesa de diálogo para buscar la paz en el país, era una soberana trampa; ellos no pueden hablar de diálogo, reciben órdenes expresas de sus amos del imperio, para ejercer esas acciones criminales que ahora en la nueva fase del golpe se han hecho de manera selectiva, con el objetivo firme de derrocar al presidente obrero Nicolás Maduro.
A través de perversas maniobras mediáticas quiere voltear la tortilla y culpar al Gobierno de la paralización de las conversaciones de paz, según dice, porque no reciben hechos concretos. Y de una vez se lanzan exigiendo la amnistía y la participación de los estudiantes; ¿pero qué tal si del otro lado de la acera los revolucionarios pedimos que en esa mesa participe la Asociación de Víctimas del 11 de Abril? Eso me parece una cuestión válida. Que sean los familiares de los muertos quienes decidan la libertad de los asesinos. Además, la MUD siempre habla de los presos y nunca de los afectados. ¿Cómo estarán la mamá, el papá, la esposa, los hijos de esas personas que perdieron la vida en manos de esos criminales? Eso no les importa. Sólo les interesa seguir su plan golpista. Recuperar los intereses perdidos y entregar Venezuela a los gringos.
La MUD, amigas lectoras y lectores, pretende estar en el diálogo, pero que el Gobierno calle los homicidios que los guarimberos cometen en contra de inocentes. Se sentaron a conversar y siguieron las acciones violentas pero de forma selectiva y a la fecha continúan los asesinatos, las quemas y la destrucción de la infraestructura del país. Nunca respetaron la paz a la que llamó el presidente Maduro. Quieren que el Gobierno aplauda los desastres de los grupos anárquicos.
De manera que yo observando la situación política y económica del país, veo que ni la MUD le para a la paz ni a los precios justos los empresarios, muchos de los cuales se muestran en perfecta rebeldía. Aquí en Maracaibo, por ejemplo, aún no consigo comerciantes que le paren a esa ley. Para ser más preciso, todavía no me he topado con ese 83% que dice el presidente Nicolás Maduro se ciñe a la legalidad. Por el contrario, siempre me tropiezo con una especulación gravísima que es un atraco descarado al bolsillo de la población.
Y eso se da porque es obvio que muchos comerciantes y empresarios forman parte de ese sector que juega al “Maduro vete ya”, y que a propósito de la Ley de Precios Justos llevan a cabo una guarimba económica que es igual de dañina que esa en la que criminales de la oposición matan, incendian, destruyen; patean la paz tal cual ha hecho la MUD…
Caimanes del mismo pozo, señoras y señoras.
