El grupo que estaba conversando tranquilo, observó el paso ligero que traía Pedro Cachamay, pero no lo más que se notaba era que venía echándose cruces, como si hubiese hablar al mismo diablo. Por eso al llegar y apenas saludar la pregunta de sus amigos no se hizo esperar: ¿Qué te sucede Cachamay? ¿Por qué vienes haciendo cruces? ¿Qué diablo te sorprende en este mundo, que ya nada asombra?
El famoso personaje, observó al grupo, tomó aire y rápidamente desgranó su mazorca de asombro: “Ocurre, amigos, que por casualidad en casa de un compañero pude ver un video de un programa de TV que tiene en Miami, la Sra. Patricia Poleo y ¡ave maría Purísima¡, pues eso era sapos y culebras en contra de un grupo opositor y si es así con su propia gente, como será contra aquellos que adversa, y lo digo, y que Dios nos agarre confesaos, si por una casualidad de la vida esa persona llegara a tener aunque fuera una chispita de poder en el país, porque si es así, adiós luz que te apagaste”.
Pedro Cachamay, calló como para tomar aire y siguió con su discurso: “Como les decía, estimados, esta señora, por el simple hecho de que Ramón Medina, integrante de la MUD, declaró que Leopoldo López, se metió preso él solo, y cuándo el periodista le preguntó: ¿Y ustedes no tienen un plan para sacar a Leopoldo López de la cárcel? El dirigente opositor fue claro: “Nosotros no tenemos planes para sacarlo de la cárcel”. Y ahí fue que la Sra. Patricia Poleo, se le salió la clase de persona que es, pues no lo pensó dos veces para afirmar rápidamente: “Mira, Ramón Medina, tú eres un bandido”, y así un ensarte de insultos contra ese integrante de la MUD, que aquello daba pena ajena, cualquiera diría ¡qué lástima con ese señor¡
Y de verdad, amigos, que ahí se entiende el odio y la rabia que respiran, que entre ellos mismos se lanzan esas semejantes ofensas, que de verdad da temor que esa gente vuelva, porque pobre pueblo y ¡ay de aquellos dirigentes que de una u otra forma han hecho vida dentro de este proceso revolucionario! Por eso es repudiable que no vuelvan más nunca, porque si nó la masacre es grande”.
Cachamay, hizo silencio y sin despedirse, se fue haciéndose cruces como llegó.