¿Eso es cierto de verdad? Ah caramba, entonces eso quiere decir que la
oposición venezolana que antes se agrupaba en la MUV, va de mal en
peor.

Pero, es qué, pablo Medina, no es ningún líder, para liderar algo con
opción a algo dentro de la política, si en verdad ellos hacen política
que, pareciera más bien que lo que tienen es un jueguito de encerronas
a ver quién destranca el juego y, ahora sale este payaso sin circo ni
audiencia a conformar un bloque y, qué unitario. ¿Qué diría, Ramos
Allup, en su sano juicio?

Antes, Pablo Medina, pertenecía al movimiento 2D, que lideraba el
bobolongo de Miguel Henrique que, jamás aportó como movimiento algo
importante de destacar a viva voz, a no ser el odio de aquél soltaba
hacia Chávez que nunca escondió y, más bien lo disfrutaba cuando
estaba delante del matacuras y, de eso, nada que narrar que consuele
el rato.

Y, además de, Pablo Medina, del politólogo, Pablo Medina, quién más
estará con él regodeándose de fragmentosos y lúcidos pareceres que
enjuaguen el panorama nacional de significativa política opositora
que, despierte emociones y abra espacios que amotinen ideales que
envejezcan audiencias nada seniles y, con cada estocada verbal,
desangrar imaginativas frases, frases que desenvuelvan al líder adeco
como lo fue, Rómulo Betancourt, del que Pablo debió convalecer de su
emblemático postín con una pipa de pasión donde florecen las amapolas
tardías.

Y, según, palabras más, palabras menos, parece ser que él lo que
quiere con ese movimiento es, romper la polarización. Lo que no
sabemos si es a martillo limpio o con acciones menos truculentas que
le calme las ansias de poder que quizás, alguna vez ha sentido y, en
estas horas perdidas de emoción salen sus demonios internos a soltarse
e irse por los distintos caminos que entrecrucen su verborrea
estridente y, regocije con su presencia la paciencia perdida con la
voluntad en el suelo que los aleja del poder, así como, Pablo Medina,
quiere irse de bruces al no aguantar el desconcierto que lo mata por
dentro al perder lo que nunca ha tenido como razón de pintarse de
líder con esencia de führer. ¡Guao!

¿Y, qué será, lo que quiere, Pablo Medina? Según su voluntad
encrespada de fines suculentos de heroísmo SXXI, sus ideas saltan
bosques y montañas nada antagónicas y su deleite varonil, firme y
armónico está en que él como coordinador nacional de ese movimiento,
no pretende competir con la MUD ni con otra plataforma de oposición
-no, señor- quiere parto al natural sin forceps políticos que malogren
ese parto racional que lo monta en el caballo de Troya a unir el poco
tiempo perdido y deletrear el futuro con lentes de poder, bañados de
mucha ilusión y, así ha de ser.

Después de un año de reuniones y de atar con sutil desprendimiento de
amenidades, pensando en reunificar abstracciones con mucho fuego de
consideraciones y apreciaciones, se hace realidad un sueño bien
logrado, crear el movimiento y, sin mucho talante de dificultades
físicas, se quiere sumar voluntades que bastante existen en el país
que, adversen al gobierno de Maduro y, a quienes sean chavistas estén
descontentos con el presidente y el PSUV.

Distrajo, Pablo Medina, su momento de aclaraciones a El Nacional,
aclarando que la primera acción del bloque será con trabajadores de
todas las ideologías, para orquestar (sin orquesta) acciones de
rechazo al aumento de la gasolina (que riñones tiene este loco),
unirse contra el sicariato sindical y exigir un aumento de sueldos y
salarios. Razonable el tipo todo un líder. Y otra cosa que le preocupa
y le taladra y le agravia el juicio de sus seis sentidos es que, a
mediano plazo, el objetivo “es activar el poder constituyente
originario para constituir un gabinete de sombra que obligue a los
poderes públicos a obedecer el mandato de los venezolanos”.

Como Pablo Medina no hay dos, ni de vaina, líderes así que no nacen
todos los días es lo que necesita el país que nos pongan a madar que
mal mandados estamos y, nos oriente sin engreimiento ninguno y en eso
Pablo se la sabe toda. ¡Bravo por Pablo Medina y su movimiento!