La experiencia nos muestra que hay dos tipos de política, la de la academia y la práctica. La primera, aquella aprendida en una institución, en el ágora, en la universidad donde se estudia modelos económicos, filosóficos, religiosos, sociológicos, científicos sociales, historiográficos, estadísticos, sicológicos, según tantas disciplinas o escuelas o patrones que intentan explicar el comportamiento de los seres humanos. Con el manejo de aquellos conocimientos y teorías se intenta dar respuestas a los innumerables problemas que acosan a la sociedad en todo el orbe planetario. La otra política, la práctica, la que podemos llamar la real, no se aprende en la academia, pareciera que se estudiara en una alcantarilla, en un estercolero o en la escuela de la deshonra. Lamentablemente es allí donde se formaron numerosos políticos del ámbito nacional e internacional. Será por esta razón que a ciertos políticos se les conoce cuando irrumpen en el gobierno, lo demás es pura especulación. La actividad política de algunos individuos se centra en la búsqueda del poder, no para resolver las dificultades que agobian la población, su interés primordial es la conquista de la presidencia y partir de este momento se inicia la acumulación de riquezas y la sed de venganza.

Los libros de historia nos recuerdan una antología de personajes que ocuparon posiciones gobernantes, tales como: reyes, reinas, emperadores, sultanes, zares, zarinas, khanes, marajás, emires, caciques, cacicas, primeros(as) ministros(as), presidentes(as), alcaldes(as), gobernadores(as) entre tantos. Muchos de ellos los podemos ubicar dentro de una cáfila de alcohólicos, asesinos, pedófilos, sádicos(as), ladrones, corruptos(as), genocidas, traidores(as), descarados(as), maníacos(as) depresivos, fanfarrones(as), desequilibrados(as), pusilánimes, mediocres, ignorantes, desmemoriados(as), deshonestos(as), vasallos(as), acomplejados(as), sinvergüenzas y maníacos(as) sexuales. Quizás muchos de ellos se les pueda adjudicar algún otro apelativo que todavía no esté registrados en los diccionarios conocidos del habla española. Tengo la certeza que estos “políticos prácticos” no conocen ninguna de las disciplina que nombré anteriormente.

La actuación de los políticos de la MUD me hace pensar que los podemos ubicar en algunos de los renglones señalados anteriormente. A Ledezma, un personaje de dudosa pulcritud administrativa, lo vemos y lo escuchamos hablando de derechos humanos cuando pareciera no recordar sus actuaciones como empleado del régimen de Carlos Andrés Pérez, corrupto y violador de derechos humanos. A la señora María Corina, quien aún disfruta de libertad, a pesar de su delito de traición a la patria, nos habla de tiranía y se presenta como defensora de los pobres. Su mollera le falla al no percatarse que desciende de una familia cuya estirpe se caracteriza por la inclemente explotación de la clase obrera. Leopoldo López manda a su esposa a defender lo indefendible e intenta apoyarse en comisiones de derechos humanos comprometidos con el imperio. El recluso no recuerda que por su culpa murieron más de 43 personas y demás tiene un juicio pendiente por un asunto relacionado con un cheque con visos de ilegalidad. Un desembolso entregado por su progenitora con fondos sustraídos de PDVSA. Julio Borges, el mismo que hacía el ridículo haciendo el papel de juez en un canal de televisión, es un defensor a ultranza de la industria petrolera venezolana y de la democracia. El descarado miente sin estupor. Esto lo atribuyo a que se le atosigó un grumo de pan en el conducto por donde se descarga la memoria. Julito ¿Qué pasó con tus solicitudes de renuncia a toda la plana del gobierno elegido por el voto popular? Leíste documento igualito al decreto de Carmona el breve, así mismo, ¿Qué pasó con tu irrestricto apoyo a la huelga petrolera que tanto daño le causó al país? De Capriles, basta referir que era socio de Leopoldo y Julito, además de la deuda pendiente que tiene con la justicia, consecuencia de su malcriada responsabilidad de catorce muertes. Don Guillermo Aveledo, el muy circunspecto, pareciera que su memoria falla y por esto le recuerdo sus momentos de nostalgias cuando le cargaba el maletín al presidente Luis Herrera. Eran tiempos verdes para el secretario general de MUD y tiempos de dolor para millones de venezolanos, víctimas de aquel ignominioso gobierno. De Barboza y Henry Ramos me basta asociarlos con los gobiernos blancos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Carlos Andrés y Jaime Lusinchi; como dicen en mi barrio “puros culitos”.

Pudiera seguir y quizás llenaría cientos de páginas, o quizás una enciclopedia de los políticos de este país que utilizaron el poder para enriquecerse y para entregar nuestra riquezas a sus amos del norte. Para estos personajes de la política la academia no sirve para un carajo, para ellos la política solo les interesa para conseguir y acumular riquezas. En sus minipartidos no hay doctrina sino una especie de menú y la traición aparece en todas las minutas de sus cofradías. De igual manera, el salto de talanquera, la exaltación de los egos, el individualismo, la fanfarronería, las envidias, la muerte violenta y la sumisión al poderoso son los antivalores que propician estos ciudadanos.

En el ámbito internacional la cosa no es muy diferente. Observo con consternación las descaradas declaraciones política de algunos personajes que aparecen frente a las cámaras de la tv, en un discurso o en una rueda de prensa. Indudablemente, la desvergüenza no tiene límite. El señor Obama habla de los derechos humanos de los desplazados de Irak y parece olvidar lo que hizo el ejército de la OTAN en Irak y en Libia, lo que están haciendo sus drones en Afganistán, su participación en la entrega de armas a los terroristas de Siria y su contribución al derrocamiento del presidente de Ucrania. En todos estos casos el Departamento de Estado le entregó armas a los terroristas. La complicidad de Barack Hussein con Benjamín en la destrucción y muertes en la Franja de Gaza. Imposible dejar de lado la cesión de dineros a los opositores venezolanos a través de la USAID para derrocar al presidente MM. Este mismo intento lo hizo contra el presidente Chávez, contra Correa y contra Evo Morales. La parcialización descarada de la justica de EEUU con los especuladores y ladrones de los fondos buitres, con el único interés de desestabilizar el gobierno de Argentina y de paso, apoderarse de las riquezas del país que vio nacer a Perón. Como se ve, estamos en presencia de la política de la sentina, del estercolero, de la mentira y la demagogia con el interés de presentar el gobierno de USA como el mejor modelo de democracia, a pesar de los estragos que comete tanto afuera como adentro de la patria del premio nobel de la paz. El hombre que traicionó a los seres que exhiben su mismo color de piel. Ciertamente, Obama egresó de una universidad, pero más puede el poder militar norteamericano que esa pendejada de la academia.

Dejé de último al descarado Netanyahu quien reclama su derecho a la defensa contra el pueblo palestino quien pareciera no tiene derecho a reclamar el territorio que le pertenece. Resulta que presidente nazi-sionista está bombardeando la Franja de Gaza desde el mismo territorio ocupado y que pertenece al pueblo árabe. El caradura, el insensato, no se ruboriza ante los más de dos mil muertos, entre ellos centenares de niños que nada tienen que ver en esta contienda y apelan al derecho de vivir en la patria de sus ancestros. Frente todo esto la mayoría de los gobernantes de las democracias de la UE se hacen los sordos, los ciegos y los mudos ante la hecatombe que está viviendo el medio oriente. Todo por el maldito petróleo. Asunto que no ven los políticos de la MUD, quizás porque no se lo enseñaron donde ellos estudiaron la sociología de la política. Ellos prefieren la política del estercolero.

Por fortuna en Venezuela floreció Chávez quien les demostró a los venezolanos y a los habitantes del globo terrestre que si hay otra forma de hacer política, en la cual lo más importante son los seres humanos.